Isaín Mandujano
San Cristóbal de las Casas Chis., 22 de agosto.- Al menos tres evangélicos quisieron dar un golpe religioso en Chiapas, convertir al protestantismo al obispo de San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, pero sus esfuerzos fueron frustrados por el prelado.
Así lo reveló hoy el propio obispo quien narró como fue abordado en un debate religioso sin fin, por una mujer y dos hombres que formalmente pidieron una entrevista para ser atendidos en audiencia por Arizmendi Esquivel en la curia de la Catedral de esa ciudad.
"De entrada, abriendo cada quien su Biblia, empezaron diciéndome: ´Le traemos un mensaje de parte de Dios´. Les pregunté quiénes eran y si eran católicos.
Me dijeron: ´No somos católicos, sino cristianos´. Uno de ellos dijo que había sido católico, pero que nunca le habían enseñado lo que dice la Biblia", apuntó el obispo en su carta dirigida a los fieles de su circunscripción.
Según el obispo para ser amable no los rechazó, se dispuso a escucharlos con respeto y atención, pues con frecuencia en reuniones dentro del Consejo Interreligioso de Chiapas que preside, se ha encontrado con líderes protestantes o evangélicos, y en el que participan los obispos y representantes legales de las principales denominaciones no católicas de la entidad.
Uno de los evangélicos le leyó de entrada una cita bíblica del antiguo testamento que se refería sobre la prohibición de que nadie debería acercarse a una consanguínea suya para descubrir su desnudez, a lo que el obispo preguntó si porque esa cita precisamente le leían, pues él no se sentía aludido.
Y que la respuesta fue: "Usted conoce su conciencia y eso es lo que Dios le manda decir, para que se convierta". En el acto se molestó mucho y les dijo: "O ustedes o su Dios son mentirosos, porque soy pecador, pero no tengo ese pecado que ustedes me adjudican".
A decir de Arizmendi Esquivel, los tres evangélicos, de los cuales no dio su nombre ni iglesia a la que pertenecen, empezaron a sacar otros textos bíblicos.
Que al principio, les había dicho que solamente escucharía su mensaje y no haría discusiones; pero que al arremeter estos contra la Virgen María, contra la Iglesia y las imágenes, no tuvo más remedio que responder.
"Expongo algo de lo que me dijeron y lo que les respondí, porque puede servir a muchos católicos que son acosados por hermanos de otras religiones y, por su ignorancia bíblica, no saben defender su fe, la pierden o la cambian", dijo Arizmendi Esquivel.
Los tres evangélicos acusaron a los católicos de ser idólatras, y lo exhortaron a tirar o quemar un crucifijo de madera que tenía a su espalda, uno tallado en madera hecha por indígenas ecuatorianos, y que conserva desde hace muchos años.
"Uno me dijo que debía tirar ese "bulto", y que lo mismo debía hacer en la catedral y en todas partes: tirar las imágenes, pues no son más que "bultos". No sé cómo no los corrí de la oficina", dijo el obispo, quien defendió con otras citas bíblicas la presencia de imágenes religiosas.
El debate fue acalorado y más se ofendió cuando insultaron a la madre María de Jesús, pues la calificaron de una "mujer cualquiera": "Esto sí me molestó muchísimo y nuevamente comprobé que cualquier texto de la Biblia que usemos para aclarar nuestro punto de vista, no lo aceptan, y caemos en discusiones sin lógica, en ataques mutuos y en exacerbamiento".
Según Arizmendi Esquivel a pesar de estos encuentros anecdóticos, "que son más bien des-encuentros", se mostró respetuoso a las personas que tienen otra religión diferente a la católicas, y que en el caso de estas personas prefieren ser nombradas, "evangélicos".
"La mayoría son de buen corazón, toman muy en serio la palabra de Dios, se esfuerzan por adecuar su vida a ella y nos dan ejemplo de audacia y creatividad para evangelizar.
Pidieron la entrevista conmigo para tratar de convertirme. ¿Quién hace lo mismo con ellos?", concluyó.
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