Cafetaleros comprometidos con agricultura orgánica

Ángeles Mariscal

Frontera Comalapa, Chis; 19 de abril.- Cafeticultores de la sierra de Chiapas comprometidos con comercio justo y agricultura orgánica, plantearon la problemática que representa la competencia con empresas trasnacionales y el cambio climático que ha afectado la producción en su región.

Ante una comisión francesa integrada por representantes del ministerio de medio ambiente, diputados del congreso de ese país, y la coordinación de Comercio Justo del Gobierno de Francia, los cafeticultores de las cooperativas Comon Yajnoptic, Ramal Santa Cruz, Triunfo Verde, Cesmach y La Unión el Triunfo, unos mil 600 productores, pidieron fortalecer los proyectos y actividades ambientales, sociales y económicas con ese país.

Los franceses visitaron la Reserva de la Biosfera El Triunfo, donde habitan y producen los cafeticultores, a fin de conocer el proceso de producción orgánica del café, que realizan pequeños productores campesinos, de la zona de Ángel Albino Corzo y La Concordia.

Ante sus invitados, los campesinos recordaron que las cooperativas de café en la sierra iniciaron desde 1970, pero fue hasta 1996 cuando la organización Campesinos Ecológicos de la Sierra Madre de Chiapas SC (Cesmach), logró su primera certificación orgánica, y en el 2000 el ingreso al sistema de comercio justo.

Explicaron que en estos años han tenido avances y crecimientos, como la instalación de una planta de beneficio seco de café pergamino Unión El Triunfo, y la coordinación con otras organizaciones sociales del estado y del país.

“En estos años de trabajo las organizaciones de productores de café de la sierra se conciben cada vez más como verdaderos actores del desarrollo integral (…) mejorando así las condiciones de vida familiar, sin demeritar o comprometer los recursos naturales que cada día son más escasos y valiosos para la humanidad y el planeta mismo”.

Sin embargo añaden que mientras avanzan en la solución de diversas problemáticas, se presentan nuevos retos y nuevas realidades, como la entrada de las empresas privadas trasnacionales al llamado mercado sostenible y el comercio justo.

“La capacidad de control y manejo de la cadena de suministro de las trasnacionales, es muchísimo más fuerte que la de las organizaciones más sólidas y vanguardistas, lo que está llevando hacia la deserción de productores, la disminución de volúmenes de acopio, de producto para la venta”.

Añaden que a esta problemática se une el hecho de que estas trasnacionales están también cooptando programas y apoyos gubernamentales, “con lo cual las posibilidades de crecimiento y aún de permanencia de las organizaciones de pequeños productores cada vez se observa más difícil y de riesgo”.

“Otro asunto de mucha preocupación para las organizaciones de cafeticultores es el cambio climático, fenómeno que cada vez se deja sentir con mayor fuerza en la región, y con lo cual los pequeños productores ven disminuidos sus ingresos, al ser afectada la calidad y cantidad de las cosechas”.

Refieren como la presencia de huracanes ha afectado los terrenos donde están los cafetos, mismos que se han deslavado hasta erosionarse.

Ante estas problemáticas los cafeticultores de la sierra pidieron la cooperación de los ambientalistas, parlamentarios y empresas que pugnan en Francia por el comercio justo, a fin de que hagan llegar su mensaje a quienes apoyan este tipo de proyectos.

En la visita estuvieron Chantal Jacqueline Nadie Jouanno, Ministra de Ecología de la República Francesa y consejeros del parlamento francés, además de representantes de la asociación Max Havelaar, del comercio Justo de Francia.

En el encuentro Joaquín Muñoz Martínez, presidente de Comercio Justo Francés de la Asociación Max Havelaar señaló que la comisión francesa tuvo a bien “a descubrir cómo el comercio justo y agricultura orgánica pueden apoyar a familias cafeticultoras, comprometidas con el ámbito social y medio ambiental y las comunidades que producen este café que va un destino de un consumidor que también se compromete con un café más caro que producen estas familias”.

Los desafíos en Francia se observan que hay que conservar el medio ambiente, aunado a los proyectos sociales que les dan sostenimiento a las familias campesinas “hay consumidores en Francia dispuestas a pagar caro un café en la medida que estas comunidades sigan pagando fuerte”, señaló el visitante.

El representante de Comercio Justo en Francia comentó que México ha sido el país pionero en donde nació la certificación del comercio justo como un sello, que ofrece a los pequeños propietarios organizados una mayor garantía de que el producto logrará los precios valorados, por encima del producto convencional.

Reconoció el trabajo de la Unión de cafeticultores de la región Frailesca por las buenas prácticas que hacen las familias, actualmente, en el proceso de producción del café, “una economía solidaria y respetuosa del medio ambiente”, dijo Muñoz Martínez.

Cabe destacar que en Francia el 5 por ciento del consumo de café es sobre café orgánico y certificado con el sello de comercio justo, según un productor y comercializador del grano, integrante de la comisión francesa.



El café de la Unión de cafeticultores Unidos se comercializa hacia los Estados Unidos y Europa, actualmente han logrado tener una mayor infraestructura con un beneficio seco y centro de acopio. El año pasado lograron exportar 30 mil quintales de café, teniendo una derrama de 60 millones de pesos con café Arábiga y Bobón, cultivado de 900 a 1600 sobre el nivel del mar.

A la fecha el mercado japonés también ha manifestado interés en la compra de café que se siembra en la zona de amortiguamiento de la Reserva de la Biosfera El triunfo, donde 3,500 hectáreas ha tenido una transición a cafeticultura orgánica, en la última década, señaló la organización CESMACH.

“El beneficio de comercio justo es que tenemos un precio justo donde si el café plaza se desploma, se mantienen el precio de comercio justo, se ve el beneficio a nuestras familias”, señaló el presidente de la misma Sixto Bonilla Cruz.