Dalia Villatoro.
Las Margaritas, Chis; 24 de octubre.- Habitantes de la cabecera municipal y de comunidades se manifestaron frente al hospital de este lugar, para evitar que la Secretaría de Salud (SSA) trate de remover a su director, José Sebastián Escandón Guillén.
Por la mañana, los habitantes de la cabecera municipal se enteraron que algunos médicos y personal administrativo del nosocomio, que atiende a una población de 20 mil personas, firmas para pedir la cabeza de Escandón Guilén, pero la respuesta fue inmediata.
Así, hombres y mujeres de todos los barrios y de comunidades cercanas se movilizaron frente al nosocomio, para evitar que la SSA se abstenga a remover a Escandón Guillén.
Sobre todo, las apesadumbradas mujeres, aseguraron que en los cinco meses en que ha estado al frente el médico Escandón Guillén, el servicio de atención ha mejorado de manera notable.
Incluso, dicen que cuando han llegado al nosocomio a altas horas de la madrugada o por la noche han encontrado al director visitando enfermos que permanecen internados, así como los familiares de éstos o dando consulta.
Y eso no lo habían visto hasta hace cinco meses, donde continuamente se registraban malos tratos en contra de los pacientes, y lo más lamentable, el deceso de niños recién nacidos o neonatos.
“Estamos haciendo las cosas bien hasta ahora en el hospital, pero nos falta muchas cosas, como una ambulancia que estamos gestionando a través de un patronato”, dijo Escandón Guillén a los reporteros.
Sin embargo, en estos cinco meses, un grupo de cuatro personas se inconformó con Escandón Guillén, porque les ha pedido que trabajen para tratar de levantar el nosocomio.
Algunos de los médicos y enfermeras han respondido al llamado, pero otros conformaron un movimiento de oposición, que han redundado en quejas en su contra.
Quejas por mal trato
Por ejemplo, dijeron que en algunas ocasiones, la enfermera Virginia Chávez Pulido, trataba de manera déspota a algunos pacientes, con lo que contradice su “vocación”.
Otros casos fueron contra la doctora Beatriz Vázquez Albores y la enfermera Candelaria Martínez, que brindaban atención a las personas hasta que “ellas quieren”.
Todavía el 28 de septiembre, la ciudadanía se quejó de Vázquez Albores. “Estamos aburridos del mal trato y mal genio que tiene la doctora”, dice en una carta que fue entregada por los manifestantes a los reporteros.
El 16 de septiembre, algunos médicos y enfermeras que “aprovecharon” la ausencia del director, trataron a punta pies, a Jorge López Pérez, que no pudo recibir atención porque el personal estaba durmiendo.
Doña Gloria Trujillo Domínguez se quejó que el 22 de agosto, el doctor José Antonio Chamé Hernández y su enfermera (de la que no se proporcionó su nombre), trataron de manera grosera a la señora Gloria Trujillo Domínguez, cuando pretendía conocer el estado de salud de una paciente.
El 22 de septiembre, la señora María Pérez, llegó a consulta con un familiar que estaba grave, pero una de las enfermeras que de turno, que sólo fue identificada como Rosa Martha, les cerró la puerta y los mandó a un consultorio particular. Después de tres o cuatro horas de espera, la señora Pérez y su familiar no recibieron atención.
El 15 de agosto, Sonia Ballinas Trujillo se quejó del trato de la doctora Danae “N”, toda vez que es “imposible pasar” en consulta con ella, porque hay que pedir cita un día antes.
Pero no sólo quejas ha recibido en estos cinco meses el médico Escandón Guillén, sino también solicitudes para que envíe personal para que se encargue de la limpieza del Centro de Salud del barrio de Yalcoc.
El fondo de problema
Detrás del grupo de médicos, enfermeras y personal administrativo que no quiere trabajar por los “más necesitados”, de Las Margaritas ha identificado a la trabajadora social Jaquelín Nuriulú Rumana; a Maximiliano Castro Pérez, que labora en el centro de salud; al médico Julio Castro y María de Lourdes Espinosa Valdizón, de la administración.
Estas personas fueron identificadas como los inconformes que no quieren que siga al frente del nosocomio el médico Escandón Guillén, y por lo mismo, la ciudadanía se movió para respaldarlo.
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