lunes, enero 23, 2012

Obispo Felipe Arizmendi Esquivel

DECLARACION

Ante la situación dramática que viven los tarahumaras en Chihuahua, todos los mexicanos hemos de solidarizarnos con ellos y hacerles llegar nuestra ayuda. Me puse en contacto del obispo de allá, Mons. Rafael Sandoval, y me informó que, por ahora, les están llegando varias cosas, por parte del gobierno, de organizaciones y de la sociedad en general.



Pero una vez que pase la publicidad por la emergencia, que es habitual, muchos se olvidarán de los rarámuris. Por ello, nos exhorta a no preocuparnos si de momento no les podemos enviar alguna ayuda, sino que reunamos lo que la generosidad de nuestro pueblo aporte y se lo remitamos en los próximos días. Pido, pues, a toda la comunidad diocesana que, en la forma que consideren pertinente, apoyemos a estos hermanos, entregando su ayuda económica en sus parroquias, para que, en el momento oportuno, se la hagamos llegar por medio de la diócesis respectiva.
Esta mañana, en el teléfono de mi domicilio, escuché una voz muy agresiva no contra un servidor, sino contra alguien a quien ofenden con palabras altisonantes y le amenazan de muerte. Supongo que es parte de la campaña que hace días se denunció, para desprestigiar y descalificar a un candidato a la gubernatura de Chiapas. No dijeron nombres, y menos se identificó quien hizo la llamada. Pero es muy preocupante que haya mentes y corazones que, con este método ruin y cobarde, amparándose en el anonimato, lancen amenazas contra alguien. Exhorto a las autoridades competentes a investigar este tipo de llamadas telefónicas, pues supongo que la tecnología actual les permite dar con el origen de las mismas, y proceder contra sus autores intelectuales, ya que lesionan la paz social que tanto trabajo nos está costando. Exhorto también a la ciudadanía a no alarmarse por estas llamadas y para nada tomarlas en cuenta, sino conocer y valorar los varios aspirantes a puestos públicos y darles apoyo o negárselos, según sean sus méritos y sus capacidades para un puesto público. Y con nuestra oración, colaboremos para que entre nosotros haya verdad y vida, santidad y gracia, justicia, amor y paz.

+ Felipe Arizmendi Esquivel

Obispo de San Cristóbal de Las Casas

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