lunes, julio 12, 2010

La CEM pide ayudar a damnificados

Amalia Avendaño

San Cristóbal de las Casas, Chiapas, 10 de julio.- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) convocó a todas las arquidiócesis y diócesis de México a “hacerse solidarias” con quienes sufren la desgracia por las lluvias en el norte del país y “fortalecer la capacidad de respuesta de las Iglesias hermanas que se han visto directamente afectadas”.

En una carta distribuída en todo el territorio mexicano, el arzobispo de Tlanepantla Victor Rene Rodríguez y presidente de la CEM, así como el obispo auxiliar de Texcoco Carlos Aguiar Retes y secretario general de la CEM expresaron que “la Iglesia, por su vocación samaritana, no puede permanecer insensible ante el sufrimiento de las personas que se ven afectadas en sus bienes, en su trabajo y en los recursos para su subsistencia”.

Informaron que las Iglesias particulares que han sido especialmente afectadas, la Arquidiócesis de Monterrey y las diócesis de Piedras Negras, Nuevo Laredo, Matamoros y Ciudad Victoria, todas ellas pertenecientes a la Provincia Eclesiástica de Monterrey, ya han comenzado a movilizarse para atender las necesidades más urgentes, “sin embargo, como todos sabemos, además de la atención de la primera fase de emergencia en la que la asistencia inmediata es un imperativo, es necesario acompañar la rehabilitación y reconstrucción de las comunidades afectadas para que sus habitantes puedan volver a la normalidad de sus vidas.

Como en ocasiones similares, hacen un llamado a la solidaridad “ con nuestros hermanos en desgracia” afectados por el paso del huracán “Alex”, el primero de los pronosticados para la temporada de huracanes de este año, que impacto cn los estados de Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila, causando graves daños materiales a la población.

Los jerarcas católicos consideran que “afortunadamente los sistemas de prevención de emergencias se activaron oportunamente y aunque lamentablemente se han registrado algunos decesos, los daños causados en vidas humanas son mínimos. No así, los daños materiales, que han obligado a la evacuación de numerosas familias ante las inundaciones provocadas por las intensas lluvias y por el necesario desfogue de las presas”.

La provisión de bienes en especie será atendida por las diócesis más cercanas a la región afectada para evitar gastos innecesarios en los traslados por grandes distancias y se recomienda a quienes quieran colaborar que den su aportación económica a la cuenta de emergencias de la organización “Caritas Mexicana I.A.P, número 100, sucursal 746 de Banamex.

La CEM agrega que junto a esta exhortación de caridad invita a dar lugar en nuestra reflexión y acción pastoral “al imperativo ético del cuidado de la creación y a promover la reconciliación del hombre con la naturaleza”.



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