miércoles, agosto 25, 2010

B’EJALTIK (Muchos Caminos)

F. Darinel

Dichosos los que sin yerro andan

el camino y caminan según la Ley

del Señor.

Dichosos los que observan sus

testimonios y lo buscan de todo co-

razón, que sin cometer injusticia

caminan por sus sendas.

Sal. 119 (118) ver 1-3

“SECUESTRADOS”

LOS CAMINOS DE HOY

Puede ser

¿Creen Ustedes; amables lectores, en las coincidencias políticas y sociales? porque yo no, sin embargo algunas cosas; eso sí, causalmente ocurren a la par, porque en definitiva estas situaciones se deben a causa y efecto, por eso se le llama causalidad. Así puedo afirmar que a la par de la opinión del día de ayer, estuvieron y están los eventos, también del día de ayer.

Así que ante estos hechos tan contundentes, con iniciar a buscar culpables no solucionamos nada, pero intentando conocer el concepto intrínseco de los líderes y de las dizque organizaciones sociales, tal vez entendamos cómo conciben “la lucha” y las formas de presionar, por parte de estos, y tal vez así entendamos la manera de iniciar a detener esta enorme avalancha de abusos, en detrimento de las libertades de la ciudadanía, porque si no se inician a buscar los mecanismos de ponerle un alto a esta acometida de abusos por parte de ellos, pude ser que entonces la ciudadanía, el común de la ciudadanía, se harte definitivamente de ellos, y deje solo de andar de quejumbrosa en las platicas de café o en los encuentros fortuitos, y de pronto harta de estos abusos se lancen, tal vez en un principio desorganizados, pero luego cada vez mayormente organizados, en contra de estos “robaterrenos” y “tapacaminos” e inicie un violento encuentro civil, causado por la complacencia e indolencia de las autoridades, hasta entonces nadie hará nada.



¿Cuándo?

La pregunta básica es: ¿hasta cuándo?, porque aunque muchos no lo crean, por situaciones que cada vez más se tornan insostenibles y aparentemente sin importancia, iniciaron revoluciones y guerras fratricidas, o guerras civiles.

Chiapas se encuentra en el centro álgido de nuevo, porque las tomas de tierras, las manifestaciones con demostraciones de exceso y abuso, las tomas “astutas” de edificios, las exigencias triunfales de autos de libertad para verdaderos truhanes y facinerosos, y la evidencia de una autoridad que más que permisiva es blandengue y alcahueta, demuestran más que contundentemente; vergonzosamente, una realidad que impide otra vez el avance hacia una paz duradera.Y he ahí que ninguna de las dos partes, autoridad y pueblo, deberían de caer en excesos y deberían; utópicamente, estar en el sano equilibrio social que otorgue las condiciones saludables y necesarias para un sano avance.



Otra vez

La tontería del mal llamado “zapatismo de Chiapas”, fue el detonador de la inestabilidad actual y de una clara transgresión constante a las garantías individuales de los ciudadanos, y no el detonador de un cambio social, porque si así fuera entonces todos saldríamos ganando, pero con esos abusos ¿en dónde quedan las garantías y el respeto para el resto de los ciudadanos? pues si tan solo alguno de Ustedes, respetados lectores, ha estado en algunos de esos, mal llamados también, “municipios autónomos”, que si en realidad quisieran un cambio esos pseudozapatistas, iniciarían por abandonar la figura constitucional del municipio, pero casualmente retomaron esta figura del pacto federal -¡qué vivos!- y en ellos se puede leer una amenaza a la estabilidad social: “aquí el pueblo manda y el gobierno obedece”, un concepto que a todas luces es una amenaza y una muestra clara de anarquía convenenciera, cerrazón y de deseos de logros, aunque sean torcidos, pero que se logren.

Es ese el concepto, con palabras más, palabras menos, con el que gente como Gustavo Gómez Villatoro de “Los Riegos”, inclusive algunos profesores que “luchan” por “el bien de sus compañeros”, comunidades indígenas, “organizaciones antisociales” y todo aquel que tenga o recién forme un grupillo de personas que “luchen” –así le dicen- por permisos para depredar bosques, para invadir las calles con comercio informal, ilegal y antihigiénico, o por obtener cualquier cosa que dista mucho del beneficio colectivo y de la seguridad, logra sus propósitos con el amague y la constante amenaza al orden social.



Regresaron

Ayer como ejemplo de esa blandenguería estatal y tristemente como un mal ejemplo del mayormente “municipio secuestrado” de la entidad, estuvieron el bloqueo de la salida sur, el bloqueo en Cash, el bloqueo en el bulevar y en la entrada de la Dirección de Seguridad Pública Municipal y el bloqueo para entorpecer el intento al cese al doble sentido de la 5ª calle norte, en el tramo El Cedro – periférico oriente; que era una medida más que atinada, y que “la gente” Gustavo Gómez Villatoro evitó, por lo que el marcador de “los partidos” quedó así; si así se puede entender mejor: “El abuso y el exceso” 4, “Los derechos de los ciudadanos” 0, el árbitro fue: “El temor y la complacencia”.

Por eso qué bien hizo Roberto Albores Guillén cuando desarticuló, sin temblarle la mano, esa clara muestra de anticonstitucionalidad con los mal llamados “municipios autónomos”, qué bien hizo que no permitió ninguna “recuperación de predios”, qué bien que no fue un alcahuete del abuso y el robo, y qué bien, aunque nos chingó bastante, Pablo Salazar que de igual forma actúo y en ese tiempo en los caminos y en el común de la sociedad reino más menos el orden, ya que ahora “el permiso” para robar tierras, para impedir pasos y para lo que se imaginen ha ganado, a tal punto que hasta sin autopista San Cristóbal – Palenque se quedó Chiapas.



“Alistándose”

Ahí están también ya otros preparando “sus garras” para vengarse de sus rivales políticos, ahí está Darinel Alvarado preparándose para mantener en estado de sitio –claro, todo está que lo logre- en el próximo año y ocho meses de la futura administración, a La Trinitaria, tal y como se lo organizó y mantuvo en jaque al gobierno del incompetente e indolente Lindoro, así como a la población en general. Ya inició porque no es casualidad que haya enviado a “su gente”, con cámaras fotográficas y toda la parafernalia del chantaje, a “pelear a la brava” la ejecutoria de un laudo.



El punto es el equilibrio

Por eso por un lado los gobiernos no deben de abusar del pueblo y de su nobleza, pero la enseñanza dice que tampoco deben de pactar con las “organizaciones antisociales”, pues si lo hacen, luego éstas “después que toman las manos, luego agarran los pies”. Y como ejemplo está el Estado de México, con San Salvador Atenco, en donde el gobierno déspota de Fox intentó sin consentimiento, sin respeto, sin dialogo y sin consideración, arrebatarles las pocas tierras que tenían, a un puñado de campesinos pobres, que contaban con ellas para su diario sustento. Así, intentó despojarlos, proponiéndoles pagos paupérrimos por sus tierras para construir ahí un aeropuerto de primer mundo, que el hambre y la necesidad de los campesinos evitó, una noche y una mañana, cuando salieron, a la manera de los primeros insurgentes, con no más armas que sus machetes a decir: “no nos quitaran lo que nos da de comer, aun así tengamos que entregar nuestras vidas”, y esto evitó ese tremendo atropello que planeaba Vicente Fox, pero a la larga el temor de la crítica internacional y nacional, y los costos políticos revirtieron las cosas, pues los oprimidos de otro momento, pasaron a ser opresores de los ciudadanos, porque luego San Salvador Atenco se convirtió en un pueblo anárquico, sin respeto, primeramente a el resto de los ciudadanos y por ende a las leyes, se convirtió en una guarida de “pseudozaptistas” y “pseudoguerrilleros”, se convirtió en la residencia oficial de “El Mosh” y “el CGH porro”, se convirtió en la más clara muestra del abuso y el exceso de “la otra parte”, por eso, y qué bueno, fue necesaria la intervención; y hay que decirlo, valiente, de Enrique Peña Nieto, que convirtió nuevamente a Atenco en pueblo y demostró con hechos una verdad que todo político debe tomar en cuenta al acercarse a una sociedad vejada, o a una organización emanada del pueblo, una verdad que Juárez, Díaz, Cárdenas e incluso López Mateos practicaban con diversos principios, pero que al final de todo lo puedo resumir con dos sabios y duros refranes, del refranero popular mexicano: “Con una mano la ley y con la otra el garrote, porque no puede una sin otra; palmada y garrote” y, “ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre”.



Es cuanto.



adriancitio@yahoo.com.mx



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