Frontera Comalapa, Chis; 8 de abril.- El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) realizará un muestreo entre habitantes que viven en los alrededores de la cuenca del Río Grijalva, para conocer los niveles de metales pesados, que podrían tener en la sangre y saber si la actividad minera y uso de agroquímicos y pesticidas, incide en esto.
El doctor en ecología y desarrollo sustentable, Antonino García, dio a conocer que en los próximos meses se llevará a cabo la toma de muestras entre habitantes que viven en la cuenca y conocer si la actividad minera y uso de agroquímicos, afecta en la salud de algunos habitantes que viven en la cuenca del Grijalva.
De acuerdo al estudioso del agua, en la cuenca del Grijalva, que comprende Guatemala, Chiapas y Tabasco, hay 15 mil 135 comunidades.
A lo largo del afluente se ubican las presas Las Angostura, Chicoasén, Nezahualcóytotl y Peñitas, que llegan a producir entre un 25 a 40 por ciento de la energía eléctrica que se produce en México, según dice un informe del Ecosur.
Agrega que las zonas aledañas al Grijalva se ubican áreas con la más alta biodiversidad conocida en México, donde se ubica el 67 por ciento de las especies vivas del país.
El área cuenta con 56 mil 895 kilómetros cuadrados, pero solo el 9.49 por ciento de ésta, se encuentra en Guatemala.
En el departamento (estado) de San Marcos, Guatemala, donde nace el Grijalva, conocido como río Cuilco, el gobierno otorgó una concesión de explotación minera y cinco de exploración, que se ubican en los municipios de Concepción Tatualpa, Ixchiguán, Malacatancito, San Marcos, San Miguel Ixtahuacán, San Pedro Sacatepéquez, Sibinal, Sipacapa, Tacaná y Tajumulco.
Así, el Ecosur realizará el muestreo entre habitantes de algunas comunidades del estado de Chiapas, que se ubican en las colindancias con la frontera con Guatemala, para conocer si hay presencia de elementos químicos peligrosos en la sangre, explicó García.
Manejo integral
Agregó la “gran cuenca del Grijalva”, tiene una metodología de estudio, a través de la Gestión Integral de la Microcuencas, con el fin de recuperar el área y que los habitantes se enfoquen en el manejo de una agricultura orgánica.
De esta forma, la cuenca se ha dividido en tres áreas: La alta, que comprende 70 comunidades que se ubican en los municipios de la región Sierra de Chiapas; la media y baja, éstas ubicadas en el estado de Tabasco.
Actualmente, el Ecosur trabaja con ocho de las 70 comunidades, del área alta, que se ubican en el municipio de Motozintla; en la media, son ocho poblados de los municipios de Huitiupán (Chiapas) y Tacotalpa (Tabasco) y en la región baja se labora en ocho poblados del municipio de Centla.
El proyecto que es financiado por el Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (Conacyt) participa el Ecosur, las Universidades Interculturales de Chiapas y Tabasco, la Universidad de Chiapas, la Universidad Benito Juárez, la Universidad Chapingo, la Universidad de Campeche, el Ciesas y el Instituto Mexicano de la Tecnología del Agua.
En las 24 comunidades se trabaja con los habitantes para que aprendan el uso de prácticas sustentables en la agricultura, con una visión sustentable del ecosistema, con el manejo integral del suelo, bosque, agricultura y ganadería.
Así, en el manejo en las prácticas de ganadería sustentable, se sustituye el paso, por arbustos, con el fin de que se pueda aprovechar más el agua. Un grupo que lleva a esta práctica ya ganó un premio nacional en el manejo de queso y leche orgánica.
En las 24 comunidades donde se desarrolla el proyecto los campesinos ya usan abonos orgánicos y para el consumo de agua potable, se usan desinfectores solares, a través de la radiación solar.
El proyecto se cuenta con un grupo de expertos en el manejo de riesgos, con el fin de orientar a la población en casos de desastres, derrumbes y precipitaciones pluviales extremas.
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