miércoles, julio 18, 2007



Un migrante mexicano encarcelado en E U por accidente de tránsito
Manuel de los Santos.

Comitán, Chis; 17 de julio.- Un accidente de tránsito en abril pasado, en una carretera de Virginia, Estado Unidos, le cambió la vida a Alfredo Ramos Tadeo, un migrante nacido en territorio mexicano, pero que radicaba en la aldea El Quetzal, Guatemala.
Miguel Ramos Domínguez, de 55 años de edad, cuenta que hace cinco años su hijo de 22 años decidió migrar a Virginia, pero una noche de abril, sufrió un accidente, en el que perdieron la vida dos jovencitas.
Según Miguel, su hijo conducía “bien”, hasta que las jóvenes trataron de rebasarlo y fue cuando sucedió el accidente.
Como resultado del percance, Ramos Tadeo permaneció hospitalizado varios días, pero una vez recuperado fue recluido en prisión donde espera ser condenado.
Desde ese entonces, Ramos Tadeo sabe de su hijo, porque los encargados del penal donde permanece recluido no aceptan llamadas.
El hermano de Alfredo, Roselín Ramos Tadeo, de 26 años de edad, tampoco puede visitarlo porque no tiene papeles y teme que sea arrestado y deportado a El Quetzal, Guatemala, un poblado colindante con Tzicao, Chiapas.
Desde el siglo antepasado los habitantes de El Quetzal (Guatemala) y Tziscao (México) tienen vínculos familiares.
Don Miguel ha intentado tramitar su visa en la embajada de los Estados Unidos en la capital de Guatemala, pero por ser un campesino de escasos recursos no se la ha otorgado.
En México ha pedido la intervención de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para viajar a la nación del norte, pero los funcionarios le han dicho que no pueden hacer nada porque tiene nacionalidad guatemalteca.
Triste, Ramos Tadeo se lamenta: “Mi hijo es buen agente. No toma, cuando tuvo el accidente iba a una cita, pero como no encontró a la persona, al regresar a su casa sucedió la desgracia”.
Lo único que ha podido hacer por su hijo, fue contactar a un grupo de abogados que de entrada le piden 20 mil dólares para que lo defiendan, pero le ha dicho que no están seguros de que pueda salir libre.
Por lo mismo, urgió a organismos civiles que trabajan por los derechos humanos a que defiendan a su hijo y lo ayuden a salir de la presión, porque cree que “es inocente”.

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