F. Darinel
Amor, cuántos caminos para llegar a un beso,
qué soledad errante hasta tu compañía!
Siguen los trenes solos rodando con la lluvia.
En Taltal no amanece aún la primavera.
Pablo Neruda
“PA’ LA OTRA”
LOS CAMINOS DE HOY
Destinatario
Esta opinión debe de ser; y es propiamente expresado, una epístola dirigida al actual y presidente electo de Comitán José Antonio Aguilar Meza, independientemente de los planes a futuro que sobre vialidad a dejado ya marcado Eduardo Ramírez. Esta opinión está dirigida hacia él porque el alarmante aumento de atropellados y accidentados a causa del alcohol, excesos de velocidad y la terrible confusión, que orillan al abuso en vías más o menos espaciosas, son una realidad que no debe de quedarse en lo cotidiano y en lo normalmente aceptable, como signo o precio del crecimiento, porque si bien es cierto que aparejado al desarrollo de la ciudades o de las comunidades, está también el aumento de la pobreza, no es dable que aunado también al desarrollo de un pueblo, esté el desorden que en este caso es la mala vialidad existente.
Al frente
El encargo es definitivamente para la administración entrante, no hay para dónde más porque el tiempo ya se termino y el deseo y la voluntad de los encargados de este rubro; en la actual administración, sencillamente no existe, por eso vacío de orden no es raro identificar quienes son los conductores que más abusan de las arterias viales, baste mencionar a cinco ejemplos: En primer lugar están los taxistas que por la necesidad de buscar al pasaje, irremediablemente están con las prisas, pero esto hace que también se olviden del respeto, la buena educación y las esenciales normas de ética vial, súmenle a esto que con el aumento del parque vehicular de automóviles de alquiler, ahora ya es bastante común encontrarse con taxistas ebrios, o ingiriendo bebidas embriagantes; de manera cínica, en esquinas o callejones, reunidos en grupos de; mínimamente, tres vehículos.
Otros dos ejemplazos
Por otro lado están los repartidores de gas, que aparte de la enorme contaminación auditiva que causan, viajan a velocidades inmoderadamente peligrosas –principalmente esos camiones amarillos de don Arnulfo Cordero, que aparte que por su culpa los carritos hamburgueseros, nos quitan unos buenos espacios de estacionamiento en el centro, no controla a sus repartidores cafres-. En tercer lugar están los repartidores de materiales para la construcción; en específico los de las casas que venden cementos y herrería prefabricada para las armazones de los edificios. Estos señores que aparte de inconscientes son sordos a todo tipo de reclamo, incluso al de los mismos policías de tránsito, como el llamado de atención que le realizaron a uno de estos tipos por una agente de vialidad, en la esquina que hacen la 12ª. calle sur poniente y el bulevar Dr. Belisario Domínguez, en donde después de haberle requerido a uno de los “choferes” de Don Manuel Bermúdez que disminuyera su velocidad, este señor de inmediato se convirtió en músico y con su “sacrosanta mano le pinto un violín” a la desvalida policía de tránsito, aparte que les regaló mentadas a todos los que lo increparon y reclamaron su actitud…¿siempre van rápido porque ganan por comisión o porque son muy “ilagüilés”; dijera mi mamá?.
Los dos últimos
En cuarto lugar están los repartidores de pollo, esos que llevan pollos vivos o destazados en uno contenedores rejados de plástico, también me pregunto si corren mucho porque tienen el temor de que se vayan a revivir los pollos que llevan muertos, se vayan a apestar, o porque temen que se les escape la pollada que llevan vivos.
Finalmente ocupan el quinto lugar; vale la pena aclarar no todos, los conductores del transporte público en la modalidad de combis, que parte de lo mal educados que son con el pasaje sus excesos de velocidad y faltas de respeto a las indicaciones viales, los convierten en un peligro constante.
El mal y la cura
Pero todo esto no existiría, ni tendría razón de ser si dejasen de existir tantas avenidas de doble sentido, escasa información en los programas dispuestos pero por sobre todo la poquísima nomina de policías de tránsito y vialidad, patrullas y por si fuera poco la indolencia, la soberbia y las pocas ganas de trabajar que esta coordinación nuevamente dejo; como siempre, como todos los trienios, mucho, pero mucho que desear. Por eso mi querido Toño Aguilar, ya que prometiste que aumentarías las fuerzas del orden, en las cuales indudablemente está la policía de tránsito y vialidad municipal, de lo que estoy seguro harás, no olvides que no solo es número lo que lo hará funcional, si no una adecuada dirigencia, que desde hace mucho Comitán así lo exige.
ALGUNAS VEREDAS
Que no se olvide… otro de Alí Chumacero
A tu voz
Erígese tu voz en mis sentidos
tornándose en mi cuerpo sueño helado,
y me miro entre espejos congelado,
y mis labios en sombra doloridos.
Cuando hablo, mi dolor a ti se vierte,
cálida flor de ceniciento aroma,
y tu voz a mis labios ya no asoma
sino en duro temor de viva muerte.
Porque tu sueño en mí su voz levanta,
y enemigo de luz y de sonido
destroza la palabra en mi garganta;
así al fin en tinieblas alojado,
ciego de ti, tal un árbol vencido
flota mi cuerpo entre tu voz ahogado.
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
Amor, cuántos caminos para llegar a un beso,
qué soledad errante hasta tu compañía!
Siguen los trenes solos rodando con la lluvia.
En Taltal no amanece aún la primavera.
Pablo Neruda
“PA’ LA OTRA”
LOS CAMINOS DE HOY
Destinatario
Esta opinión debe de ser; y es propiamente expresado, una epístola dirigida al actual y presidente electo de Comitán José Antonio Aguilar Meza, independientemente de los planes a futuro que sobre vialidad a dejado ya marcado Eduardo Ramírez. Esta opinión está dirigida hacia él porque el alarmante aumento de atropellados y accidentados a causa del alcohol, excesos de velocidad y la terrible confusión, que orillan al abuso en vías más o menos espaciosas, son una realidad que no debe de quedarse en lo cotidiano y en lo normalmente aceptable, como signo o precio del crecimiento, porque si bien es cierto que aparejado al desarrollo de la ciudades o de las comunidades, está también el aumento de la pobreza, no es dable que aunado también al desarrollo de un pueblo, esté el desorden que en este caso es la mala vialidad existente.
Al frente
El encargo es definitivamente para la administración entrante, no hay para dónde más porque el tiempo ya se termino y el deseo y la voluntad de los encargados de este rubro; en la actual administración, sencillamente no existe, por eso vacío de orden no es raro identificar quienes son los conductores que más abusan de las arterias viales, baste mencionar a cinco ejemplos: En primer lugar están los taxistas que por la necesidad de buscar al pasaje, irremediablemente están con las prisas, pero esto hace que también se olviden del respeto, la buena educación y las esenciales normas de ética vial, súmenle a esto que con el aumento del parque vehicular de automóviles de alquiler, ahora ya es bastante común encontrarse con taxistas ebrios, o ingiriendo bebidas embriagantes; de manera cínica, en esquinas o callejones, reunidos en grupos de; mínimamente, tres vehículos.
Otros dos ejemplazos
Por otro lado están los repartidores de gas, que aparte de la enorme contaminación auditiva que causan, viajan a velocidades inmoderadamente peligrosas –principalmente esos camiones amarillos de don Arnulfo Cordero, que aparte que por su culpa los carritos hamburgueseros, nos quitan unos buenos espacios de estacionamiento en el centro, no controla a sus repartidores cafres-. En tercer lugar están los repartidores de materiales para la construcción; en específico los de las casas que venden cementos y herrería prefabricada para las armazones de los edificios. Estos señores que aparte de inconscientes son sordos a todo tipo de reclamo, incluso al de los mismos policías de tránsito, como el llamado de atención que le realizaron a uno de estos tipos por una agente de vialidad, en la esquina que hacen la 12ª. calle sur poniente y el bulevar Dr. Belisario Domínguez, en donde después de haberle requerido a uno de los “choferes” de Don Manuel Bermúdez que disminuyera su velocidad, este señor de inmediato se convirtió en músico y con su “sacrosanta mano le pinto un violín” a la desvalida policía de tránsito, aparte que les regaló mentadas a todos los que lo increparon y reclamaron su actitud…¿siempre van rápido porque ganan por comisión o porque son muy “ilagüilés”; dijera mi mamá?.
Los dos últimos
En cuarto lugar están los repartidores de pollo, esos que llevan pollos vivos o destazados en uno contenedores rejados de plástico, también me pregunto si corren mucho porque tienen el temor de que se vayan a revivir los pollos que llevan muertos, se vayan a apestar, o porque temen que se les escape la pollada que llevan vivos.
Finalmente ocupan el quinto lugar; vale la pena aclarar no todos, los conductores del transporte público en la modalidad de combis, que parte de lo mal educados que son con el pasaje sus excesos de velocidad y faltas de respeto a las indicaciones viales, los convierten en un peligro constante.
El mal y la cura
Pero todo esto no existiría, ni tendría razón de ser si dejasen de existir tantas avenidas de doble sentido, escasa información en los programas dispuestos pero por sobre todo la poquísima nomina de policías de tránsito y vialidad, patrullas y por si fuera poco la indolencia, la soberbia y las pocas ganas de trabajar que esta coordinación nuevamente dejo; como siempre, como todos los trienios, mucho, pero mucho que desear. Por eso mi querido Toño Aguilar, ya que prometiste que aumentarías las fuerzas del orden, en las cuales indudablemente está la policía de tránsito y vialidad municipal, de lo que estoy seguro harás, no olvides que no solo es número lo que lo hará funcional, si no una adecuada dirigencia, que desde hace mucho Comitán así lo exige.
ALGUNAS VEREDAS
Que no se olvide… otro de Alí Chumacero
A tu voz
Erígese tu voz en mis sentidos
tornándose en mi cuerpo sueño helado,
y me miro entre espejos congelado,
y mis labios en sombra doloridos.
Cuando hablo, mi dolor a ti se vierte,
cálida flor de ceniciento aroma,
y tu voz a mis labios ya no asoma
sino en duro temor de viva muerte.
Porque tu sueño en mí su voz levanta,
y enemigo de luz y de sonido
destroza la palabra en mi garganta;
así al fin en tinieblas alojado,
ciego de ti, tal un árbol vencido
flota mi cuerpo entre tu voz ahogado.
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
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