jueves, marzo 03, 2011

Catean casa de "Paco Cucharas"

Angeles Mariscal

Frontera Comalapa, Chis; 2 de marzo.- Por "equivocación", efectivos de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chiapas (PGJE), apoyados por efectivos del Ejército Mexicano, irrumpieron violentamente en el domicilio de una familia en el municipio de Frontera Comalapa, con la finalidad de realizar un cateo para combatir la delincuencia organizada. Al final, pidieron disculpas y se retiraron.

El padre de la familia, un maestro de educación física acudió a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) a interponer una queja por el incidente que causó daños materiales en su vivienda y afectaciones sicológicas en su esposa e hijos de 13, 9, 6 y 3 años.





Francisco Humberto Córdova Figueroa narró que la madrugada del 25, un grupo de elementos uniformados de la Fiscalía Especializada contra la Delincuencia Organizada y Secuestro arribó de forma violenta a su casa: “rompieron con marro, la chapa del portón de entrada y cristales de las ventanas, pidiéndonos que saliéramos como si fuéramos delincuentes”.




Dijo que al escuchar todo el escandalo salieron asustados, él, su esposa, sus cuatro hijos y su hermana que se encontraba de visita. De pronto los uniformados estaban todos armados y encapuchados dentro de su domicilio, y otros rodearon su casa para que nadie escapara, según ellos.




Mencionó que si bien no entraron los militares, se pudo percatar de que fuera de su domicilio habían varios elementos color verde olivo a quienes pudo identificar como miembros del Ejército Mexicano.




“Se acercaron con papel en mano diciendo que llevaban una orden de cateo a mi domicilio girado por un juez, al cual les respondí que me enseñaran dicha orden, y pregunte a quien buscaban, que juez había dictado esa orden y que mínimo se identificaran, negándome dicha información”, dijo el agraviado.




Dijo que no se identificó el hombre encapuchado pero si vio que traía una placa de la PGJE, después de unos minutos oyó que se referían a él como el ministerio público. En efecto los uniformados llevaban entre sus documentos la orden de catear una casa que en las fotografías era igual que la suya pero que la dirección era distinta.




Pido ir a su camioneta y sacar sus credenciales para identificarse como docente de educación física, según una credencial que les expidió la Subsecretaría de Educación Federalizada.




“Se la di para identificarme con él, la empezó a cotejar en sus documentos que traía, no conforme me pidió que me identificara con mi credencial de elector, entre al interior de mi casa por mi credencial y se la di, reviso y reviso y le pregunte nuevamente a quien buscan? y me negaron la información”, dijo Córdova Figueroa.




Le dijero que si bien su nombre no aparecía en la lista de personas que llevaban a detener, catearían su casa por ser una orden judicial, se opuso a ello.




“Mis hijos, mi esposa, mi hermana estaban aterrados del miedo y llorando por lo que estaba sucediendo en ese momento, con decenas de policías armados al interior de mi casa, lo cual el temor en mi persistía pero tenia que enfrentar los hechos, mentiría que hicieron destrozos al interior de mi casa, solo los daños que hicieron al entrar a la misma, pero los daños morales y psicológicos en mis hijos, en mi esposa, en mi hermana y en mi ya estaban consumados”, dijo Córdova Figueroa.




Agregó que después de la revisión e investigación y llenado de documentos le pidieron les firmara como testigo de los hechos, al cual me negó y les dijo que mas testigo que sus hijos, su esposa y su hermana habían presenciando estos “hechos no palabras”.




“Levantaron sus actas firmándola entre ellos mismos (policías) tomaron fotos al interior y exterior de mi casa, a mi vehículo que estaba estacionado en garage, a las identificaciones que presentamos los mayores de edad (mi hermana, mi esposa y yo), todo para que al final nos dijeran “no son ustedes las personas que estamos buscando, disculpen”, prosigue con su denuncia.




Córdova Figueroa dijo en su queja ante la CEDH que lleva 12 años en la docencia al igual que su esposa María de los Ángeles Lara Coello, ha incursionado en la política como candidato de PVEM, pero que no se ha ligado a acto delincuencial alguno como para tener que sufrir estos atropellos.




Expuso que la incursión policiaca “por confusión” dañó sicológicamente a sus hijos Daniela de 13, Sofía de 9, Mariana de 6 y Francisco de 3 años de edad, quienes se han despertado con sobresaltos estas últimas noches y han sufrido pesadillas. Ha cuestionado a sus padres si los “hombres encapuchados volverán a llegar a la casa”.




“Llevo una vida digna y mi reputación como persona es honorable, tengo principios y estoy dispuesto a que se me investigue, pero también pido se castigue y se sancione a la persona y/o juez que dio la orden para que entraran a mi domicilio, porque para dar esa orden de entrar al domicilio se debió haber hecho una investigación a fondo de las personas que habitan en la casa denunciada para girar la orden de catear y/o a los investigadores que informaron al juez o a la PGJE”, dijo indignado Córdova Figueroa.




Córdova Figueroa interpuso la queja y la CEDH abrió el expediente número CEDH0193/2011 en contra de la PGJE, quienes según él agraviaron a su esposa, hijos y su persona, al exponerlo a un grave incidente que podría ocasionarles problemas a futuro.


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