Ángeles Mariscal
Arriaga, Chis.-Migrantes indocumentados provenientes de Centroamérica, efectuaron una manifestación en la ciudad de Arriaga, para exigir al Estado mexicano garantías de seguridad en su paso rumbo a Estados Unidos, y una investigación exhaustiva para castigar a los autores de la muerte de sus 72 compañeros, ocurrida en Tamaulipas.
Miles de migrantes que entran por Guatemala, se concentran cada año en esta ciudad chiapaneca, donde toman el tren que los conduce al centro del país, para de ahí seguir la ruta hasta llegar a la frontera norte. En este trayecto, relatan que es cuando son víctimas de los grupos dedicados a la delincuencia organizada, quienes los someten a actos de tortura, extorsión y explotación laboral y sexual.
“Aunque haya habido la masacre voy a seguir, me la voy a jugar, la masacre no me va a detener. Si ese es el riesgo que hay que pagar por ayudar a mi familia, lo tengo que pagar”, narró Oscar Robles Mata, originario de Honduras, quien salió de su país el 23 de agosto.
“Cuando salimos ya sabíamos que vamos arriesgando la vida o la muerte, pero quisiéramos que el gobierno de México garantizara nuestra seguridad, porque no somos delincuentes, no vamos a quedarnos en este país, solo vamos de paso buscando trabajo”, explicó el migrante.
Junto con otras personas originarias de diversos países de Centroamérica, Oscar pernoctó durante tres días en la Casa Hogar del Migrante El Señor de la Misericordia, perteneciente a la Iglesia Católica.
En este lugar, en lo que va del año han recibido alimento y orientación casi 5 mil migrantes que esperan subir al tren que sale de la ciudad dos días a la semana, rumbo al centro del país.
Sin embargo la cifra de quienes se quedan a dormir a la intemperie, sobre las vías del tren, o en las llamadas casas de seguridad, que administran los traficantes, es al menos 10 veces mayor.
La mañana del sábado, cuatro días después que se diera a conocer la noticia del homicidio de las 72 personas en Tamaulipas, decidieron participar en una manifestación para pedir al gobierno mexicano les de garantías de seguridad en su paso por este país. Acompañados por el sacerdote Herman Vázquez, los migrantes provenientes del Salvador, Nicaragua y Honduras, recorrieron las vías del tren.
“Ya hay muchas denuncias de organismos humanitarios, en torno a que lo ocurrido contra los 72 migrantes de Tamaulipas está ocurriendo en diferentes lugares de México, con diferentes magnitudes.
“Pero gran parte de la sociedad sigue cerrando los ojos ante este fenómeno, no quieren ver los abusos que pasan en México”, sostuvo el sacerdote, luego de oficiar una oración por las personas muertas.
“Pedimos que el gobierno de mexicano cumpla con la Constitución y con las leyes.
Tiene el Estado la obligación de dar seguridad a todas las personas que transitan por el territorio mexicano, tengan o no tengan documentos”, refirió el sacerdote.
Carlos Bartolo Solís, auxiliar en la administración del Casa Hogar del Migrante El Señor de la Misericordia, narro que esta semana llegaron al albergue dos migrantes hondureños que estuvieron secuestrados por un grupo armado que dijeron ser Zetas, en Tierra Blanca Veracruz.
“Para poder ser liberados sus familiares en Estados Unidos pagaron mil dólares, sus captores los liberaron con la amenaza de que ya no siguieran adelante. Los dos migrantes retornaron a su país. Estas historias suceden a diario, estas y las que narran los abusos sexuales, las torturas a las que son sometidos estas personas”, dijo el activista.
Apenas esta semana, organizaciones que trabajan con migrantes originarias de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Argentina, Colombia, Estados Unidos y México, denunciaron que las violaciones a derechos humanos contra este sector, lejos de disminuir continúan siendo una práctica constante y en crecimiento, derivada de la ausencia de una política migratoria de atención integral en México.
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