miércoles, enero 05, 2011

Desde Los Altos

Fredy López Aréval

El huracán Valls

A Seth Yassir Hernández Vázquez toca restablecer el desbarajuste urbano que dejó el ex edil Jaime Valls Esponda en Tuxtla Gutiérrez, y recuperar la confianza de la ciudadanía en la autoridad. Poco se habla de esto en los medios de comunicación, y eso empeora aún más la credibilidad en las instituciones. Quienes tenemos tres dedos delante de la frente entendemos que el servicio público es más que una mera oportunidad para servir a la comunidad.
Pero Jaime Valls Esponda no lo entendió así. Los tuxtlecos padecen las consecuencias del mal gobierno. Para muchos, Jaime Valls Esponda es el clásico advenedizo político, cobijado por papi, el ministro Sergio Valls Hernández, quien hace valer su linaje y su jerarquía de ministro de la Nación, para que su vástago brinque –sin merito propio y sin mayor compromiso político y social con Chiapas- de un puesto público a otro. Lo único que Jaime Valls Esponda ha demostrado es falta de pericia política, mucha soberbia, y poca empatía con la población. Tal vez sirva de poco hurgar sobre el manejo de los dineros del pueblo, pero por las secuelas que dejó a su paso por Tuxtla Gutiérrez como alcalde, es evidente que no ha administrado de manera eficiente la cosa pública. No hay barrio o colonia donde se le tenga en buena estima; por el contrario, se le endilga la irresponsabilidad del caos urbano que padece la capital del estado. Nunca como ahora Tuxtla Gutiérrez había padecido tal desgarriate. Calles y avenidas reflejan el paso del huracán Valls. Es históricamente importante dejar constancia de ello. No entiendo cómo los capitalinos han permitido tal atropello. Podría pensarse que luego de la irrupción armada del EZLN en la escena política nacional desde Chiapas, los chiapanecos seríamos capaces de construir –entre todos- una nueva cultura democrática, un mejor sistema de pesos y contrapesos, de rendición de cuentas, de mayor participación ciudadana. Pero no es así. Ni siquiera el alzamiento armado logró romper el cordón umbilical de los linajes oligárquicos que se han heredado el poder de padre a hijo desde la colonia. No es el caso de Juan Sabines Guerrero, y eso hay que dejarlo bien claro. El mayor Sabines llegó de Líbano en el siglo XIX, y no pertenece a las castas oligárquicas que han mantenido el poder económico y político en Chiapas desde la llegada de los españoles. Jaime Valls Esponda, sí. Manuel Velasco Coello, sí. Ahora despacha como rector de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach). Veremos lo que deja a su paso… el huracán Valls.
Prestar servicios públicos con eficiencia y calidad, optimizando los recursos, es uno de los compromisos que hizo la presidente municipal constitucional San Cristóbal de Las Casas, de Victoria Cecilia Flores Pérez, al asumir el mandato en ese municipio. Pero cumplir la palabra empeñada es algo difícil, porque durante décadas el PRI mal gobernó ese municipio. Revertir el deterioro y las graves deficiencias en la prestación de los servicios públicos municipales resulta una tarea titánica: el agua potable, el drenaje, el servicio de limpia, el rastro, el panteón, el alumbrado público, los mercados, entre otros, representan un enorme reto que la presidenta Victoria Cecilia Flores Pérez se comprometió a llevar adelante. Pero los sancristobalenses vienen de una administración caótica, corrupta y de mucha soberbia. Tomemos como ejemplo el tema de la basura: por lo menos en los últimos dos trienios, el Ayuntamiento ha sido rehén de los ejidatarios de Previo Santiago, pero más aun de quien durante esos seis años ha estado al frente de este departamento. Hablo de Augusto García, mejor conocido como “Tito” García. Él y nadie más que él ha manejado a su antojo el depósito de la basura (basurero a cielo abierto en Predio Santiago) y el Departamento de Limpia Municipal en San Cristóbal de Las Casas. Pero él también es un reconocido militante priista, al igual que lo es Sergio Lobato García y Mariano Alberto Díaz Ochoa, los presidentes municipales que antecedieron a Victoria Cecilia Flores Pérez. Este personaje ha hecho del depósito de basura un coto de poder para chantajear a la autoridad municipal e imponerle sus reglas. Así tenemos que durante estos seis años “Tito” García no solo manejó el tema de la basura y el Departamento de Limpia Municipal, cuyo sindicato es uno de los más numerosos del Ayuntamiento. Estamos hablando de 300 agremiados, aproximadamente. Eso le ha dado un poder ilimitado de frente a la autoridad municipal. Ha dispuesto de por lo menos 20,000 pesos semanales para refracciones de los vehículos que sirven para la recolección de la basura y de 50,000 pesos semanales en vales de gasolina. Además de ello Augusto García (le dicen también “Tito basura”) ha usufructuado por seis años consecutivos la mina de arena y grava propiedad del Ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas. Se dice que desde esta posición revistió y urbanizo un predio ubicado en la zona de predio Santiago que es propiedad del ex alcalde Sergio Lobato García, ahora diputado federal y delegado nacional del PRI en Chiapas. Ahora la presidenta municipal Victoria Cecilia Flores Pérez ideó un plan alternativo para zafarse de este personaje recolectando la basura y depositándola en un lugar distinto a Predio Santiago, de donde Proactiva (la empresa española que recolecta y trata la basura en Tuxtla Gutiérrez) lo traslada en sus propios vehículos hacia la capital del estado. Pero esto puede resultar sumamente oneroso para las arcas públicas del Ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas. Y es aquí donde yo hago la crítica: tengo en mi poder documentos que comprueban que Mariano Alberto Díaz Ochoa hubo de pagar 12 millones de pesos por la transferencia, traslado y uso del entierro sanitario de Poactiva durante los tres meses que decidió enviar la basura hacia Tuxtla Gutiérrez, como ahora lo hace la alcaldesa Victoria Cecilia Flores Pérez. Esto además de las protestas ciudadanas que ya se han comenzado a generar por el depósito de la basura –para su traslado a Tuxtla Gutiérrez- en un predio cercano a una zona habitacional. Por eso llamamos nosotros a la reflexión ¿Cuánto más se gastará? ¿A quién mas se beneficiara con el manejo de la basura del municipio de San Cristóbal de Las Casas? Es un imperativo trasparentar el destino de los recursos públicos, porque fue un compromiso de la presidenta Victoria Cecilia Flores Pérez en su toma de posesión, pero también es urgente resolver de fondo los problemas que nos aquejan y no dilapidar los recursos del Ayuntamiento, los dineros del pueblo. La pregunta que nos hacemos es: ¿Por cuánto más se seguirá enviado la basura de San Cristóbal de Las Casas a Tuxtla Gutiérrez y cuántos millones de pesos se erogaran por este concepto?

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