F. Darinel
Y es que hombres como yo
no se libran de tal hora;
de la hora que les habla así:
¡Solo ahora recorres tu camino de grandeza!
¡Cima y abismo son ahora una y la misma cosa!
Federico Nietzsche
(“Así hablaba Zaratustra”)
“ESTADO DE SITIO”
LOS CAMINOS DE HOY
Hipocresía
Bueno, llevo casi dos años comentando sobre los abusos y excesos de esos grupos de delincuentes que se hacen llamar organizaciones sociales, mismas que pecaminosamente utilizan las efigies de Emiliano Zapata o Morelos, o Lucio Cabañas o “El Che”, o cualquier verdadero revolucionario y luchadores sociales que se lanzaron a la lucha armada o social, sabedores que en ello les iba la vida, pero obviamente lo hicieron con planeación, con premeditación, con preparación, con mesura y en su momento con energía, coraje y valor, con el objetivo claro de cumplir ideales caros y riesgosos, pero sanos y de gran valor político.
Bajo esa y con esa falsa máscara se mueven ahora los líderes de los grupúsculos de delincuentes, autollamados luchadores sociales, que después que alguien los buscó por primera vez para negociar con ellos y así “aportaran sus votos”, desde entonces solo han sido tomados en cuenta como simples misceláneas de sufragios, sin importarle a los políticos, cuando van en su busca, “las mentiras por las que luchan”, que se suponen son grandes ideales, que a ellos; a los mismos pseudodirigentes, es a quienes menos les importa, y eso es lo que los ha convertido en verdaderos delincuentes, a quienes todo se les perdona y quienes todo se les permite, incluso si en ello se pone en riesgo el honor y la dignidad de terceros.
Ejemplos
Pero aun más, ya que todos estamos inmersos dentro de esta vorágine de pobreza, de crisis, de inseguridad y de tanto y tan lamentable problema social, en donde también se encuentran inmersas estas mal llamadas “organizaciones sociales”, es claro que se cumple a cabalidad el refrán mexicano de: “a río revuelto, ganancia de pescadores”, justo como lo que ha ocurrido en las revueltas armadas de México; por citar algunos ejemplos: Francisco Villa, que ha llamado e invitación del gobernador de su estado; el de Chihuahua, le fueron perdonadas todas sus fechorías de salteador y consumado asesino y le fue otorgado el grado de coronel, con el cual se levantó en armas “en nombre de la Revolución” y secundando los intereses de un acaudalado hacendado que era Francisco I. Madero; o el caso de José Inés Chávez en Michoacán, que aprovechando que ese estado era de los principales en la revuelta cristera, Chávez “en el nombre de Dios”; un verdadero asesino, ladrón y bandido, llegaba por las noches a los pueblos y mataba, robaba, violaba y destruía todo lo que a su paso dejaba, pero eso sí, ostentaba el grado de general y tenía un estado mayor y hacia todo esto “en el nombre de Dios” y he ahí que el crudo cuento de José Revueltas, inspirado en esta verdad, porque esa era la descarnada realidad de esos atropellos que a nombre de un ser supremo se hacían; fue lo que llevó a titular irónicamente a su relato como: “Dios en la tierra”.
Y qué decir de los pseudozapatistas que en nuestro estado, inclusive dejaron sin tierra a gente pobre y con escasa cantidad de tierra, y que al amparo de “soy o somos zapatistas”, lo cual es una verdadera ofensa a el General Zapata, se han robado tierras de gente bien pobre, cobran peajes en retenes, obtienen botines de guerra y todo lo que se imaginen.
Por “deudas”
De ahí que insista que estos delincuentes, estos falsos líderes, que no son otra cosa que “los machines de la banda”, no líderes, aprovechando esta tremenda crisis, enarbolando ideales, efigies, principios y llevándolos como ariete, y aprovechando esta situación de inseguridad, de blandenguería, de alcahuetería y de deudas electorales, hacen y deshacen a su antojo, y todavía así hay quienes se atreven a defenderlos y decirme en anónimitos cobardes, a través del blog de MERIDIANO 90, que ellos son “luchadores sociales” y están indefensos, que no hay que criticarlos, “que sí, que tienen sus errorcitos” pero que son perdonables y hasta fáciles de ignorar, o como otro pusilánime que mañana, aunque dije que desde el lunes de hace 9 días le iba contestar como era debido, pero que sin dilación mañana le contesto, que se atreve, el muy cobarde, a citar a Chomsky defendiendo a estos pandilleros, o era el pretexto para desahogar sus pobres frustraciones que su cobardía no le permite decirlo o expresarlo con su nombre verdadero. Pero en fin que son unos delincuentes, eso no hay duda, que tienen amagada a las policías, que roban, que se autoerigen como ley y castigan ellos mismos a sus enemigos, que le escupen a la policía en su propia casa, que se permiten vender piratería, que cobran o impiden el peaje de vecinos, que pintarrajean paredes, que golpean e insultan a aquellos que consideran que los bloqueos son un atropello y se atreven a intentar cruzarlos, que incluso, hasta estupideces como recuperar a un perro, lo hacen a nombre de Zapata y la libertad; que roban predios, que se posicionan en sedes internacionales y “presionan bien” para que liberen a los verdaderos “líderes delincuentes”, y que solo así con ese miedo y por no pasar una “vergüenza internacional”, los gobernantes en ipso facto los liberan, porque este revuelto tiempo lo permite y porque por sobre todo “esas deudas electorales” tienen que pagarse, aun a costa de la seguridad y de un constante amague que tiene sitiada a nuestra sociedad y a nuestra dignidad.
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
Y es que hombres como yo
no se libran de tal hora;
de la hora que les habla así:
¡Solo ahora recorres tu camino de grandeza!
¡Cima y abismo son ahora una y la misma cosa!
Federico Nietzsche
(“Así hablaba Zaratustra”)
“ESTADO DE SITIO”
LOS CAMINOS DE HOY
Hipocresía
Bueno, llevo casi dos años comentando sobre los abusos y excesos de esos grupos de delincuentes que se hacen llamar organizaciones sociales, mismas que pecaminosamente utilizan las efigies de Emiliano Zapata o Morelos, o Lucio Cabañas o “El Che”, o cualquier verdadero revolucionario y luchadores sociales que se lanzaron a la lucha armada o social, sabedores que en ello les iba la vida, pero obviamente lo hicieron con planeación, con premeditación, con preparación, con mesura y en su momento con energía, coraje y valor, con el objetivo claro de cumplir ideales caros y riesgosos, pero sanos y de gran valor político.
Bajo esa y con esa falsa máscara se mueven ahora los líderes de los grupúsculos de delincuentes, autollamados luchadores sociales, que después que alguien los buscó por primera vez para negociar con ellos y así “aportaran sus votos”, desde entonces solo han sido tomados en cuenta como simples misceláneas de sufragios, sin importarle a los políticos, cuando van en su busca, “las mentiras por las que luchan”, que se suponen son grandes ideales, que a ellos; a los mismos pseudodirigentes, es a quienes menos les importa, y eso es lo que los ha convertido en verdaderos delincuentes, a quienes todo se les perdona y quienes todo se les permite, incluso si en ello se pone en riesgo el honor y la dignidad de terceros.
Ejemplos
Pero aun más, ya que todos estamos inmersos dentro de esta vorágine de pobreza, de crisis, de inseguridad y de tanto y tan lamentable problema social, en donde también se encuentran inmersas estas mal llamadas “organizaciones sociales”, es claro que se cumple a cabalidad el refrán mexicano de: “a río revuelto, ganancia de pescadores”, justo como lo que ha ocurrido en las revueltas armadas de México; por citar algunos ejemplos: Francisco Villa, que ha llamado e invitación del gobernador de su estado; el de Chihuahua, le fueron perdonadas todas sus fechorías de salteador y consumado asesino y le fue otorgado el grado de coronel, con el cual se levantó en armas “en nombre de la Revolución” y secundando los intereses de un acaudalado hacendado que era Francisco I. Madero; o el caso de José Inés Chávez en Michoacán, que aprovechando que ese estado era de los principales en la revuelta cristera, Chávez “en el nombre de Dios”; un verdadero asesino, ladrón y bandido, llegaba por las noches a los pueblos y mataba, robaba, violaba y destruía todo lo que a su paso dejaba, pero eso sí, ostentaba el grado de general y tenía un estado mayor y hacia todo esto “en el nombre de Dios” y he ahí que el crudo cuento de José Revueltas, inspirado en esta verdad, porque esa era la descarnada realidad de esos atropellos que a nombre de un ser supremo se hacían; fue lo que llevó a titular irónicamente a su relato como: “Dios en la tierra”.
Y qué decir de los pseudozapatistas que en nuestro estado, inclusive dejaron sin tierra a gente pobre y con escasa cantidad de tierra, y que al amparo de “soy o somos zapatistas”, lo cual es una verdadera ofensa a el General Zapata, se han robado tierras de gente bien pobre, cobran peajes en retenes, obtienen botines de guerra y todo lo que se imaginen.
Por “deudas”
De ahí que insista que estos delincuentes, estos falsos líderes, que no son otra cosa que “los machines de la banda”, no líderes, aprovechando esta tremenda crisis, enarbolando ideales, efigies, principios y llevándolos como ariete, y aprovechando esta situación de inseguridad, de blandenguería, de alcahuetería y de deudas electorales, hacen y deshacen a su antojo, y todavía así hay quienes se atreven a defenderlos y decirme en anónimitos cobardes, a través del blog de MERIDIANO 90, que ellos son “luchadores sociales” y están indefensos, que no hay que criticarlos, “que sí, que tienen sus errorcitos” pero que son perdonables y hasta fáciles de ignorar, o como otro pusilánime que mañana, aunque dije que desde el lunes de hace 9 días le iba contestar como era debido, pero que sin dilación mañana le contesto, que se atreve, el muy cobarde, a citar a Chomsky defendiendo a estos pandilleros, o era el pretexto para desahogar sus pobres frustraciones que su cobardía no le permite decirlo o expresarlo con su nombre verdadero. Pero en fin que son unos delincuentes, eso no hay duda, que tienen amagada a las policías, que roban, que se autoerigen como ley y castigan ellos mismos a sus enemigos, que le escupen a la policía en su propia casa, que se permiten vender piratería, que cobran o impiden el peaje de vecinos, que pintarrajean paredes, que golpean e insultan a aquellos que consideran que los bloqueos son un atropello y se atreven a intentar cruzarlos, que incluso, hasta estupideces como recuperar a un perro, lo hacen a nombre de Zapata y la libertad; que roban predios, que se posicionan en sedes internacionales y “presionan bien” para que liberen a los verdaderos “líderes delincuentes”, y que solo así con ese miedo y por no pasar una “vergüenza internacional”, los gobernantes en ipso facto los liberan, porque este revuelto tiempo lo permite y porque por sobre todo “esas deudas electorales” tienen que pagarse, aun a costa de la seguridad y de un constante amague que tiene sitiada a nuestra sociedad y a nuestra dignidad.
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
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