F. Darinel
Dichosos los que sin yerro andan
el camino y caminan según la Ley
del Señor.
Dichosos los que observan sus
testimonios y lo buscan de todo co-
razón, que sin cometer injusticia
caminan por sus sendas.
Sal. 119 (118) ver 1-3
“MAL AGRADECIDOS”
LOS CAMINOS DE HOY
¿A quiénes?
Se acerca el día en que se entregará la Medalla Belisario Domínguez, que es la máxima presea que entrega El Senado de la República a los ciudadanos que se han distinguido por haberse destacado con una larga carrera; leyó Usted bien amable lector, una larga carrera, en el campo de las ciencias, las letras, el altruismo, la política y cualquier disciplina en la que hayan destacado de forma por demás sobre saliente, al respecto el prolegómeno básico de el decreto de 1954, a la letra dice así: "Se crea la Medalla de Honor “Belisario Domínguez” del Senado de la República, para premiar a los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad”, es decir no se le da a cualquiera, aunque “a muchos” como les gustaría este premio, pero para eso hay que trabajar muchos años o un caso de heroísmo fortuito y aunque a finales de los 70’s y principios de los 80’s con la enorme estupidez y abuso de López Portillo como presidente de la república, se le otorgó este galardón al ladrón de Fidel Velázquez, y si hizo esto, que no le diera el grado de general de división a “El Negro Durazo” sin haber sido militar, y también le procurara para que le entregaran un reconocimiento “Honoris Causa”, siendo que era un policía analfabeta, violento, ladrón, asesino y amigo personal de López Portillo.
Les duele
De ahí en fuera la medalla se le ha entregado a verdaderos y destacados mexicanos, como símbolo de su entrega y su trabajo hacia México, en memoria de otro mexicano que entregó su vida en aras de la justicia, el orden y el trabajo para México como lo fue Belisario Domínguez. Por eso no es de extrañar que gente que no es de Comitán que llegaron a nuestro terruño “con una mano adelante y otra atrás”, y que después de haber logrado la superación económica, porque la emocional y la intelectual nunca la obtendrán, y ahora que ya “comen con manteca”, o en otros casos que siguen igual de jodidos que cuando llegaron, nunca han parado de denostar nuestra forma de hablar, de ser, de pensar e incluso se esfuerzan en decir que Belisario; nuestro Belisario, no tiene ningún merito para que haya sido y siga siendo reconocido como héroe y mártir civil y héroe de la libertad de expresión, esforzándose constantemente en dar a conocer que Belisario no estudió en “La Sorbona”; lo cual es cierto y fue dado a conocer seriamente por Ulises Párraga Rodríguez y Lucio Alexanderson Joublanc hace más de cincuenta años y no como se quiso “echar el laurel” Alfredo Palacios en nuestra tierra; que cierto analfabeta lo tiene en grado de “master”, porque el deseo de estos tipejos no es una aportación histórica genuina, sino demostrar que Belisario no tiene la valía que tiene y ha obtenido al paso de los años.
“Ese dolor”
En fin Belisario Domínguez; que también es cierto nunca pronunció sus dos celebérrimos discursos, pero que sí los mando a imprimir en Tacuba, e impresos por una valiente joven de origen chiapaneco, fue lo que le valió el ser sentenciado por el dedo tiránico de Huerta, y he ahí en donde el valor de un hombre que en estas arengas escritas tilda de enfermo, alcohólico y demente a Huerta, firmando sus discursos con su nombre, sin miedo y con valor civil, verdadero valor civil, situación que nadie, nadie en aquel momento y en aquellas circunstancias se atrevía a hacerlo, pues tan solo el hecho de pensarlo ponía a temblar a cualquiera y es por esta razón que a la imbecilidad le parece poco que Belisario tenga ese grado de honor.
Claro está que hay enormes hombres que por la libertad de expresión también ofrecieron su vida como el caso de Ricardo Flores Magon, a quien Andrés Falco al saber que se encontraba moribundo en una obscura, pestilente y sucia cárcel gringa le nombro como: “un sol clavado en la sombra”, claro que los hay, pero ya mañana discutiremos más razones de por qué Belisario, nuestro Belisario, el Belisario de México, de la palabra valiente y libre ha trascendido tanto como otros grandes héroes, que es lo que les escalda la cabeza y al pobre criterio a estos muertos de hambre, parásitos de Comitán, que han vivido de él y aun así no saben agradecer lo que les ha dado.
ALGUNAS VEREDAS
¿¡Cómo no!?
No olviden que para divertirse sanamente por la mañana, en estas vacaciones y dentro de la ciudad, la noticia es que si no saben a dónde ir, la opción es divertirse con el 7º arte, el cine, el cual en el conjunto del “Grupo Cinépolis” de la “Plaza Las Flores”, pueden disfrutar desde las 10:30 de la mañana las películas de estreno y mayor éxito mundial. Y por si Usted; amable lector, no lo sabía, pues riegue la voz que ya podemos divertirnos desde temprano. Claro está, si hay tiempo y con responsabilidad.
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
Dichosos los que sin yerro andan
el camino y caminan según la Ley
del Señor.
Dichosos los que observan sus
testimonios y lo buscan de todo co-
razón, que sin cometer injusticia
caminan por sus sendas.
Sal. 119 (118) ver 1-3
“MAL AGRADECIDOS”
LOS CAMINOS DE HOY
¿A quiénes?
Se acerca el día en que se entregará la Medalla Belisario Domínguez, que es la máxima presea que entrega El Senado de la República a los ciudadanos que se han distinguido por haberse destacado con una larga carrera; leyó Usted bien amable lector, una larga carrera, en el campo de las ciencias, las letras, el altruismo, la política y cualquier disciplina en la que hayan destacado de forma por demás sobre saliente, al respecto el prolegómeno básico de el decreto de 1954, a la letra dice así: "Se crea la Medalla de Honor “Belisario Domínguez” del Senado de la República, para premiar a los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad”, es decir no se le da a cualquiera, aunque “a muchos” como les gustaría este premio, pero para eso hay que trabajar muchos años o un caso de heroísmo fortuito y aunque a finales de los 70’s y principios de los 80’s con la enorme estupidez y abuso de López Portillo como presidente de la república, se le otorgó este galardón al ladrón de Fidel Velázquez, y si hizo esto, que no le diera el grado de general de división a “El Negro Durazo” sin haber sido militar, y también le procurara para que le entregaran un reconocimiento “Honoris Causa”, siendo que era un policía analfabeta, violento, ladrón, asesino y amigo personal de López Portillo.
Les duele
De ahí en fuera la medalla se le ha entregado a verdaderos y destacados mexicanos, como símbolo de su entrega y su trabajo hacia México, en memoria de otro mexicano que entregó su vida en aras de la justicia, el orden y el trabajo para México como lo fue Belisario Domínguez. Por eso no es de extrañar que gente que no es de Comitán que llegaron a nuestro terruño “con una mano adelante y otra atrás”, y que después de haber logrado la superación económica, porque la emocional y la intelectual nunca la obtendrán, y ahora que ya “comen con manteca”, o en otros casos que siguen igual de jodidos que cuando llegaron, nunca han parado de denostar nuestra forma de hablar, de ser, de pensar e incluso se esfuerzan en decir que Belisario; nuestro Belisario, no tiene ningún merito para que haya sido y siga siendo reconocido como héroe y mártir civil y héroe de la libertad de expresión, esforzándose constantemente en dar a conocer que Belisario no estudió en “La Sorbona”; lo cual es cierto y fue dado a conocer seriamente por Ulises Párraga Rodríguez y Lucio Alexanderson Joublanc hace más de cincuenta años y no como se quiso “echar el laurel” Alfredo Palacios en nuestra tierra; que cierto analfabeta lo tiene en grado de “master”, porque el deseo de estos tipejos no es una aportación histórica genuina, sino demostrar que Belisario no tiene la valía que tiene y ha obtenido al paso de los años.
“Ese dolor”
En fin Belisario Domínguez; que también es cierto nunca pronunció sus dos celebérrimos discursos, pero que sí los mando a imprimir en Tacuba, e impresos por una valiente joven de origen chiapaneco, fue lo que le valió el ser sentenciado por el dedo tiránico de Huerta, y he ahí en donde el valor de un hombre que en estas arengas escritas tilda de enfermo, alcohólico y demente a Huerta, firmando sus discursos con su nombre, sin miedo y con valor civil, verdadero valor civil, situación que nadie, nadie en aquel momento y en aquellas circunstancias se atrevía a hacerlo, pues tan solo el hecho de pensarlo ponía a temblar a cualquiera y es por esta razón que a la imbecilidad le parece poco que Belisario tenga ese grado de honor.
Claro está que hay enormes hombres que por la libertad de expresión también ofrecieron su vida como el caso de Ricardo Flores Magon, a quien Andrés Falco al saber que se encontraba moribundo en una obscura, pestilente y sucia cárcel gringa le nombro como: “un sol clavado en la sombra”, claro que los hay, pero ya mañana discutiremos más razones de por qué Belisario, nuestro Belisario, el Belisario de México, de la palabra valiente y libre ha trascendido tanto como otros grandes héroes, que es lo que les escalda la cabeza y al pobre criterio a estos muertos de hambre, parásitos de Comitán, que han vivido de él y aun así no saben agradecer lo que les ha dado.
ALGUNAS VEREDAS
¿¡Cómo no!?
No olviden que para divertirse sanamente por la mañana, en estas vacaciones y dentro de la ciudad, la noticia es que si no saben a dónde ir, la opción es divertirse con el 7º arte, el cine, el cual en el conjunto del “Grupo Cinépolis” de la “Plaza Las Flores”, pueden disfrutar desde las 10:30 de la mañana las películas de estreno y mayor éxito mundial. Y por si Usted; amable lector, no lo sabía, pues riegue la voz que ya podemos divertirnos desde temprano. Claro está, si hay tiempo y con responsabilidad.
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
1 comentario:
Hola Darinel:
Me aficionaré a tu columna. Por ahora muy bien ¡claro! que muy bien.
Martha Amescua
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