domingo, mayo 09, 2010

¡No soy culpable de lo que me acusan!

Sólo soy un instrumento del abuso del poder para fines políticos

Este mes de mayo de 2010, se consuma la decisión del Presidente Felipe Calderón de extraditarme a los Estados Unidos de América, en abierta violación a la Constitución General de la República y al Tratado de Extradición entre México y ese país.

Además, después de casi nueve años de prisión, en un juicio indebidamente prolongado, del que derivó en primera instancia una sentencia absolutoria en la que se estableció claramente que no tuve ninguna relación con narcotraficantes, ni cometí delito alguno de narcotráfico, por intervención dolosa de diversos servidores públicos de la Procuraduría General de la República y con las mismas pruebas ya juzgadas, se modificó esa sentencia, condenándome en principio y sin sustento legal, a 36 años nueve meses de prisión, reduciendo después esta pena a 32 años tres meses, y dejándola hasta este momento en 28 años 9 meses de prisión, lo que a mi edad resulta cadena perpetua.

Desde fines del año 1998, en que se inició la maquinación perversa en mi contra, he estado luchando jurídicamente y con paciencia, en espera de que actuando conforme a Derecho, las autoridades Federales me procuraran y administraran la justicia que la ley dispone.

De manera vergonzosa, esas autoridades han vulnerado el Estado de Derecho para condenarme a prisión de por vida y extraditarme, por lo que hoy que concluyen su objetivo, considero importante hacer las aclaraciones pertinentes respecto a mi inocencia, con la publicación de las constancias que demuestran que no existe sustento legal para la condena ni para la extradición, que las pruebas en mi contra fueron fabricadas con hechos delictuosos que se ha probado que son falsos y que durante los Gobiernos de los Presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, se han dado resoluciones contra Derecho para crear conmigo un culpable con fines político electorales y de justificación en la fallida lucha contra el crimen.

Las únicas pruebas que existen en mi contra son dichos de testigos protegidos de la Procuraduría General de la República, que en contubernio con servidores públicos de esta institución, emitieron declaraciones durante la integración de la averiguación previa (de fines de 1998 a marzo de 1999), declarando esos testigos protegidos hechos delictuosos evidentemente falsos, como ha quedado plenamente demostrado por mis abogados defensores.

Con el apoyo de esos testigos, la PGR me acusa de que protegí a una organización criminal en sus actividades de introducción de cocaína procedente de Colombia, y el envío de esta droga a los Estados Unidos de América.

Una vez màs, niego tajantemente las acusaciones que dolosamente hace en mi contra la Procuradurìa General de la Repùblica, y demuestro mi afirmación con pruebas contundentes que consisten en documentos oficiales y privados, así como en gran número de testigos, cuyos detalles pondré a disposición en breve y una vez que me sea autorizado por mis abogados, dado el sigilo que por ahora requiere la defensa, en la página oficial de internet www.mario-villanueva-madrid.net

No quiero dejar pasar la oportunidad de dirigirme a mis paisanos, y a todos los que me conocen y creen en mi inocencia, para reiterarles una vez más que soy ajeno a todo lo que se me imputa. He cometido errores, como todos en esta vida, pero nunca he colaborado con narcotraficantes.

A partir de hoy, seguiré con mi lucha en otro país, confiando en que las autoridades de los Estados Unidos de América me escuchen y permitan defenderme como es debido. No pido ningún tipo de privilegio, solo que me escuchen y luego procedan conforme a derecho. De ser así, estoy seguro que nos veremos muy pronto.

Les envío un fuerte abrazo. Hay Mario para rato. No me quiebro. Sigan intercediendo por mí ante el Todopoderoso, el único ante el que hay que inclinar la cabeza.

Con todo mi afecto.

MARIO ERNESTO VILLANUEVA MADRID


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