martes, julio 31, 2007

Funcionarios menores del gobierno avalan intolerancia religiosa


Nehemías Jiménez.

Nichnamtic, Chis; 30 de julio.- El indígena evangélico José Gómez Jiménez regresó a su hogar, ocho días después que fue capturado por caciques católicos chamulas que amenazaron con lincharlo por su creencia. “Me amenazaron de muerte y quemarme con gasolina”, cuenta.
Con la mediación del gobierno, un grupo de 21 familias indígenas evangélicas que se desplazó a San Cristóbal (18 kilómetros), por la violencia que desataron los caciques chamulas, el lunes consiguieron retornar a sus hogares.
El domingo 22 de julio, al término de la celebración religiosa, decenas de católicos irrumpieron en el templo para detener a siete de los protestantes a los que trasladaron a la presión, para luego destruir con picos y marros el templo de hormigón y techo de lámina.
Ese día por la noche cientos de agentes policíacos estatales intentaron rescatar a los evangélicos, pero un grupo de católicos con fusiles de asalto impidió el ingreso.
Fue hasta el lunes por la madrugada que consiguieron rescatar a los cautivos, a los que había amenazas de linchamiento.
Como resultado de la entrada de la policía, 15 católicos fueron detenidos por su presunta responsabilidad en la detención de los evangélicos y la destrucción de la iglesia “Jesús es el Señor”, de la Iglesia Pentecostés, inaugurado el 19 de mayo.
Pero en respuesta, los católicos retuvieron siete mujeres y dos niños, que fueron liberados en un segundo despliegue policíaco.
Gómez Jiménez contó que cuando los caciques procedieron a destruir el templo el domingo 22 de julio, después del medio día, se llenó de tristeza, pero la situación se agravó para él y los demás cautivos, cuando oyeron que serían linchados en el centro de Nichnamtic.
El gobierno del estado presumió que “nunca permitiremos” que se persiga o encarcele a las personas por su creencia religiosa
Como parte de los acuerdos, los católicos se comprometieron a reparar los daños, mientas que las órdenes de arresto que tenía pendientes la Fiscalía de Justicia, será canceladas, porque se otorgaron el perdón y consentimiento para que no siga la causa penal, contra 14 católicos.
“La ley se debe cumplir, que nos quede claro a todos que la paz se logra cuando las partes en conflicto así lo declaran y se vuelve un deber respetarla, alcanzar la paz significa entonces respetar a nuestros semejantes”, dijo el secretario de gobierno, Jorge Morales Messner
Un pastor de la Organización de Pueblos Evangélicos de los Altos de Chiapas (Opeach) dijo que los indígenas protestantes no pueden negar que el gobierno del estado está trabajando por terminar con la intolerancia religiosa, pero funcionarios menores actúan de manera contraria.
Por ejemplo, el Subsecretario de Asuntos Religiosos, Jorge Alberto Lanz Gordillo, fue el primero en actuar contra la población evangélica de Chamula, al “clausurar” la iglesia
“Jesús es el Señor”, lo que derivó en la acción de los caciques católicos.
Desde 1970, más de 30 mil evangélicos fueron expulsados de manera violenta de sus comunidades en San Juan Chamula, porque renunciaron al catolicismo para abrazar el protestantismo.

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