F. Darinel
“(Yavé) Está alerta
a lo largo del buen camino
para proteger
Antes que nada; aunque debí haberlo hecho ayer, desde este espacio envío mis felicitaciones a todos los albañiles que ayer estuvieron festejando su día, a todos aquellos que gracias a sus manos, a su espalda, a sus hombros, a su cabeza y cuerpo quemados por el sol, por la cal, por el cemento, por la dureza y rudeza que exige este oficio, podemos la inmensa mayoría tener un casa construida, que nos protege del sol, del frío, de la lluvia y de cualquier inclemencia o actividad normal del tiempo. Pero
también envío mi felicitación a los arquitectos e ingenieros civiles que se dedican de lleno a la construcción de casas, caminos y cualquier tipo de obra, así como también para aquellos que no lo son, pero que por diferentes razones ya están inmersos en esos menesteres de la construcción, pues esa actividad que es tan noble como cualquier otra, es tal vez la única que se compara con la de “ese gran constructor”, el Gran Arquitecto del Universo, que nos permite aún seguir en este bello edificio que para nosotros construyó.
“Festejaron”
También por otro lado, no quiero quedarme con las ganas de comentar que esas muestras de “júbilo gringo” por la muerte de Bin Laden, escandalosamente oprobiosas y ofensivas para el mundo, son la mejor muestra de lo que ellos son: soberbios, ebrios de egoismo y despectivos por la vida del resto de nuestro planeta, pues ese jubilo es porque ellos se mostraron ante la opinión mundial como “las pobres, santas e indefensas victimas”, aquel 11 de septiembre del 2001, en donde indudablemente en ese atentado murieron miles de inocentes, que o bien fueron los verdaderos “corderos sacrificados”, o bien quienes inocentemente “pagaron” sin tener deuda alguna, por todas las muertes y abusos que a la tierra deben los verdaderos asesinos de su país, ya que ellos pagaron inocentemente o fueron los corderos sacrificados; insisto, por los pecados de abuso y sangre de los ricos e imperialistas dueños de Estados Unidos, todavía tienen pendiente de cobro, o por la enferma ambición desmedida que los invade, en el caso de que ellos mismos hayan planeado “el ataque a las torres gemelas”.
Fábrica de mentiras
Con esto último casi siempre me he inclinado a creer, porque ese “ataque”, siempre ha estado envuelto en la niebla de la duda, a la que yo; insisto, me adhiero también, más con eso que a nivel mundial, se especula y se habla mucho de que ellos mismos planearon el ataque, para tener “un buen pretexto” para invadir a Afganistán y reinvadir a Irak e ir en pos de negocios y de su petróleo, pues la memoria no debe de olvidar aquel 7 diciembre de 1941, día que ellos, irónica y burlonamente hacia la razón mundial, nombraron como “el día de la infamia”, cuando ellos mismos impulsaron el ataque a Pearl Harbor, pues hasta antes de ese día, los gringos no tenían pretexto para participar en la 2ª guerra mundial, lo cual para ellos era imperioso, pues su economía recién colapsada, en “la gran depresión de los 30’s” estaba por caer nuevamente y entrar a la guerra, asesinar a miles, devastar y “ensayar” por primera vez su nuevo juguete nuclear, nacido del “proyecto Manhattan”, en un campo de pruebas con humanos de verdad, llamado Japón, todo esto era solo por: “cuestión de negocios”.
“El pueblo escogido”
Esos han sido los “santos pretextos” que se han fabricado los gringos, para masacrar y asesinar indiferentemente a miles de millones en distintas latitudes del mundo, pero por sobre todo esa actitud deviene de aquel famoso “destino manifiesto” que dieron a conocer en el siglo XIX, en donde con en esa actitud mocha e hipócrita que los caracteriza, prácticamente John Cotton dio a conocer que ellos; los gringos, “se habían hablado de tú con Dios”, por lo que ellos entonces iniciaron a pregonar: “El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno.” Una filosofía política igual de asquerosa que la teoría del Lebensraum que impulsaban los nazis, la cual justificaba su expansión hacia el este de Europa y Asia Central, e igual de comparable con “la guerra santa” y la práctica del islamismo fundamentalista.
Dos monstruosidades
Así, al final, gringos y talibanes paridos de estas dos abominables ideologías, resultan ser el mismo estiércol, pues si los gringos se erigieron como “la policía del mundo”, que “rescata a los oprimidos y da libertad a las naciones tiranizadas” –como si esto fuera cierto- no tiene nada de diferente de la actitud y pensamiento de las fuerzas de Al Qaeda, que por medio del terror y la muerte pretenden libertar a el mundo de los gringos.
Iguales
No estoy diciendo que Osama Bin Laden fue un mártir y un santo, ni estoy defendiendo su actitud y filosofía cuasi bestial, que rebana oídos y narices a mujeres oprimidas que pretenden liberarse, ni tampoco; a la imbécil manera de Salman Rushdie, estoy pretendiendo faltarle al respeto a la hermosa filosofía de El Corán, que es lo mismo de excelsa que la filosofía de Cristo consignada en La Biblia, y hasta eso, todavía La Biblia es más violenta en sus historias antiguas. Por eso, esos hipócritas gringos no tienen nada que festejar, cuando ellos han sido iguales o peores que este árabe. El verdadero festejo para el mundo; no solo para gringos, árabes, nazis o judíos, vendrá cuando no existan más “ordenes celestiales” que mandan robar naciones: “en razón de tierras prometidas”, “en razón de la superioridad de raza”, “en razón de democracia y libertad para los pueblos y estos sean anexados”, o “en razón de liberar del pecado a los infieles”.
Llegará
Por eso, la que se supone ha sido la muerte de Bin Laden, que lo dudo, pues hasta me atrevo a creer que bien lo pueden tener preso aún, para obtener de él los mejores secretos árabes y así poder joderlos aun más; ya ven que los gringos con tal de lograr lo que quieren, si es necesario echan mano de delincuentes, prostitutas y lo inimaginable, para obtener “victorias” a costa de todo. Ahí está el caso del mafioso Lucky Luciano que fue liberado de la cárcel para ayudar a los gringos en la 2ª Guerra Mundial, y así estos tomaran con facilidad Sicilia, lo cual catapultó el renacimiento de “la mafia” en Sicilia y el reflorecimiento de “la mafia” en gringolandia. Por eso la que; insisto, se supone la muerte de Bin Laden y que los gringos han festejado, no es más que el recordatorio que el mundo lucha por liberarse de ellos y que el mismo mundo espera con ansia el festejo, de cuando nos hayamos liberado de ellos.
Es cuanto
adriancitio@yahoo.com.mx
el caminar de sus fieles.”
Proverbios (2 , 8)
“SANTA HIPOCRESÍA”
LOS CAMINOS DE HOY
Para “los maestros”
Antes que nada; aunque debí haberlo hecho ayer, desde este espacio envío mis felicitaciones a todos los albañiles que ayer estuvieron festejando su día, a todos aquellos que gracias a sus manos, a su espalda, a sus hombros, a su cabeza y cuerpo quemados por el sol, por la cal, por el cemento, por la dureza y rudeza que exige este oficio, podemos la inmensa mayoría tener un casa construida, que nos protege del sol, del frío, de la lluvia y de cualquier inclemencia o actividad normal del tiempo. Pero
también envío mi felicitación a los arquitectos e ingenieros civiles que se dedican de lleno a la construcción de casas, caminos y cualquier tipo de obra, así como también para aquellos que no lo son, pero que por diferentes razones ya están inmersos en esos menesteres de la construcción, pues esa actividad que es tan noble como cualquier otra, es tal vez la única que se compara con la de “ese gran constructor”, el Gran Arquitecto del Universo, que nos permite aún seguir en este bello edificio que para nosotros construyó.
“Festejaron”
También por otro lado, no quiero quedarme con las ganas de comentar que esas muestras de “júbilo gringo” por la muerte de Bin Laden, escandalosamente oprobiosas y ofensivas para el mundo, son la mejor muestra de lo que ellos son: soberbios, ebrios de egoismo y despectivos por la vida del resto de nuestro planeta, pues ese jubilo es porque ellos se mostraron ante la opinión mundial como “las pobres, santas e indefensas victimas”, aquel 11 de septiembre del 2001, en donde indudablemente en ese atentado murieron miles de inocentes, que o bien fueron los verdaderos “corderos sacrificados”, o bien quienes inocentemente “pagaron” sin tener deuda alguna, por todas las muertes y abusos que a la tierra deben los verdaderos asesinos de su país, ya que ellos pagaron inocentemente o fueron los corderos sacrificados; insisto, por los pecados de abuso y sangre de los ricos e imperialistas dueños de Estados Unidos, todavía tienen pendiente de cobro, o por la enferma ambición desmedida que los invade, en el caso de que ellos mismos hayan planeado “el ataque a las torres gemelas”.
Fábrica de mentiras
Con esto último casi siempre me he inclinado a creer, porque ese “ataque”, siempre ha estado envuelto en la niebla de la duda, a la que yo; insisto, me adhiero también, más con eso que a nivel mundial, se especula y se habla mucho de que ellos mismos planearon el ataque, para tener “un buen pretexto” para invadir a Afganistán y reinvadir a Irak e ir en pos de negocios y de su petróleo, pues la memoria no debe de olvidar aquel 7 diciembre de 1941, día que ellos, irónica y burlonamente hacia la razón mundial, nombraron como “el día de la infamia”, cuando ellos mismos impulsaron el ataque a Pearl Harbor, pues hasta antes de ese día, los gringos no tenían pretexto para participar en la 2ª guerra mundial, lo cual para ellos era imperioso, pues su economía recién colapsada, en “la gran depresión de los 30’s” estaba por caer nuevamente y entrar a la guerra, asesinar a miles, devastar y “ensayar” por primera vez su nuevo juguete nuclear, nacido del “proyecto Manhattan”, en un campo de pruebas con humanos de verdad, llamado Japón, todo esto era solo por: “cuestión de negocios”.
“El pueblo escogido”
Esos han sido los “santos pretextos” que se han fabricado los gringos, para masacrar y asesinar indiferentemente a miles de millones en distintas latitudes del mundo, pero por sobre todo esa actitud deviene de aquel famoso “destino manifiesto” que dieron a conocer en el siglo XIX, en donde con en esa actitud mocha e hipócrita que los caracteriza, prácticamente John Cotton dio a conocer que ellos; los gringos, “se habían hablado de tú con Dios”, por lo que ellos entonces iniciaron a pregonar: “El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno.” Una filosofía política igual de asquerosa que la teoría del Lebensraum que impulsaban los nazis, la cual justificaba su expansión hacia el este de Europa y Asia Central, e igual de comparable con “la guerra santa” y la práctica del islamismo fundamentalista.
Dos monstruosidades
Así, al final, gringos y talibanes paridos de estas dos abominables ideologías, resultan ser el mismo estiércol, pues si los gringos se erigieron como “la policía del mundo”, que “rescata a los oprimidos y da libertad a las naciones tiranizadas” –como si esto fuera cierto- no tiene nada de diferente de la actitud y pensamiento de las fuerzas de Al Qaeda, que por medio del terror y la muerte pretenden libertar a el mundo de los gringos.
Iguales
No estoy diciendo que Osama Bin Laden fue un mártir y un santo, ni estoy defendiendo su actitud y filosofía cuasi bestial, que rebana oídos y narices a mujeres oprimidas que pretenden liberarse, ni tampoco; a la imbécil manera de Salman Rushdie, estoy pretendiendo faltarle al respeto a la hermosa filosofía de El Corán, que es lo mismo de excelsa que la filosofía de Cristo consignada en La Biblia, y hasta eso, todavía La Biblia es más violenta en sus historias antiguas. Por eso, esos hipócritas gringos no tienen nada que festejar, cuando ellos han sido iguales o peores que este árabe. El verdadero festejo para el mundo; no solo para gringos, árabes, nazis o judíos, vendrá cuando no existan más “ordenes celestiales” que mandan robar naciones: “en razón de tierras prometidas”, “en razón de la superioridad de raza”, “en razón de democracia y libertad para los pueblos y estos sean anexados”, o “en razón de liberar del pecado a los infieles”.
Llegará
Por eso, la que se supone ha sido la muerte de Bin Laden, que lo dudo, pues hasta me atrevo a creer que bien lo pueden tener preso aún, para obtener de él los mejores secretos árabes y así poder joderlos aun más; ya ven que los gringos con tal de lograr lo que quieren, si es necesario echan mano de delincuentes, prostitutas y lo inimaginable, para obtener “victorias” a costa de todo. Ahí está el caso del mafioso Lucky Luciano que fue liberado de la cárcel para ayudar a los gringos en la 2ª Guerra Mundial, y así estos tomaran con facilidad Sicilia, lo cual catapultó el renacimiento de “la mafia” en Sicilia y el reflorecimiento de “la mafia” en gringolandia. Por eso la que; insisto, se supone la muerte de Bin Laden y que los gringos han festejado, no es más que el recordatorio que el mundo lucha por liberarse de ellos y que el mismo mundo espera con ansia el festejo, de cuando nos hayamos liberado de ellos.
Es cuanto
adriancitio@yahoo.com.mx
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