F. Darinel
“No me vas a encontrar,
quieres tirar por la calle de en medio.
No me vas a encontrar,
no sé rodar por caminos estrechos.”
Quique González
“¿REALMENTE IMPORTA?”
LOS CAMINOS DE HOY
Del anonimato
En uno de tantos correos anónimos que me llegan y que no publico, porque eso ya lo he convertido en una ley muy personal, no niego que la mayoría de ellos leo, sino es que todos; a veces, y de algunos me río de tanta estupidez que escriben, otros como el bueno de “Charlie”, que es un anónimo tripersonal, que tiene o es tres personas en uno, o sea que bajo ese pseudonimillo tres y hasta cuatro personas se cubren el nombre de forma cobarde, que por cierto ya tengo identificadas a tres de esas gentecitas, digan lo que digan y les moleste hasta donde quieran, al intentar negarlo. Pero bueno les comentaba que de esos anónimos, que obviamente me llegan con falsos nombres, hay algunos que evidentemente algo ofrecen o por lo menos algo preguntan, y preguntan con cierta, mucha o poca razón.
Vale la pena replantear
Una de esas preguntas que surgieron de esos anónimos curiosos fue la siguiente: “¿y quién es ese tal Gilberto Olvera que mencionas? ¿qué merecimientos tendría para ser candidato a la presidencia municipal? y aparte de eso ¿¡¡por el PRI!!?”, preguntas que no diré qué anónimo preguntón, más bien que pseudónimo utilizó, para lanzar al aire estos cuestionamientos, cuestionamientos que por ser bastante bien razonados y bastante bien planteados, merecen una respuesta, haciendo una excepción a una regla que me he impuesto, porque la mayoría de correos electrónicos que recibo, solo son puras mentiras, desahogos de frustraciones sociales y de frustraciones de intentos fallidos de “sueños guajiros”, pero sobre todo contesto a estas preguntas; más allá del planteamiento en sí, porque las respuestas que parecieran tan obvias, serían las clásicas respuestas mal fundadas, así lo considero, y ya que existe una gran posibilidad que se den estas respuestas, las cuales pueden debatirse, entonces bien vale la pena comentar alrededor de ellas, por la trascendencia y por la importancia que estas preguntas y respuestas puedan tener.
Da igual
Al respecto de esas preguntas contesto a ellas lo siguiente: yo creo que en primer lugar las preguntas se me hacen discriminatorias; las tres, porque al cuestionarlo así, con esto pareciera ser que solo a una clase se le está permitido llegar a ser o intentar la presidencia municipal de algún lugar, o en su caso si no se trata de “la clase política tradicional” en particular, por lo menos son “los nuevos grupos”, quienes también ya se contaminaron de “esta creencia”. En segundo lugar y con una relación estrecha a la primera conjetura que hago, afirmo ¿y qué de diferente puede tener este u otros aspirantes? porque si la respuesta es “la experiencia”, a ello respondería ¿experiencia de qué? o ¿para qué?, porque hasta el momento han llegado tanto “experimentados” como “no experimentados” y los resultados no han sido profundamente diferentes, menos por el grado de estudios.
De todos
Así que quienes sean los que aspiren, de donde vengan y por qué partido pretenden hacerlo, solo hay tres respuestas que bien valen la pena consignar: 1.- Quién sea, pero que esté comprobada su honradez, sus ganas de trabajar y sus deseos de servir. 2.- Los merecimientos de cualquiera es que sean mexicanos, que amen la tierra por la que pretenden ser representantes y claro, que no estén siendo perseguidos por la justicia y la ley, y que obviamente ya hayan por lo menos estado cerca de la administración pública, para saber el reto que entraña atender a la población con paciencia y esmero, pero por sobre todo con respeto y consideración y, 3.- Qué de malo tendría que cualquier ciudadano, afiliado a cualquiera de los partidos políticos, pretenda o quiera ser candidato de tal o cual puesto ¿qué no pueden? ¿o necesitan cierta iluminación? ¿o es que acaso dentro de los partidos políticos existen militantes de primera y de segunda?, por estas posibles respuestas, que en realidad se reviran con preguntas, creo que los senderos son los mismos como hace mucho.
Hace falta
En realidad quién sea Gilberto Olvera, o Pedro Pérez o Juan Escutia o “El Ratón Pérez”, eso en realidad no importa, importa de donde vengan, que han hecho, cómo han forjado y formado a su familia, si son hombres o mujeres de buenas costumbres y de pensamientos iguales a sus actos. En realidad importa, en este tiempo de chacales y de falta de fe, importan sus orígenes, su presente y una propuesta real, sana y con deseos de servir a una colectividad deseosa de cambios radicales…hacen falta ciudadanos como él o como muchos otros que tienen legítimas aspiraciones, ahora que el voto tiene la pretensión de ciudadanizarse, porque al final de todo, todos somos ciudadanos y mexicanos al fin.
ALGUNAS VEREDAS
No hay distancia
Hace 36 años, que un día como hoy, partiste y nos dejaste solos en una orfandad falta de toda tu presencia y de tus actos nuestros. Parece tan lejano aquel día y parece como si fuera apenas que ocurrió hace solo unos meses, unos días o solo un año, y solo es lejano, es tremendo y es irrepetiblemente cierto y duro, y vacío, y todavía no te vas, estás aquí con nosotros. Por eso, como dice la letra de esa vieja canción de Leonardo Favio, “Hoy no quiero cantar” y te la dedico a tan poco de que partiste… sea pues:
“Cierro los ojos, lo pienso, hoy no quiero cantar
tantos faltan a mi lado, tantos que me quisieron.
Mi abuelita si me parece verte chaca que chaca
y chaca con tus pantuflas viejas ordenando la casa.
Abuelita milagro que haces pan de la nada,
la forma de mi padre se ha borrosa en la foto
yo no sé, yo no sé si mi padre tan niño muerto
lo que me aprieta la garganta y me ablanda los hombros
o esta dulce melodía que me viene de lejos
y me quita las ganas de hacer cosas.
Pobrecito, pobrecito mi padre tan niño muerto,
no se yo lo hubiera criado de otra manera pienso.
Hoy no quiero cantar, hoy no quiero cantar,
faltan tantos a mi lado, tantos.
Callejón La Madrid, te acordás callejón? aquel malón siestero,
aquel malón siestero, la tropa brava de niños
la evidencia del triste despertar del mañana,
la evidencia de que urge el despertar que espero
tan solo quedé yo, tan solo quedé yo de todo aquello.
No se puede cantar, no se puede cantar
faltan tantos, tantos de los que quise y quiero,
abuelita menuda abuelita milagro que hacés pan de la nada.
Carlos; hoy solo una canción para vos Carlos
ayer tomando mate riendo como locos, hoy solo
una canción carlos mi amigo,
mi amigo abatido, tus ojitos de pibe y tu muerte de barro.
No se puede cantar, no se puede cantar
cuando uno ha visto tanto,
son tantas las verdades, tan pocos los milagros,
besense, bailen, bailen, besense que es muy tierno
y a veces el mañana solo depende de eso
no hagan caso de mi, solo ocurre que…
solo ocurre que hoy no quiero cantar.”
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
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