martes, julio 13, 2010

B’JALTIK (Muchos Caminos)

F. Darinel

Corro por el camino de tus mandamientos,

porque me diste generosidad de corazón.

Señor, enséñame la senda de tus preceptos

y hazme caminar hasta el fin por ella.

Sal. 119 ver 32, 33

“RENOVACIÓN”

LOS CAMINOS DE HOY

El arribo

Para escribir de Socoltenango; el sexto caso al cual también atiné, en primer lugar es necesario voltear a mirar las elecciones en donde salió electo Ramiro Mazariegos, actual presidente municipal de este lugar, quien por cierto es el presidente más joven de toda la región que analizamos.

Apuntaba pues que Ramiro Mazariegos llegó a enfrentar a una férrea y a la vez anquilosada estructura priísta, a la que venció con facilidad por su empuje, juventud, entusiasmo y entrega, pero también por el hartazgo de la población en contra de este partido, por sobre todo en contra de quienes lo han dirigido en este municipio. De esta forma venció y airoso tomó posesión de la alcaldía, desde donde mantuvo a la estructura que lo llevó al triunfo, en el entendido de que el mantenimiento de la estructura significó en buena medida emplearla y tenerla cerca, en donde esta no tardó en estancarse.



A medir la fuerza

Para conocer la fuerza de esta estructura, llegó el 2009 y con este año las elecciones federales para elegir diputados, y fue ese momento político el que estaba listo para calar esa estructura y conocer la fortaleza de la misma, la que en un primer moento se mostró recia ante la elección y ante los vectores políticos de conducción. Sin embargo se subió esta estructura a la embarcación de la nueva aventura electoral decididamente y con convicción, aunque si así no hubiese sido de todos modos tendría que hacerlo, debido a que no podía dejar pasar por alto esa “prueba” y conocer cómo andaban para las elecciones del 2010.



Estaba débil

Así pues, llegaron las elecciones del 2009 y la perredista estructura ganadora que llevó al triunfo a Ramiro Mazariegos, hubo de “morder el polvo” ante el embate de un priísmo unido que lo aventajo por poco más de 800 votos, en tanto este equipo perredista se quedó mil 171 votos a su favor y por debajo de ellos quedaba el panismo con 555 votos, lo que significó una afrenta tremenda para este equipo humano-político, que durante esta elección en el pecado de la confianza excesiva, demostrada en que la campaña se desarrolló en un ambiente de falta seriedad y francachelas constantes, llevó la penitencia de la derrota y del honor ultrajado, sonrojado, pero por sobre todo vencido.



Otra vez la división

Esa vergonzosa derrota llevó a los generales de la estructura a “sentar” a los principales actores, operadores y dirigentes de la misma, para analizar las razones del revés sufrido, en tanto el priísmo se regocijaba de que pronto estarían nuevamente en el poder, solo que estos no contaban con Arely Madrid y Albores Gleason, a quien este último todos los priístas le brindaron su respaldo durante su campaña proselitista y de quien esperaban un respaldo bueno y correcto. Pero como apuntaba, este priísmo nunca imaginó que “el fresa” apoyara a quien menos se imaginaron, a Etelvina Nájera, una mujer que con el antecedente de haber abanderado en dos ocasiones al PRD, y de quien se rumora, Gleason está casi emparentado con ella, por lo que así Etelvina Nájera sería la que encabezaría las siglas priístas, haciendo a un lado a Fernando Basaul, un priísta de cepa y quien se había partido el alma por Albores Gleason, lo cual marcó el principio del fin de ese efímero triunfo, pues el PRI socolteco se enfermó de la peor y más incurable enfermedad que lo ha aquejado en los últimos nueve años… la división.



Vino de la tumba

Pero esta no fue la única clave de su derrota en estas elecciones a presidente municipal, sino que la estructura perredista de la derrota anterior sacó ventaja, pues analizó todos y cada uno de sus errores, los cuales inmediatamente solucionó, disciplinó y corrigió, según fuera el caso y así fue como el vencido perredismo, el anquilosado en dos años, la poco seria estructura se renovó y vino de sus cenizas, para dejar solo cenizas del PRI, pues la ventaja de más de 1000 votos así lo confirmó y ahora Juan Luis Avendaño se apresta nuevamente a dirigir a un municipio que en un primer momento le retiró su confianza, pero que ahora se lo entrega nuevamente, después de haber corregido el rumbo.



Es cuanto.



adriancitio@yahoo.com.mx



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