F. Darinel
Dichosos los que sin yerro andan
el camino y caminan según la Ley
del Señor.
Dichosos los que observan sus
testimonios y lo buscan de todo co-
razón, que sin cometer injusticia
caminan por sus sendas.
Sal. 119 (118) ver 1-3
“INDEFENSOS”
LOS CAMINOS DE HOY
Vuelve a rondar la muerte
El 26 de abril de este año, es la fecha que, entiendo, marcó el inició de una polémica y la vuelta al miedo por parte de los taxistas, que desde entonces y por lo menos cada semana dan la nota por asaltos violentos, que aunque suene frío mencionarlo, es muy común que ocurra. Pero en los primeros minutos del día de ayer, pasada la media noche, nuevamente el miedo reapareció en este gremio, pues estando presente una lluvia pertinaz en toda la ciudad, de pronto fue visto a lo lejos una hoguera, allá por el rumbó de Chichimá, por lo que mucha gente creyó que era alguien que “quemaba basura”, pero esta suposición resultaba ilógica por la presencia de la lluvia y por lo grande de la hoguera, por lo que no faltó quien se acercara hasta la hornaza y se diera cuenta que era un vehículo que ardía, el cual cuando terminó de quemarse, dejó aparecer los restos de un vehículo que se utilizaba para el transporte del servicio público; un taxi de Comitán, que tenía placas de circulación 7019 DHD, con número económico 019 y perteneciente al “Sitio Belisario Domínguez”. Por lo que se apersonaron en el lugar el presidente de “el sitio”, el dueño del vehículo y un representante social, obviando la pregunta obligada que era: ¿y el chofer? el cual desde ese momento quedó en calidad de desaparecido.
Dos revanchas
No fue sino hasta el día de ayer, a eso del medio día, cuando fue hallado el cuerpo sin vida del chofer, quien en vida llevara el nombre de Saúl Domínguez López, una persona de aproximadamente 55 años de edad, quien fue asesinado en el cauce de un arroyo de temporal, que se encuentra en el medio de un robledal cercano en donde ahora se construye el “Parque Temático Infantil”, y quien al parecer fue ultimado por una deuda de 26 mil pesos
Muchos estúpidos, inclusive de su mismo gremio, afirman que lo mataron: “por estaba metido en algo”, justo como afirmaron al respecto del asesinato de otro taxista que respondía al nombre de José Ángel Aguilar Jiménez, quien apareció muerto el 26 de abril de este año, y que fue esa la razón por la que al principio marqué esa fecha como el reinició del miedo en los taxistas de Comitán. Después se conoció el 20 de julio, de este mismo año, que aquel joven chofer fue asesinado en venganza de haber atropellado a alguien, lo que casualmente nos demuestra que los dos homicidios fueron por revanchas, y esto nos hace preguntar: ¿vale la vida de un hombre el rencor?
Una sola respuesta
Pero en base a estos dos lamentables homicidios, vuelven a surgir también las preguntas: ¿desde abril hasta la fecha que han hecho los dueños de los taxis por garantizar la seguridad de sus choferes? ¿qué medidas cautelares físicas; sean de tipo mecánico o electrónicos, implementaron? ¿qué acuerdos suscribieron con las corporaciones policiales y con el consejo municipal de seguridad pública? y así podemos plantear más y más preguntas y la respuesta será siempre la misma… ¡nada! porque al parecer la vida de los choferes que asesinen, o los choferes que murieron era o será “porque están metidos en algo”, sin embargo más allá de que estuvieran “en la mira del rencor y la venganza”, más allá de si fueron ciertas las que se suponen eran “razones” para privarlos de la vida, más allá de todo eso, está el hecho innegable que cualquier asaltante u homicida, con suma facilidad aborde el vehículo que conducen sus futuras víctimas y éstas no tengan medios inmediatos y específicos para pedir auxilio, porque desde hace años cuando fue encontrado muerto otro joven taxista allá por la comunidad de “Campana”, independientemente que se reportaban a radio IMER en un programa nocturno cuando salían fuera de la ciudad y la ciudadanía escuchaba el destino de su viaje, los dueños al igual que entonces, o que en abril de este año, o ahora, es seguro que no hicieron, ni harán nada, porque para tener medios electrónicos de alarma a distancia, o mecánicos, para la defensa de la integridad de la vida de los choferes hay que invertir y eso no es rentable, mucho menos asegurar a estos, puesto que “esto es negocio” y se trata de “ganar”, no de “perder invirtiendo”.
Necesidad
Con tales eventos trágicos, con tal inseguridad de los trabajadores del volante de cualquier turno, es hora que se inicie y se impulse un reglamento que marque y exija las obligaciones y derechos, en todos los aspectos, inclusive desde la contratación de los servicios de los “trabajadores del volante”, que por un lado salvaguarde y asegure la integridad de los pasajeros y por el otro que también garantice la seguridad de estos, no todo tiene que ser ganancia inmediata, porque para ganar más aún, como enseñanza de los japoneses y alemanes que después de la segunda guerra mundial invirtieron para ser nuevamente ricos, y no vaya ser que esa tacañería excesiva les traiga como consecuencia, no de estos días, un paro generalizado de los choferes, a quienes, eso sí, les urge un sindicato para ser defendidos.
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
Dichosos los que sin yerro andan
el camino y caminan según la Ley
del Señor.
Dichosos los que observan sus
testimonios y lo buscan de todo co-
razón, que sin cometer injusticia
caminan por sus sendas.
Sal. 119 (118) ver 1-3
“INDEFENSOS”
LOS CAMINOS DE HOY
Vuelve a rondar la muerte
El 26 de abril de este año, es la fecha que, entiendo, marcó el inició de una polémica y la vuelta al miedo por parte de los taxistas, que desde entonces y por lo menos cada semana dan la nota por asaltos violentos, que aunque suene frío mencionarlo, es muy común que ocurra. Pero en los primeros minutos del día de ayer, pasada la media noche, nuevamente el miedo reapareció en este gremio, pues estando presente una lluvia pertinaz en toda la ciudad, de pronto fue visto a lo lejos una hoguera, allá por el rumbó de Chichimá, por lo que mucha gente creyó que era alguien que “quemaba basura”, pero esta suposición resultaba ilógica por la presencia de la lluvia y por lo grande de la hoguera, por lo que no faltó quien se acercara hasta la hornaza y se diera cuenta que era un vehículo que ardía, el cual cuando terminó de quemarse, dejó aparecer los restos de un vehículo que se utilizaba para el transporte del servicio público; un taxi de Comitán, que tenía placas de circulación 7019 DHD, con número económico 019 y perteneciente al “Sitio Belisario Domínguez”. Por lo que se apersonaron en el lugar el presidente de “el sitio”, el dueño del vehículo y un representante social, obviando la pregunta obligada que era: ¿y el chofer? el cual desde ese momento quedó en calidad de desaparecido.
Dos revanchas
No fue sino hasta el día de ayer, a eso del medio día, cuando fue hallado el cuerpo sin vida del chofer, quien en vida llevara el nombre de Saúl Domínguez López, una persona de aproximadamente 55 años de edad, quien fue asesinado en el cauce de un arroyo de temporal, que se encuentra en el medio de un robledal cercano en donde ahora se construye el “Parque Temático Infantil”, y quien al parecer fue ultimado por una deuda de 26 mil pesos
Muchos estúpidos, inclusive de su mismo gremio, afirman que lo mataron: “por estaba metido en algo”, justo como afirmaron al respecto del asesinato de otro taxista que respondía al nombre de José Ángel Aguilar Jiménez, quien apareció muerto el 26 de abril de este año, y que fue esa la razón por la que al principio marqué esa fecha como el reinició del miedo en los taxistas de Comitán. Después se conoció el 20 de julio, de este mismo año, que aquel joven chofer fue asesinado en venganza de haber atropellado a alguien, lo que casualmente nos demuestra que los dos homicidios fueron por revanchas, y esto nos hace preguntar: ¿vale la vida de un hombre el rencor?
Una sola respuesta
Pero en base a estos dos lamentables homicidios, vuelven a surgir también las preguntas: ¿desde abril hasta la fecha que han hecho los dueños de los taxis por garantizar la seguridad de sus choferes? ¿qué medidas cautelares físicas; sean de tipo mecánico o electrónicos, implementaron? ¿qué acuerdos suscribieron con las corporaciones policiales y con el consejo municipal de seguridad pública? y así podemos plantear más y más preguntas y la respuesta será siempre la misma… ¡nada! porque al parecer la vida de los choferes que asesinen, o los choferes que murieron era o será “porque están metidos en algo”, sin embargo más allá de que estuvieran “en la mira del rencor y la venganza”, más allá de si fueron ciertas las que se suponen eran “razones” para privarlos de la vida, más allá de todo eso, está el hecho innegable que cualquier asaltante u homicida, con suma facilidad aborde el vehículo que conducen sus futuras víctimas y éstas no tengan medios inmediatos y específicos para pedir auxilio, porque desde hace años cuando fue encontrado muerto otro joven taxista allá por la comunidad de “Campana”, independientemente que se reportaban a radio IMER en un programa nocturno cuando salían fuera de la ciudad y la ciudadanía escuchaba el destino de su viaje, los dueños al igual que entonces, o que en abril de este año, o ahora, es seguro que no hicieron, ni harán nada, porque para tener medios electrónicos de alarma a distancia, o mecánicos, para la defensa de la integridad de la vida de los choferes hay que invertir y eso no es rentable, mucho menos asegurar a estos, puesto que “esto es negocio” y se trata de “ganar”, no de “perder invirtiendo”.
Necesidad
Con tales eventos trágicos, con tal inseguridad de los trabajadores del volante de cualquier turno, es hora que se inicie y se impulse un reglamento que marque y exija las obligaciones y derechos, en todos los aspectos, inclusive desde la contratación de los servicios de los “trabajadores del volante”, que por un lado salvaguarde y asegure la integridad de los pasajeros y por el otro que también garantice la seguridad de estos, no todo tiene que ser ganancia inmediata, porque para ganar más aún, como enseñanza de los japoneses y alemanes que después de la segunda guerra mundial invirtieron para ser nuevamente ricos, y no vaya ser que esa tacañería excesiva les traiga como consecuencia, no de estos días, un paro generalizado de los choferes, a quienes, eso sí, les urge un sindicato para ser defendidos.
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
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