Amín Guillén Flores
Ciudad Comitán.- 27 de abril.- Acceder a una sección del libro de la vida -ya manufacturado en piedra vencida por cincel del mismo material, ya en modificada arcilla del mismo suelo, en poco más de un millar de entes comunitarios o ya en la corteza de los “palos de armadillo”- no solo es extraordinario, sino fabulosa oportunidad que se comparte a través del estudio escrito y publicado para conmemorar el Bicentenario de nuestro país independiente y el Centenario de su revuelta social.
Poner a nuestro alcance casi un centenar de páginas como resultado de treinta años de encomiable
labor, es también todo un esfuerzo que arribó al éxito. De tal manera que Cuyuxquihui se entrelaza
firmemente en la triara con Tajín y Papantla en Veracruz, y es, sin lugar a duda, el modelo a seguir
que contrasta investigación, conservación, protección y difusión del asentamiento prehispánico. Ya lo
indica el título: Cuyuxquihui, patrimonio Cultural y Natural de Totonacapan, y con algo de más
espacio, podría ser también de la humanidad. Astilla del singular legado de los totonacas.
Reconocido trabajo del arqueólogo Omar Ruiz Gordillo y del antropólogo Domingo García García,
que hurgaron historias y leyendas, rocas buriladas y barros que cobraron distintas formas; que
supieron escuchar al reducto del autóctono y que se sumaron a la sencilla, pero significativa solicitud
al mundo de preservar cultura y naturaleza.
En faldas del montón llamado “Cerro Blanco” cuyo paisaje se muestra verde, se hallan los vestigios
de longeva arquitectura mencionada, y bajo sombra de los “Palos de Armadillo”, descansa legendario
el popular “Viejo del Monte”; dueño y protector de montes y animales. Ahí, en el sagrado espacio,
cuna del Insurgente libertario, Serafín Olarte; la corteza de los árboles, agradecida, se desprendió de
sus saberes. Secretos que uno a uno fueron celosamente guardados en libreta vieja, para pronto, con
la nueva edición prensada, se vocifere a los cuatro vientos.
Libro interesante, indispensable en bibliotecas mesoamericanas y continentales. Textos flanqueados
por comunidad organizada, celosa y guardiana de sus raíces.
El arqueólogo comiteco Omar Ruiz Gordillo es maestro en arquitectura y doctor en historia, así como
investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia. El antropólogo Domingo García
García, de raíces totonacas, es miembro de Kantillán: La Casa Sagrada donde los abuelos se reúnen.
Y el libro: Cuyuxquihui, Patrimonio Cultural y Natural de Totonacapan, está editado por el Consejo
Nacional de la Cultura y las Artes, por la Comisión del Bicentenario de la Independencia y
Centenario de la Revolución en México, por el Gobierno del Estado de Veracruz de Ignacio de la
Llave y por el Instituto Veracruzano de Cultura. Esperamos que el ejemplar histórico sea presentado
en Chiapas, específicamente en Comitán de Domínguez.
miércoles, abril 27, 2011
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