F. Darinel
Es el tiempo del frío:
ama, apresúrate.
El viento de las horas
barre las calles, los caminos.
Jaime Sabines
“FÁCIL Y DIFICIL”
LOS CAMINOS DE HOY
Gratificante
Ha sido realmente gratificante que durante este tiempo (lo que va de esta segunda época en Meridiano), que me manden decir, o que sea detenido sobre la banqueta en la que he ido caminando, o de acera a acera, o en el mercado, y como dicen en la tele: “o en el súper”, o en cualquier parte de la ciudad, o en el campo, para que me digan: “oí vos (bueno generalmente son comitecos tradicionales los que me hablan, porque si son personas que han cambiado un poco su forma de hablar o han estudiado, o no son de aquí, me dicen: “oye”), fijate que te leo diario y me gusta mucho lo que escribís –o como escribís- Eso más que cualquier otra cosa, que cualquier otra
situación, inclusive los comentarios no a favor, hasta los de ese cobarde de “El Charli”, que no me da su nombre y que solo se la vive con anónimos, son gratificantes, porque por un lado; sin lugar a dudas y para ser sincero, el ego y la vanidad se elevan cuando los comentarios son a favor, y también para ser sinceros, cuando no son a favor a veces me quedo con la duda de si son con, o sin dolo, y cuando no son a favor pero son veraces, agudos, sesudos y que objetan con certeza, o me enseñan algún ángulo que no vi, y aunque no sea a veces de mi agrado la forma en que me hacen la observación, aun así me llena de regocijo porque sencillamente indica que lo escrito es leído y es referencia y punto de discusión.
Siempre la polémica
Justo ahora que una personal opinión; la de ayer, ha causado y me ha causado (hasta de risa) una serie de reclamos, amenazas y señalamientos, porque no me uní a una opinión y noticia generalizada, y que al respecto también es menester apuntar que no es que tenga un interés personal sobre el asunto, pero en tanto un delito se ha cometido y más un homicidio, si es que lo existe como tal, “los acusados”, de acuerdo a uno de los principios generales del derecho: “son inocentes, hasta que las pruebas no demuestren lo contrario”, y si alguien puede ofrecer “pruebas contundentes”, no apreciaciones o conjeturas bobas o dolosas, mucho menos “dizque” razonamientos incendiarios, pues con toda tranquilidad que acudan a las oficinas de la representación social y las ofrezcan, porque si son contundentísimas y contrarían todo lo escrito ayer, también ofreceré una doble disculpa y dejaré de opinar al respecto, de lo contrario “lo demás, es lo de menos”, en tanto no sea real y aceptable.
De ahí que por ello hoy nuevamente agradezca públicamente a quienes a diario leen y siguen esta opinión, que más allá de ser adulaciones; esas opiniones de las personas que conozco que han sido a favor y en contrario, pero que eso sí de frente me lo han expresado o que a través de correo electrónico, así me lo hacen saber dándome su “santo y seña” reales, me animan a seguir con estas conjeturas.
Sinceramente
Así como opinante, como critico de muchas situaciones y de muchas cosas, que con toda seguridad es bastante arriesgado y suficientemente pretencioso, hoy para todos aquellos que conozco y los que no, pero que a diario leen estas conjeturas y se ríen, se congratulan, aprueban y discordan de mis pendejadas, de mis dislates, de mis audacias, de mi sentir y de mi personal punto de vista, para todos mis: amables lectores, pues me dan esa sincera amabilidad de su preferencia, y dado las polémicas que luego; sin querer he provocado, reitero mi agradecimiento.
Reflexión
Hoy para todos Ustedes y por todas las razones pasadas y las que vendrán, hoy les entrego las fabulosas palabras, que el personaje de caricatura; “Monsieur Anton Ego”, de la película “Ratatouille”, que en la misma cinta, este personaje caricaturesco se desarrolla como crítico de gastronomía, al final de la cinta sentencia unas palabras muy sabias y su forma de cambiar radicalmente y de pedir una disculpa cuando es debido. Aquí estas hermosas palabras: “El trabajo del crítico es sencillo en más de un sentido. Arriesgamos muy poco, y sin embargo usufructuamos de una posición situada por encima de quienes someten su trabajo y su persona a nuestro juicio. Prosperamos gracias a nuestras críticas negativas, que resultan divertidas cuando se las escribe y cuando se las lee.
Pero la cruda verdad que los críticos debemos enfrentar es que, en términos generales, la producción de basura promedio es más valiosa que lo que nuestros artículos pretenden señalar. Sin embargo, a veces el crítico realmente arriesga algo, y eso sucede en nombre y en defensa de algo nuevo.
Anoche experimenté algo nuevo, una comida extraordinaria hecha por alguien único e inesperado. Decir que ese plato y su cocinero pusieron a prueba mis preconceptos equivaldría a incurrir en una subestimación grosera, cuando lo cierto es que ambos lograron conmover lo más profundo de mi ser.
Antes de este suceso, nunca escondí mi desdén por el lema del Chef Gusteau: “cualquiera puede cocinar”. Pero, me doy cuenta; recién ahora comprendo sus palabras. No cualquiera puede convertirse en un gran artista, pero un gran artista sí puede provenir de cualquier lugar.”
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
Es el tiempo del frío:
ama, apresúrate.
El viento de las horas
barre las calles, los caminos.
Jaime Sabines
“FÁCIL Y DIFICIL”
LOS CAMINOS DE HOY
Gratificante
Ha sido realmente gratificante que durante este tiempo (lo que va de esta segunda época en Meridiano), que me manden decir, o que sea detenido sobre la banqueta en la que he ido caminando, o de acera a acera, o en el mercado, y como dicen en la tele: “o en el súper”, o en cualquier parte de la ciudad, o en el campo, para que me digan: “oí vos (bueno generalmente son comitecos tradicionales los que me hablan, porque si son personas que han cambiado un poco su forma de hablar o han estudiado, o no son de aquí, me dicen: “oye”), fijate que te leo diario y me gusta mucho lo que escribís –o como escribís- Eso más que cualquier otra cosa, que cualquier otra
situación, inclusive los comentarios no a favor, hasta los de ese cobarde de “El Charli”, que no me da su nombre y que solo se la vive con anónimos, son gratificantes, porque por un lado; sin lugar a dudas y para ser sincero, el ego y la vanidad se elevan cuando los comentarios son a favor, y también para ser sinceros, cuando no son a favor a veces me quedo con la duda de si son con, o sin dolo, y cuando no son a favor pero son veraces, agudos, sesudos y que objetan con certeza, o me enseñan algún ángulo que no vi, y aunque no sea a veces de mi agrado la forma en que me hacen la observación, aun así me llena de regocijo porque sencillamente indica que lo escrito es leído y es referencia y punto de discusión.
Siempre la polémica
Justo ahora que una personal opinión; la de ayer, ha causado y me ha causado (hasta de risa) una serie de reclamos, amenazas y señalamientos, porque no me uní a una opinión y noticia generalizada, y que al respecto también es menester apuntar que no es que tenga un interés personal sobre el asunto, pero en tanto un delito se ha cometido y más un homicidio, si es que lo existe como tal, “los acusados”, de acuerdo a uno de los principios generales del derecho: “son inocentes, hasta que las pruebas no demuestren lo contrario”, y si alguien puede ofrecer “pruebas contundentes”, no apreciaciones o conjeturas bobas o dolosas, mucho menos “dizque” razonamientos incendiarios, pues con toda tranquilidad que acudan a las oficinas de la representación social y las ofrezcan, porque si son contundentísimas y contrarían todo lo escrito ayer, también ofreceré una doble disculpa y dejaré de opinar al respecto, de lo contrario “lo demás, es lo de menos”, en tanto no sea real y aceptable.
De ahí que por ello hoy nuevamente agradezca públicamente a quienes a diario leen y siguen esta opinión, que más allá de ser adulaciones; esas opiniones de las personas que conozco que han sido a favor y en contrario, pero que eso sí de frente me lo han expresado o que a través de correo electrónico, así me lo hacen saber dándome su “santo y seña” reales, me animan a seguir con estas conjeturas.
Sinceramente
Así como opinante, como critico de muchas situaciones y de muchas cosas, que con toda seguridad es bastante arriesgado y suficientemente pretencioso, hoy para todos aquellos que conozco y los que no, pero que a diario leen estas conjeturas y se ríen, se congratulan, aprueban y discordan de mis pendejadas, de mis dislates, de mis audacias, de mi sentir y de mi personal punto de vista, para todos mis: amables lectores, pues me dan esa sincera amabilidad de su preferencia, y dado las polémicas que luego; sin querer he provocado, reitero mi agradecimiento.
Reflexión
Hoy para todos Ustedes y por todas las razones pasadas y las que vendrán, hoy les entrego las fabulosas palabras, que el personaje de caricatura; “Monsieur Anton Ego”, de la película “Ratatouille”, que en la misma cinta, este personaje caricaturesco se desarrolla como crítico de gastronomía, al final de la cinta sentencia unas palabras muy sabias y su forma de cambiar radicalmente y de pedir una disculpa cuando es debido. Aquí estas hermosas palabras: “El trabajo del crítico es sencillo en más de un sentido. Arriesgamos muy poco, y sin embargo usufructuamos de una posición situada por encima de quienes someten su trabajo y su persona a nuestro juicio. Prosperamos gracias a nuestras críticas negativas, que resultan divertidas cuando se las escribe y cuando se las lee.
Pero la cruda verdad que los críticos debemos enfrentar es que, en términos generales, la producción de basura promedio es más valiosa que lo que nuestros artículos pretenden señalar. Sin embargo, a veces el crítico realmente arriesga algo, y eso sucede en nombre y en defensa de algo nuevo.
Anoche experimenté algo nuevo, una comida extraordinaria hecha por alguien único e inesperado. Decir que ese plato y su cocinero pusieron a prueba mis preconceptos equivaldría a incurrir en una subestimación grosera, cuando lo cierto es que ambos lograron conmover lo más profundo de mi ser.
Antes de este suceso, nunca escondí mi desdén por el lema del Chef Gusteau: “cualquiera puede cocinar”. Pero, me doy cuenta; recién ahora comprendo sus palabras. No cualquiera puede convertirse en un gran artista, pero un gran artista sí puede provenir de cualquier lugar.”
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
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