viernes, marzo 15, 2013

Detienen a homicida de ex comandante de la PM


San Cristóbal de Las Casas, Chis; 14 marzo.- La Procuraduría General de Justicia del Estado, dio a conocer que a cuatro días de haber realizado el hallazgo del cuerpo sin vida del ex comandantes de la Policía Municipal, Joaquín Eduardo Núñez González, agentes de la Fiscalía Especial en Investigación del Delito de Homicidio lograron el esclarecimiento del crimen y detuvieron a Luis Alejandro López Pérez.

Cabe destacar que, la mañana del pasado nueve de marzo fue ubicado el cuerpo de la víctima al interior de un vehículo tipo Chevy con placas de circulación del Distrito Federal, sobre la calle Japón de la Colonia Maravilla.
En el lugar, peritos especializados aseguraron un mensaje escrito en una cartulina, en el cual se leía “Para que aprendas a respetar a las mujeres casadas”.
La primera línea de investigación señalaba la posibilidad de una venganza personal, sin embargo, derivado de los trabajos de inteligencia y el desahogo de las diligencias en criminalística forense, se logró conocer que el homicida tenía una relación cercana con la víctima.
De esta forma, en las últimas horas elementos de la Procuraduría de Chiapas, en coordinación con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) detuvieron a Luis Alejandro López Pérez, sobrino político del occiso, quienes vivían a escasos metros sobre la calle Fetse del fraccionamiento Bosques del Sol.
Al rendir su declaración ministerial, el detenido confesó haber perpetrado el crimen en venganza por, presuntamente, haber recibido malos tratos y humillaciones por parte de Joaquín Eduardo Núñez.
Ante el Ministerio Público investigador reveló, paso a paso, el móvil del crimen.
Luis Alejandro señaló que eran alrededor de las cinco de la mañana del lunes cuatro de marzo cuando salió de su domicilio y se dirigió hacia el inmueble que habitaba la víctima, quien permanecía dormido en su habitación.
“Al ingresar, encontré un arma de fuego sobre la mesa, pensé en privarlo de la vida con ella pero luego me arrepentí, decidí salirme pero en la entrada me encontré un tubo y entonces lo tomé entre mis manos y regresé al cuarto”, sostuvo.
Posteriormente, relata, “llegué hasta donde dormía y lo golpeé con el tubo”.
Afirmó que tras pegarle por primera vez, la víctima se levantó pero no podía verlo pues estaba oscuro. Luego le asestó un segundo golpe que lo derribó, ya en el suelo le tapó el rostro con una almohada y volvió a golpearlo.
“Cuando me percaté que ya no se movía lo arrastré hacia el baño donde luego le introduje un cuchillo detrás del cuello en dos ocasiones, en ese momento me percaté que estaba muerto”, agregó.
Al no saber qué hacer decidió envolver el cuerpo con unas chamarras y lo introdujo a la cajuela de su propio vehículo, un Chevy en color gris con placas del Distrito Federal, donde fue hallado por las autoridades días más tarde.
El homicida relató que siendo casi las siete de la mañana se dirigió hacia su casa, donde se bañó y se retiró a trabajar.
Al medio día de ese mismo lunes regresó a la casa de la víctima para deshacerse del tubo con el cual lo mató, así como de diversos objetos, entre ellos la cartera, los celulares y las identificaciones.
Asimismo, confesó que al estar frente al cuerpo trató de cortarle una de las manos con la finalidad de despistar a las autoridades y hacer creer que se trataba de un acto de la delincuencia organizada, pero desistió de sus intenciones.
Tomó la unidad y condujo por varias calles de la ciudad hasta llegar a la colonia San Diego, donde la dejó abandonada. Para ese momento, corrían alrededor de las dos de la tarde del lunes cuatro de marzo.
Posteriormente, regresó a su trabajo y continuó con sus actividades normales.
Al día siguiente volvió hasta donde se encontraba el vehículo y lo condujo por varias calles, en el camino se deshizo de otras pertenencias de la víctima, las cuales fueron ubicadas por personal de Servicios Periciales en los lugares descritos por el propio homicida.
“Al tratar de sacar el vehículo de San Cristóbal decidí dejarlo en la colonia Maravilla, bajé del coche, caminé una cuadra y tomé un taxi para regresar a mi trabajo”, expuso.
El asesino confeso manifestó que ese martes cinco de marzo fue la última vez que tuvo contacto con la unidad y con el cuerpo de la víctima. Ambos fueron encontrados el sábado nueve de marzo en el lugar donde fueron abandonados.
De acuerdo al mensaje escrito que se encontró junto al cuerpo el día del hallazgo, la pericial de caligrafía realizada dio positiva, lo que comprueba que el detenido sí lo escribió de su puño y letra.
Ante estos hechos, el fiscal del Ministerio Público decretó la detención de Luis Alejandro López Pérez, como probable responsable del delito de Homicidio calificado con premeditación, alevosía y ventaja, por el cual podría recibir una sentencia que va de los 25 a los 50 años de prisión.

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