Las Margaritas, Chis; 4 de marzo.- En los nueve años que llevan trabajando las Juntas de Buen Gobierno (JBG), “no ha habido apoyos con dinero”, para las autoridades, dijo el EZLN.
“Así es como nos damos cuenta pues, que el dinero no es el que puede hacer el trabajo de la autonomía o el trabajo del gobierno”, dice en un texto de la serie: “Ellos y nosotros. VII.- L@as más pequeñ@s 5. 5.- La Paga”.
En el escrito firmado por el Subcomandante Marcos, explica que se han dado cuenta, que “nadie está trabajando a base de dinero”, en las JGB, que fueron fundadas hace nueve años y que funcionan en las regiones Altos, Selva, Norte y Fronteriza de Chiapas, donde el EZLN tiene sus bases de apoyo.
Aunque no reciben pagos en dinero, en algunos lugares, las autoridades “reciben apoyo de su pueblo”, con granos básicos o como el “pueblo lo vaya acordando, pero nada de dinero”.
“Y así hemos venido trabajando estos nueve años en lo que es la Junta de Buen Gobierno”, remarca.
En el texto se explica, que para algunas reuniones, donde es necesario trasladarse en vehículo, “si hay transporte pues se va con transporte, si no hay transporte se va caminando”.
El dinero para el traslado de las autoridades “sale de los pocos recursos con que cuenta la Junta, eso sí, así sí recibe su apoyo de su pasaje nada más. Si son 20 pesos, pues su 20 pesos de regreso”.
Los hombres y mujeres zapatistas que trabajan en las JGB, “es por conciencia, por voluntad”, aunque cuando se trata de realizar trabajos comunales, para “organizar la resistencia”, no son tomados en cuenta para estas labores.
En el texto se asienta que dentro del gobierno autónomo, “se manejan también las diferentes áreas de trabajo, como son educación, comercio, salud, comunicación, justicia, agrario, tránsito, proyectos, campamentistas”.
Pero en los gobiernos autónomos funcionan el Banco Popular Autónomo Zapatista (Banpaz) y el Banco Autónomo de Mujeres Zapatistas (Banamaz).
Una de las obligaciones como gobierno autónomo, “es administrar con sinceridad y honestidad, todas las entradas y salidas de los recursos económicos que hay en cada instancia de gobierno”.
En el caso del Caracol II, de la comunidad Ovenic, donde llegan visitantes nacionales y extranjeros, algunos de ellos dejan algunas donaciones económicas, se les da a cambio un recibo por la visita de parte de la Comisión de vigilancia y este documento se manda una copia al Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI) y otra en la JGB.
“Lo que pasa es que todo el dinero que es una entrada tiene que ser con recibo porque si un hermano solidario llega a dar una donación tiene que ser con recibo, porque él tiene que entregar o decir con su colectivo o su organización la cantidad que entregó”, dice el escrito.
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