miércoles, abril 07, 2010

Un muerto en ataque a oficina de la PGR

Toño Aguilar, Nehemías Jiménez y F. Darinel

Ciudad Cuahtémoc, Chis; 6 de abril.- Cuatro hombres con fusiles de asalto, que se cubrían el rostro con pasamontañas atacaron las oficinas de la PGR en Las Champas, que arrojó una persona muerta y una herida.

El incidente ocurrió a las 21:30 horas, cuando los hombres encapuchados que portaban fusiles de asalto, llegaron a pie y se plantaron frente a las oficinas de la Procuraduría General de la Republica (PGR),y de una distancia de unos 15 metros abrieron fuego contra las personas que se encontraban dentro.



Se sabe que un agente federal que se encontraba al interior del inmueble, logró repeler el ataque, hiriendo a uno de los sicarios.



Durante varios minutos, los atacantes, de acuerdo a peritos de la Procuraduría de Justicia del Estado, que portaban fusiles AK-47 y R-15, lograron disparar hasta en más de 40 ocasiones, los cuales impactaron en la fachada, para luego huir.



En segundos, los hombres huyeron con dirección a Guatemala, sin que pudieran ser detenidos, pero se sabe que uno de los agresores resultó herido, por los rastros de sangre que quedaron en el lugar de los hechos.



La Procuraduría General de la República (PGR) dio varias versiones de los hechos.



Una de estas indicaba que una camioneta pasó frente a las oficinas de la dependencia y abrieron fuego para huir inmediatamente.



Y la más creíble es que los encapuchados abrieron fuego a corta distancia de las oficinas de la PGR.



En las oficinas se encontraban al menos cuatro personas identificadas como José Raúl Flores Molina, de 23 años, Aurelio González, Eduardo Ruiz Molina y Jaime Alfredo Ordaz.



Al momento de los hechos hubo intercambio de disparos en ambos sentidos, dijeron testigos.



“Se escucharon muy fuerte los disparos de arma de fuego. No sabemos quiénes están disparando. Estamos encerrados en nuestras casas y negocios”, narró un habitante de Las Champas, justo en el momento de la agresión.



Lo cierto es que después del ataque José Raúl Flores Molina, de 23 años de edad, originario de Tuxtla Gutiérrez, recibió tres impactos de bala en cráneo, cuello y tórax, dejándolo gravemente herido.



Fue así que compañeros de Flores Molina, lo subieron a una camioneta Nissan tipo Pick Up, de color blanco y placas de Jalisco, para trasladarlo al hospital de Comitán.



En el camino fueron interceptados por una unidad de socoro de la Cruz Roja, a donde dispusieron al herido; sin embargo al pasar por la cabecera de La Trinitaria, Flores Molina perdió la vida.



Se supo que el hoy occiso realizaba trabajos de reparación del sistema de aire acondicionado de la oficina, en el momento que se perpetro la agresión.



Inicialmente se dijo que Flores Molina, era oficial de la Agencia Federal Ministerial, pero los mandos de la PGR aseguraron que era un técnico en aire acondicionado del

Sistema de Refrigeración Norte, de la colonia Los Laureles, de Tuxtla Gutiérrez.



En el lugar de los hechos quedaron esparcidos los casquillos de los cartuchos percutidos y las herramientas de trabajo del extinto y sus compañeros.



El jefe de la oficina de Las Champas de la PGR, Jaime Aguilar Aguilar, declara ante un Ministerio Público en torno al incidente.



Hasta el lugar acudió el agente del Ministerio Público, Héctor Antonio Trejo López, para ordenar el traslado de la víctima al Servicio Médico Forense.



El federal que enfrentó a los sicarios recibió un “rozón” a la altura del pecho, sin que pusiera en riesgo su vida.



Autoridades mexicanas podrían solicitar el apoyo con la Policía Nacional Civil de Guatemala, dado que la agresión se dio a tan sólo 100 metros, de la línea divisoria entre estos dos países.

Vacían oficinas

Mientras que agentes de la Procuraduría de Justicia del Estado realizaban las indagatorias correspondientes, agentes federales vaciaban las oficinas de la Procuraduría General de la República (PGR), llevándose toda la documentación oficial.

Dentro de lo asegurado, también fueron retirados objetos personales, dentro de las que se encontraba una estatua de “San Judas Tadeo”, a la que se aferraba un agente federal que abandonaba el lugar.

También fueron aseguradas las herramientas de trabajo del técnico fallecido, las cuales al momento de la agresión, quedaron esparcidas en el umbral de las instalaciones de la AFI.

Para auxiliar el trabajo de los peritos y el resguardo del lugar de los hechos, decenas de militares, agentes estatales y federales acordonaron y realizaron patrullajes en el área en búsqueda de pistas del grupo armado.

Algunos comerciantes temerosos, solo observaron a distancia y de igual forma del lado guatemalteco, detrás de la pluma que divide la frontera, se encontraban decenas de curiosos observando el alboroto policíaco.

Solo una pareja de centroamericanos se atrevió a cruzar frente a los policías, y de reojo, atestiguaron cómo desocupaban las oficinas federales.




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