José Meléndez
San José, Costa Rica.— La Comisión de los Derechos Humanos de Honduras, que actúa como “defensoría del pueblo”, denunció ayer que el cártel de Sinaloa, una de las más peligrosas narcomafias de México, logró infiltrarse en las estructuras de la Policía hondureña.
“Hay un fuerte intercambio y penetración de los cárteles de México, Guatemala y Honduras en la Policía hondureña”, acusó Ramón Custodio, comisionado hondureño de los derechos humanos, en entrevista con EL UNIVERSAL.
La Policía “está altamente infiltrada por la delincuencia”, porque aparte de los cárteles hondureños del Atlántico y Occidente, ahora ha aparecido el de Sinaloa, reiteró.
El vocero de la Secretaría de Seguridad de Honduras, Héctor Iván Mejía, declaró ayer a este diario que “nosotros no negamos” las denuncias de que la Policía fue infiltrada por el narcotráfico. “No lo negamos, pero lo que decimos es que cuando algún miembro de la Policía aparece involucrado en algún delito, lo ponemos de inmediato a la orden de los tribunales y del Ministerio Público”, puntualizó.
Evidencia de crisis grave
A juicio de Custodio, el informe que emitió el presidente de Guatemala, Álvaro Colom, a mediados de abril pasado, acerca de que el narcotraficante mexicano Joaquín El Chapo Guzmán —líder del cártel de Sinaloa— se escondía en la selva hondureña, evidenció la “grave” crisis de inseguridad que sufre Honduras.
“Cuando se dice que un capo mexicano está en Honduras y las denuncias no son tomadas con la debida seriedad se demuestra que la penetración del crimen organizado es bastante fuerte y ya la inseguridad es tan grave. El sicariato es una ocupación de todos los días. El dinero es la mayor fuente de corrupción”, recalcó.San José, Costa Rica.— La Comisión de los Derechos Humanos de Honduras, que actúa como “defensoría del pueblo”, denunció ayer que el cártel de Sinaloa, una de las más peligrosas narcomafias de México, logró infiltrarse en las estructuras de la Policía hondureña.
“Hay un fuerte intercambio y penetración de los cárteles de México, Guatemala y Honduras en la Policía hondureña”, acusó Ramón Custodio, comisionado hondureño de los derechos humanos, en entrevista con EL UNIVERSAL.
La Policía “está altamente infiltrada por la delincuencia”, porque aparte de los cárteles hondureños del Atlántico y Occidente, ahora ha aparecido el de Sinaloa, reiteró.
El vocero de la Secretaría de Seguridad de Honduras, Héctor Iván Mejía, declaró ayer a este diario que “nosotros no negamos” las denuncias de que la Policía fue infiltrada por el narcotráfico. “No lo negamos, pero lo que decimos es que cuando algún miembro de la Policía aparece involucrado en algún delito, lo ponemos de inmediato a la orden de los tribunales y del Ministerio Público”, puntualizó.
Evidencia de crisis grave
A juicio de Custodio, el informe que emitió el presidente de Guatemala, Álvaro Colom, a mediados de abril pasado, acerca de que el narcotraficante mexicano Joaquín El Chapo Guzmán —líder del cártel de Sinaloa— se escondía en la selva hondureña, evidenció la “grave” crisis de inseguridad que sufre Honduras.
La crisis, explicó, se complicará con una nueva ley de la Policía de Honduras. La norma, alertó, otorgará “todo el poder a la Policía” y “va a entregar a este país” al narcotráfico, porque el aparato policial es “el mejor aliado” de los contrabandistas de drogas, subrayó.
EU no coopera
El comisionado, veterano activista de derechos humanos perseguido en los regímenes militares anticomunistas que gobernaron Honduras con apoyo de Washington, en gran parte del siglo XX, fustigó a Estados Unidos por la poca ayuda que concede a Centroamérica para combatir al crimen organizado.
En las décadas de 1970 y 1980, recordó, la región centroamericana fue sacudida por guerrillas izquierdistas y movimientos populares de liberación nacional, y Estados Unidos sí envió abundante asistencia militar a la zona para enfrentarse y reprimir a sus rivales ideológicos, pero ahora es poco el respaldo contra el crimen organizado.
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