¿Qué pitos tocamos?
José Juan Balcázar
La elección del gobernador de Chiapas, que debiera ser asunto de los chiapanecos, se ha convertido en el pretexto de Vicente Fox, Felipe Calderón y del PAN para cobrar venganza contra Pablo Salazar, incitando a la sociedad a una situación de resentimiento y encono por el hecho de hacerla a un lado, considerándola ignorante y tratando de imponerse a su voluntad. Es inaudito y hasta estúpido que desde Los Pinos se esté alentando el odio.
Con esta intromisión, el gobierno panista de Vicente Fox no sólo está apostándole al caos, sino que en términos políticos está violando y violentando la soberanía estatal, lo que constituye una afrenta al Estado democrático de derecho, evidenciando que el PAN, en efecto, es peor que el PRI, cuyos gobiernos por lo menos guardaban las formas, daban palmadas a sus víctimas e, incluso, a veces obtenían el reconocimiento popular.
Si Fox, Felipe Calderón, Manuel Espino, Elba Esther Gordillo, Ulises Ruiz, José Murat, Enrique Jackson y Emilio Gamboa Patrón están tratando a toda costa imponer su voluntad sobre la del pueblo chiapaneco, la pregunta es ¿los chiapanecos qué pitos tocan en esta elección? ¿Son meros monigotes o de plano son lo suficiente y vergonzosamente dóciles para permitir esta grosera intromisión? Eso está por verse el domingo en la jornada electoral.
Darle a los chiapanecos un trato de incultos, menores de edad, atrasados en los temas políticos y completamente manipulables es una bofetada a la dignidad de un pueblo que ya bastante ha sido lastimado por la insolencia de los gobiernos federales. Es decir, las fanfarronadas de un Florencio Salazar Adame, que amenaza hasta con cárcel, no hacen más que predisponer a los chiapanecos a votar en sentido opuesto al que plantea.
--Ricky Ricón, simpático operador político de Aguilar Bodegas, se presentó en la radio de Villaflores y lanzó apocalípticas blasfemias.
A Martín Uribel Ruiz Clemente y Berlán Nigenda Torija, alcalde y exalcalde, nos los bajó de ineptos.
No sirven ni para trapear el corredor de la casa, dijo bonachón como es.
Y definió a cada uno de los dos.
Martín es un pobre ejidatario que no sabe ni las vocales y fue impuesto como presidente municipal.
Berlán es el alcalde más bolo que ha tenido Villaflores, dijo.
Les bajó el cuero como quiso, como si él fuera muy cae bien.
Detrás de las descalificaciones, más que ayudar a Josean, lo que Sergio Zuarth intenta es mostrarse como una chulada de persona.
Como si no lo conocieran.
Se anda pavoneando como el secretario de Desarrollo Rural en el gobierno de Aguilar Bodegas.
De paso anda promoviendo a su cuñado Efraín de Coss Velasco para que repita en la presidencia de Villaflores.
Dice que es muy recordado, sobre todo porque cuando asumió la presidencia hasta muertitos hubo.
--A la chingada con ustedes, explotó Bayardo Robles cuando ya estaba bien cara de vaca en el rancho de otro diputado priísta.
Así concluyó el encuentro entre los enviados del gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, y diputados priístas.
El que ni se enteró del pleito fue el chato Ortiz porque a esas horas ya andaba hasta las manitas.
El encabronamiento de Bayardo surgió porque los oaxaqueños putearon a los diputados, incriminándolos de buenos para nada.
Yo hasta aquí llego, ya estoy hasta la máuser de pagar los spot de televisión, dijo Bayardo.
He gastado un chingo de dinero y ni siquiera me invitan a las reuniones con Aguilar Bodegas, se quejó.
Además, esta campaña ya valió madres, gritó.
Entre acusaciones mutuas los diputados locales y los enviados oaxaqueños enfilaron a El Gitano.
Ahí amanecieron, pobrecitos, haciendo campaña.
--Mariano Díaz Ochoa se puso al brinco con la detención de priístas que destruían propaganda de Sabines en San Cristóbal.
Llegó hasta la cárcel municipal y amenazó a los policías con correrlos si no liberaban a sus muchachos.
Los cuicos ni lo pelaron y eso, para un auténtico coleto con ínfulas de sangre azul, es una mentada de madre.
Pues así se sintió el diputado priísta.
--Preguntaron al confinero qué gastroenterólogo extendió al primo de Paco loco incapacidad por desprendimiento de retina del ojo izquierdo.
El gastroenterólogo es el doctor Valdemar Escobedo Tovilla, del Hospital Regional.
Con esa incapacidad apócrifa, el doctor José Antonio Hernández Toledo hace campaña por Aguilar Bodegas.
¿Será que se van a quedar cruzados de brazos en el SMAPA?
Una cosa es que el primo de Paco loco sea empleado de base y otra es que el sindicato le otorgue impunidad.
Además no es una blanca paloma, en su contra hay tres actas administrativas por déspota.
Como quien dice, es toda una fichita.
--Julio Espinosa, de Cintalapa, que está en la casa de campaña de Aguilar Bodegas, se está pasando de lanza.
Llegó un grupo de personas a ofrecer su apoyo al candidato del PRI y este muchacho les recriminó.
Ahora sí, cabrones, como ya vieron que vamos a ganar vienen a ofrecerse, bola de oportunistas.
Uta, por poquito y les mienta la madre.
Pero está bien que les pase, por andar de ofrecidos y nachas prontas.
No cabe duda que Aguilar Bodegas tiene a los enemigos en casa.
¿Pa’ qué quiere que lo jodan los adversarios, si con sus colaboradores basta y sobra?
--Manuel Espino llegó a Chiapas a atizar la mecha de la bomba que puede explotar en las manos de Calderón.
Al despotricar contra Pablo lo que está haciendo es socavar a Calderón y rascándole la panza a los perredistas.
Ha de sentirse muy chingón alentando una nueva y más violenta insurrección perredista desde Chiapas.
¿No le cae el veinte que al alimentar los odios entre chiapanecos está provocando un estallido contra Fox y Calderón?
¿Qué tiene en su cabeza Espino, tiene masa encefálica o una bola de queso de Ocosingo?
Ojalá fuera queso de Ocosingo, al menos sería sabroso, no que su cerebro, a juzgar por lo que dice, es repugnante.
--Al terminó de la conferencia de Espino, el secretario de Gobierno, Roger Grajales, se le fue a la yugular.
Le dijo que no es nadie para hablar en nombre de Fox.
Que ese papel le corresponde a su compañero mollera pelona, Rubén Aguilar.
Nomás le faltó decirle: ¿Y vos, copahstón, en qué te metes?
--Diputados perredistas de todo el país llegaron a Chiapas para amarrar las manos a panistas y priístas.
De Nayarit llegó la diputada Gricela Villa Santacruz, quien en su estado es de armas tomar y de una sola pieza.
No se anda por las ramas a la hora de defender la voluntad popular y lo que considera justo.
Si no lo cree, pregúntele al gobernador nayarita, Ney González, que lo trae pinto y parejo.
Gricela Villa es diputada por mayoría y ganó en el distrito donde vive el mismísimo gobernador.
De ese calibre es el apoyo que tendrá el PRD en esta elección de gobernador.
jjbalcazar@hotmail.com
miércoles, agosto 16, 2006
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