Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
La desnudez del sistema
Tuvieron que ser los antiguos aliados los que vinieron a ponerle el cascabel al gatito y a evidenciar sus actos bajo sospecha. Florencio Salazar Adame, Manuel Espino y el propio Felipe Calderón, pusieron la enorme distancia entre el pabliato y el panismo local, luego que la reducida cúpula del estado, durante más de cinco años, permaneció silenciosa y complaciente ante los abusos de un régimen que busca a toda costa su permanencia o por lo menos, la consecución de las condiciones que le permitan el tiempo necesario para borrar las huellas de aquellos actos sucios y perversos que redujeron al Estado como ente de gobierno, a una mera arma para apoderarse de las instituciones, perseguir y despojar a los ciudadanos de derechos, propiedades y esperanzas.
Aunque tarde, el deslinde del PAN nos demuestra que la alianza que encumbró a Pablo Salazar, no solo fue un fracaso en términos de gobernabilidad, sino que lo fue en lo tocante a la democratización ofrecida, puesto que hoy es la razón de fondo para el deslinde y los repentinos señalamientos de corrupción electoral. No es, pues, casual que desde la más alta posición del panismo nacional, provengan mensajes que, independientemente de la tardanza, reavivan la esperanza de que, por fin, se haga justicia a los abusos de Pablo y sus secuaces y se ponga en orden al estado, entidad que ha sido sometida a una dictadura sin precedentes y que ha sido despojada de su democracia mediante la imposición de funcionarios inescrupulosos en los menguados órganos electorales, cuya función se ha visto notoriamente limitada a seguir las órdenes de palacio de gobierno, a favor de una elección de estado, que es lo mismo que un desesperado fraude electoral, no a favor de un candidato en especial, sino de las aspiraciones del pabliato de perpetuarse en el poder o salvarse de las investigaciones y consecuencias de su mal proceder.
El factor Calderón
Ahora bien, la intervención de Felipe Calderón Hinojosa en la cuestión electoral de Chiapas y en otros asuntos preocupantes como los excesos de Pablo contra la prensa libre, no puede tomarse a la ligera. Abre dos posibilidades: La primera, que en su calidad de virtual presidente de México, no permitirá las imposiciones antidemocráticas, castigando severamente a quienes incurran en ese tipo de actos y la segunda, que habrá plena apertura para la libertad de expresión y por tanto, los mecanismos necesarios para romper con las leyes que interrumpen y limitan el derecho de informar y ser informados y por último, de castigar a los funcionarios que, en los Medios, sean acusados de actos de corrupción.
Esa postura nos lleva a otro tema escabroso, por lo menos en Chiapas: el de una investigación seria, responsable y profunda de cada acto de gobierno de Pablo Salazar, cuyo cimiento fue siempre la soberbia, el abuso, el tráfico de influencias y la falta de libertades. Al mismo tiempo, nos obliga a pensar que en medio de todo esto, el gobierno doméstico se entrampó solo. Pensó que sus abusos electorales quedarían en casa y que los candidatos y la sociedad en su conjunto, callarían ante los actos de vulnerabilidad a que condujeron la endeble democracia. No fue así y hoy, no solo es “ruido”, sino posibilidad real de que se evite la elección de estado promovida desde las pestilentes entrañas del poder.
Por otro lado, está la enorme posibilidad de que el Gobierno Federal entrante, mantenga y mejor aún, aumente la inversión en Chiapas, pues es de notarse que los operadores políticos de Calderón durante las dos etapas de su campaña rumbo a la Presidencia de la República, son hoy los aliados necesarios del candidato opositor. Solo un fraude salvará al pabliato de la justicia del pueblo.
Intromisión dolosa
No nos extraña que ahora, hasta los sindicatos sean infiltrados por personeros del gobierno. Sucede en estos días con el sindicato del sector salud, donde un grupo de trabajadores aparentemente “independientes” rebasó los estatutos sindicales y corrió al anterior dirigente, acusado de todo. Cierto es que Zavaleta ha sido un líder ambiguo, acomodaticio y tibio; cierto es que solo ha abierto el pico cuando así conviene a sus intereses personales, pero de ahí a que sea echado por órdenes oficiales y por el solo hecho de no apoyar el proyecto continuista del pabliato, es una cuestión que debe ser condenada por todos los chiapanecos.
La intromisión del gobierno en los sindicatos en los estertores de un fallido mandato, no solo es dolosa, sino demostrativa de la falta de inteligencia y la extrema ambición en que se debate éste. Si ya se metieron en un sindicato, no dudemos que lo seguirán haciendo, no para terminar de gobernar, sino para cumplir un deseo máximo: reunir a un buen número de ciudadanos incautos para la apoteósica despedida del régimen, muy al estilo de las fiestas que alguna vez organizó Stalin o sigue organizando el señor Castro. O sea, ni al caso. Pero los sueños, son los sueños. Lo malo es que en este caso, ya es una pesadilla anticipada, pues nada queda sin castigo en esta vida. Y Pablo debería de saberlo, como buen estudiante bíblico que se presume.
Tarjetero
*** Por fin, hoy ya no viviremos el calvario que los candidatos nos hicieron vivir durante la campaña: horas y horas de insultos, acusaciones en falso, dramas montados y toda esa cosa que a veces nos daba risa y a veces, nos indignaba en extremo. Nos referimos a que desde hoy, ya no veremos esa propaganda absurda y salvaje en la que, por lo menos uno, se metió hasta la alcoba del otro, lo cual es denigrante aún para un carretonero. Pero en fin, todo sea por el poder. “Por el poder, atropelladlo todo, pero respetad lo demás”, aconsejó alguna vez el emperador Octavio Augusto. ¡Y vaya que se atropellaron los candidatos! Lo bueno es que esa vergonzosa etapa ya pasó y ahora, solo falta el voto sensato, inteligente y libre de los ciudadanos. Si le ofrecen dinero por su voto, o una despensa o un tamal, denúncielo. Y venga de donde venga. Luego nos hablamos.
www.columnasur.org/ksheratto.htm
ksheratto@hotmail.com
ksheratto@yahoo.com
miércoles, agosto 16, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)




No hay comentarios.:
Publicar un comentario