sábado, junio 02, 2012

Comando armado ejecuta a “El Dedos”

Nehemías Jiménez
Comitán, Chiapas; 1 de junio.- Un hombre de 43 años de edad, fue ejecutado a balazos en el interior de un bar, donde se refugió después de haber sido perseguido por sicarios durante varios kilómetros, informaron autoridades.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 9:00 de la mañana de este viernes, cuando el hoy occiso que respondía al nombre de Alfredo Aguilar Núñez, de 43 años de edad, con domicilio en el barrio Cristóbal Colón y ex conductor de una unidad de transporte que cubre la ruta Comitán – Frontera Comalapa, viajaba en un Volkswagen color blanco, sin placas de circulación precisaron las fuentes policiacas.
Ya lo perseguían
Aparentemente Aguilar Núñez era perseguido por cinco personas que viajaban en un vehículo Volkswagen tipo Jetta, lo que obligó a este a detener su marcha y descender de su automóvil, un Volkswagen Sedan, de color blanco, para correr hacía el restaurant bar “Las Flores”, ubicado sobre la 6ª Calle Norte y 4ª Avenida Poniente, en el barrio de La Cruz Grande y propiedad de Rosenda García Abarca.
Dos ocupantes del Jetta descendieron y siguieron a pie al extinto, hasta darle alcance en la cocina del establecimiento, en donde se presume le tiraron a quemarropa al menos tres disparos de arma calibre 9 milímetros en diversas partes del cuerpo y, tras el ataque, quedó tirado en la cocina, mientras que el agresor salió para subirse en el auto que viajaba.
Los encargados del bar nada pudieron hacer para salvarle la vida al hombre, ya que murió inmediatamente. El cuerpo quedó en medio de un lago de sangre.
“Escuchamos varias explosiones como de triques y salimos a ver lo que sucedía”, contaron vecinos que viven sobre la 6ª Norte y 4ª Poniente, un cruce confluido porque en el área hay varias tiendas, un restaurante y se ubican las casas de los candidatos del PRD y PAN a la alcaldía, Memo Rodas y María de los Ángeles Velasco Gordillo.
Pero los hechos no podían esconderse, en segundos trascendió que un hombre había sido asesinado en el interior del bar Las Flores.
A los pocos minutos se escuchó el ulular de las patrullas que llegaron al sitio para asegurar el restaurante.
Decenas de agentes de la Policía Ministerial, Estatal Preventiva y Municipal, así como de la Secretaría de Marina (Semar), arribaron de inmediato al lugar para participar en las labores de levantamiento del cuerpo, además de acordonar varias calles para evitar el paso de curiosos.
Al mismo tiempo, las autoridades desplegaron un operativo en toda la ciudad para dar con el paradero de los homicidas. “Eran como cinco, pero sólo dos se bajaron persiguiendo al hombre –Aguilar Núñez-“, dijo una persona que alcanzó a ver cuando los supuestos sicarios huían en su automóvil.
Lo conocían como “El Dedos”
“¡Es (alias) El Dedos!”, exclamó una mujer al enterarse que habían matado a Aguilar Núñez, mismo que era conocido por los lugareños con ese mote y que siempre lo acostumbraban ver con botas vaqueras y pantalones de mezclilla.
Durante más de dos horas, una agente del Ministerio Público, participó en las diligencias, para levantar los casquillos, documentar las huellas de los zapatos de los probables sicarios que quedaron alrededor del cuerpo, sobre la sangre aun fresca.
Mientras los trabajos se prolongaban por varias horas, los vecinos comentaban que en lugar frecuentan muchos hombres, que “salen bien borrachos. El otro día uno de ellos que salió y se subió a su carro mató a un niño ahí en la esquina (señala donde está Abarrotes Diego), para huir inmediatamente”.
Hacia las 11 de la mañana, Maura Maricela Rodas López, de 25 años de edad, llegó con su hijo de tres años de edad, al sitio. Se había enterado de que su esposo lo habían matado. La joven mujer estaba inconsolable.
Rodas López, fue abordada a una camioneta de la Policía Ministerial Investigadora y llevada a las instalaciones de la Fiscalía Regional, así como a dos encargados del establecimiento de nombres José Leonel Pérez Ballinas y María Eugenia Castañeda Ozuna, para que rindieran su declaración correspondiente.
Curiosos detenidos
Minutos antes, la Policía detuvo a dos hombres que responden al nombre de Jorge Alberto y Aarón Álvarez Calvo, originarios de la comunidad Allende y del barrio El Amate, de La Trinitaria, porque alegaron que habían recibido un mensaje en su teléfono que habían matado a Alfredo en el restaurante bar “Las Flores”.
Los dos hombres fueron abordados de inmediato por agentes de la Policía Municipal y Ministerial. “Jefe aquí hay dos hombres que dicen que conocían a la persona que asesinaron”, dijo un oficial, refiriéndose a Juan Manuel Céspedes, coordinador de la corporación, que de manera inquisitoria trataba que los hombres respondieran a sus múltiples preguntas.
Un regordete agente de la Policía Ministerial también lanzaba preguntas a los hombres, para saber si estaban vinculados o que sabían del hombre ejecutado.
Los hombres que alegaron no “tener nada que ver” y que incluso estaban dispuestos a que“los detuvieran” porque “eran inocentes”, aceptaron sin ningún empacho ser detenidos y subidos a una patrulla de la Policía Estatal Preventiva, para que siguiera el interrogatorio en la base de la corporación.
No tenía problemas
Unos 45 minutos antes de que el cuerpo fuera sacado del restaurante bar, se presentó Esperanza Núñez Pérez, de 59 años de edad, madre del occiso. “Ay mi hijo, apenas tiene tres días que me fue a visitar”, exclamó tras llegar al lugar acompañada de varias personas.
Núñez Pérez, contó a las autoridades que su hijo era chofer y había laborado en diversas líneas de transporte, sin embargo, desconocía si este tenía algún problema.
Para esa hora también arribaron agentes de la Agencia Federal de Investigación, para tomar conocimiento de los hechos.
Un agente del Ministerio y peritos forenses, dieron fe lo sucedido y realizaron las pesquisas correspondientes, para continuar con las investigaciones, mientras que el ayuntamiento local clausuró el bar.
Mientras tanto el cuerpo el cadáver de la víctima fue llevada al Servicio Médico Forense (Semefo), en donde le practicarían la necropsia de ley.
Ya cuando el cuerpo había sido llevado, un agente de la Policía Municipal abordó a la dueña de la casa, Rosenda García Abarca, que declaró que en algunas ocasiones había visto llegar al sitio a Alfredo, pero que no sabía más de él.
Dijo que parte del lugar donde se ubicaba el restaurante bar lo había rentado a José León Pérez Ballinas y María Eugenia Castañeda Ozuna, hace algunos años.

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