Por: Rodulfo Reyes
Villahermosa, Tabasco.- Taxistas, lancheros, dueños de camionetas particulares y de remolques, tortilleros y vendedores de agua potable están haciendo su agosto con la tragedia de Tabasco, que oficialmente ha dejado un millón cien mil damnificados en un estado con dos millones cien mil habitantes.
Villahermosa, Tabasco.- Taxistas, lancheros, dueños de camionetas particulares y de remolques, tortilleros y vendedores de agua potable están haciendo su agosto con la tragedia de Tabasco, que oficialmente ha dejado un millón cien mil damnificados en un estado con dos millones cien mil habitantes.
Prestadores del servicio de transporte urbano han trazado su propia ruta, pues al menos un 50 por ciento de Villahermosa aún se encuentra inundado y hay lugares, como el centro de la ciudad, donde todavía no se puede circular.
Pese a los anuncios del gobierno del estado de sancionar a quienes violen la tarifa, los taxistas han aumentado en al menos 200 por ciento su tarifa.
Por ejemplo, por un servicio que oficialmente debe pagarse 14 pesos, ahora se cobra 45 pesos.
Lo mismo están haciendo dueños de camionetas de tres toneladas que pasan por lugares encharcados donde no pueden transitar vehículos pequeños.
Sólo por pasar las pozas cobran entre 50 y 100 pesos, dependiendo de lo retirado de la dejada.Otra "minita" que han explotado los dueños de camiones grandes y de remolques es cobrar a precio de oro el traslado de reses de lugares inundados a zonas altas. Pequeños propietarios y ejidatarios no tienen vehículos de redilas o remolques, y de ahí que se vean en la necesidad de contratar dicho servicio.
Manuel Romero Hernández, ex delegado municipal de la colonia Miguel Hidalgo, de Villahermosa, se queja de que pagó diez mil pesos por mover 70 cabezas de ganado a un rancho de Reforma, Chiapas.
En la periferia de Villahermosa, particularmente en las colonias donde aún no baja la creciente de agua y los dueños de las viviendas inundadas se quedan a dormir en la carretera, abundan vendedores de tortillas en triciclos. Como no hay transporte para ir a las tortillerías abiertas, que están en los lugares secos, las amas de casa tienen que pagar 20 pesos por kilo del alimento.
LAS LANCHAS.
En lo que así se advierte crudamente el lucro con la tragedia es en el uso de lanchas o canoas, que se han convertido esta semana en un medio de transporte obligatorio.
En lo que así se advierte crudamente el lucro con la tragedia es en el uso de lanchas o canoas, que se han convertido esta semana en un medio de transporte obligatorio.
Así, las personas que duermen en las carreteras por las noches, en el día tienen que ir a cuidar sus viviendas y necesariamente necesitan cómo entrar a través del agua.
Así que en cada esquina hay atracaderos donde se ofrecen los servicios de los "lancheros", que no son necesariamente pescadores. Al menos en Villahermosa y sus periferias este servicio lo ofrece cualquiera que tenga algo parecido a una lancha.
En el sector Las Torres El Chelo o El Güero tenía una tienda y un expendio de cervezas que le fue clausurado por la protesta de los ciudadanos. Por eso conoce la zona.
Desde el lunes que se inundó el sector Las Torres, en la colonia Miguel Hidalgo, al norte de Villahermosa, El Chelo llevó una canoa y comenzó a trabajar de "lanchero".
El Chelo no cobra, ciertamente, pero le dice a los usuarios que le dejen "pal refresco". Cada pasajero le deja 20 pesos.
La ruta que cubre El Chelo es de cuatro o cinco cuadras, a lo sumo; el trayecto lo hace en unos 15 minutos a lo sumo, y sube a tres pasajeros. Los habitantes del lugar calculan que el "lanchero" se hace mínimo 40 o 50 viajes por día, lo que indica que se gana más de dos mil 500 pesos por "jornada de trabajo".
—Lo hago por ayudar a la gente, (pues) no les cobro; ellos me dejan algo 'pal refresco' —dice El Chelo al corresponsal.
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