viernes, noviembre 24, 2006



Damnificados de Stan suofren hambre, abandono e indolencia del gobierno de Pablo Salzar

Angeles Mariscal
Motozintla Chis.- Trece meses después del paso del huracán Stan miles de damnificados siguen viviendo en refugios temporales, en condiciones insalubres, comiendo lo indispensable para sobrevivir. El desastre social que día a día se incrementa en los poblados de la sierra de Chiapas, se traduce en hambre, abandono, e indolencia por parte de las autoridades.
En la comunidad 23 de Abril, lo que para las autoridades del estado significa en cifras un "rezago de entre 5 y 15 por ciento" en las labores de reconstrucción, para 26 familias que desde antes del fenómeno meteorológico estaban consideradas como el prototipo de los que viven en condiciones de alta marginación, significa más de 400 días de vivir en construcciones temporales de lámina, comiendo sólo frijoles y un atole hecho de agua y maíz.
Para 88 niños de diferentes edades, significa recibir servicios educativos en locales improvisados con piso de tierra y techo de donde caen goteras, en medio de un ambiente con temperaturas de 5 o 6 grados centígrados.
Y para todos los que viven ahí, en un aislamiento de donde sólo se puede salir ocasionalmente, cuando la lluvia permiten atravesar con gran esfuerzo dos ríos que carecen de puentes, porque las compañías constructoras no están dispuestas a trabajar en esas condiciones, donde subir el material de construcción es casi imposible.
El 3 de octubre del 2005 las lluvias provocadas por el huracán Stan ocasionaron que 49 de las 51 viviendas del poblado fueran arrastradas totalmente, por los deslaves que arrastraron toneladas de tierra y piedras. Durante un par de semanas los sobrevivientes permanecieron refugiados en los cerros cercanos.
Al regresar los habitantes de 23 de Abril, encontraron que su comunidad había desaparecido. Instalaron refugios compuestos por plásticos y láminas en donde vivieron y durmieron por ocho meses. En ese periodo sus representantes comunitarios gestionaron ante las autoridades estatales la reconstrucción de sus viviendas.
Sin embargo al ver que el tiempo pasaba sin que lograra cambiar su situación, aceptaron la ayuda de la organización OXFAM a través de la cual consiguieron -además de alimento- el material para instalar viviendas provisionales hechas de madera y lámina de aluminio.
"En el mes de mayo vino un representante del Instituto de la Vivienda (INVI) del gobierno del estado, nos dijo que ya estábamos considerados como beneficiarios para que se repusieran nuestras casas, que iban a regresar con la gente de las constructoras, con el material… es la fecha que no llegan", explicó Aquilino Morales, habitante del lugar.
A Aquilino le tocó esta semana ser el portados de otra mala noticia para sus compañeros: el Comité de Construcción de Escuelas del gobierno del estado les notificó a través del presidente municipal de Motozintla, Ulises Zapata Domínguez, la cancelación de las obras de reconstrucción de sus centros escolares.
Con esta decisión 25 niños de menos de seis años, 45 de primaria y 18 adolescentes -según consta en el censo del poblado- ven abandonadas sus expectativas para cambiar su situación. Ahora reciben clases a través de promotores educativos, y juntos lidian con las goteras, con la lluvia que cuando cae pasan también por entre sus pies cubiertos, en el mejor de los casos, con botas de hule para resistir la humedad y el frío.
Aquilino repite ante la gente la versión oficial: "nos dijeron que seis escuelas -una en su poblado y cinco en otras comunidades- ya estaban contempladas en el proyecto de reconstrucción pero que las compañías constructoras no quieren trabajar allá porque hay como subir el material, así que cancelaron las obras de forma definitiva".
Para arribar a 23 de Abril hay que cruzar los ríos Mozotal y Pachstal, los puentes que hacían posible el acceso al lugar también fueron destruidos en octubre del 2005. Estas obras tampoco han sido reconstruidos así que en la práctica los habitantes del lugar permanecen incomunicados porque el acceso al lugar es relativo y depende básicamente de las lluvias que hayan caído en ese momento.
El proyecto de reconstrucción del gobierno estatal tiene contemplados -presupuestalmente- la construcción de puentes colapsados, entre ellos los llamados "puentes de hamaca" que sirven únicamente para el paso de las personas.
Sin embargo en la cabecera municipal de Siltepec, en una de sus calles principales, desde hace más de medio año se encuentran arrumbadas cientos de toneladas de varillas, cables y cemento que servirían para este fin. Mucho de este material o ya se encuentra inservible por permanecer tantos meses a la intemperie, o ha sido saqueado ya que se encuentra en pleno paso.
Las autoridades estatales argumentaron que ellas cumplían con proporcionar el material, y que sería responsabilidad de los ayuntamientos proceso de construcción de dichos puentes. El ayuntamiento por su parte te declaró incompetente bajo el argumento de que carece de infraestructura y presupuesto.
Lo que pasa el poblado 23 de Abril se va repitiendo a la largo de la sierra de Chiapas, comunidades como Cabañas, 20 de Noviembre, Las Nubes, San Juan, San Fernando, ubicadas en Motozintla, no han superado la situación emergente en que viven desde hace 13 meses. Al contrario, en el marco del cambio de autoridades en el gobierno del estado, los responsables de los proyectos del reconstrucción de la zona devastada prácticamente han desaparecido del lugar, dejando obras inconclusas y abandono en la población.

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