jueves, marzo 20, 2008

¿Jesús murió por todos o por muchos?

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo de San Cristóbal de Las Casas

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El próximo domingo de Pascua, en nuestro país entrará en vigor la decisión de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, avalada por el Papa Benedicto XVI, de hacer un cambio en las palabras de la consagración, en la Misa.

Ante todo, en vez de seguir diciendo la fórmula consecratoria usando el “vosotros”, que es propio de España, ahora se usará el “ustedes”, que es la forma de hablar entre los latinoamericanos. Este es un paso más en orden a la inculturación de la liturgia.

El cambio más importante es en la consagración del vino. Hasta ahora decíamos: “Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados”. En adelante, diremos: “… que será derramada por ustedes y por muchos, para el perdón de los pecados”. ¿A qué se debe el cambio? ¿Acaso Jesús no murió por todos?

JUZGAR
La primera versión que conservamos escrita de las palabras dichas por Jesús, el Jueves Santo, al instituir la Eucaristía, es la del evangelista Marcos, quien escribe: “Y mientras estaban comiendo, tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio y dijo: ‘Tomen, esto es mi Cuerpo’. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella. Y les dijo: ‘Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos’ ” (Mc 14,22-24). En forma semejante lo transmite San Mateo: “… ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados” (Mt 26,26-28).

San Lucas refiere: “…Esto es mi cuerpo que se entrega por ustedes… Esta copa es la nueva Alianza en mi sangre, que se derrama por ustedes” (Lc 22,19-20). De igual modo, San Pablo: “…Esto es mi cuerpo que se entrega por ustedes… Esta copa es la nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces beban de ella, háganlo en memoria mía” (1 Cor 11,23-25).

Marcos y Mateo dicen: “por muchos”. Lucas dice: “por ustedes”. Pablo usa el “por ustedes” sólo en referencia al pan, y no al vino.

Sin embargo, la Sagrada Escritura es muy clara al decir que Jesús se ofreció en sacrificio por todos los seres humanos. Por ejemplo: “El es víctima de expiación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros sino por los del mundo entero” (1 Jn 2,2). “Cristo Jesús se entregó a sí mismo como rescate por todos” (1 Tim 2,6). “Dios no perdonó a su Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros” (Rom 8,32). “Si uno murió por todos, entonces todos murieron” (2 Cor 5,14). “Jesús habría de morir…para reunir en uno a los hijos que estaban dispersos” (Jn 11,52). “Se ha manifestado la gracia salvadora de Dios a todos los hombres” (Tit 2,11). “El Pan que yo les voy a dar es mi carne por la vida del mundo” (Jn 6,51).

La liturgia sacramental de la Iglesia, sin negar la universalidad de la salvación, desde los primeros siglos, inspirada en los textos evangélicos de la narración de la Eucaristía, puso la expresión “por muchos”, no para excluir a la totalidad de los seres humanos, sino para indicar que la redención es para quienes aceptan a Jesús como su Salvador. El ofreció su vida por todos, pero no por ello todos se van a salvar automáticamente. Sólo quienes lo aceptamos por la fe, que somos muchos, pero no todos.

Esto concuerda con otros textos bíblicos: “Mi siervo justificará a muchos… Cargó los pecados de muchos e intercedió por los rebeldes” (Is 53,11-12). “El Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y dar su vida como rescate por muchos” (Mt 20,28; Mc 10,45).

ACTUAR
Nuestra anterior traducción por todos los hombres, era usada también en la versión alemana, inglesa, italiana, española, portuguesa y otras. En cambio, las versiones polaca, rusa, ucraniana, vietnamita y otras, tradujeron por muchos. La francesa y la hebrea moderna usaron algo semejante: por los muchos. Al uniformarnos ahora, volviendo al texto original latino de la liturgia (pro vobis et pro multis), diremos que la Sangre de Cristo, presente bajo la especie del vino, será derramada por ustedes y por muchos. Esforcémonos por ser de estos muchos, para que la redención nos dé vida, y vida en plenitud.

http://www.diocesisancristobal.com.mx/

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