Amalia AvendañoActeal, Chiapas, 22 de diciembre.- Al conmemorarse 12 años de la masacre de Acteal, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos hizo un llamado al Estado Mexicano a “que ponga fin a la impunidad que persiste en el caso y garantice el derecho a la justicia, a la verdad y a la reparación” de las víctimas, deudos y sobrevivientes.
La ceremonia que cada año realizan los tsotsiles para honrar a las víctimas y demandar esclarecimiento y castigo para los responsables en esta ocasión fue diferente porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación argumentando irregularidades en el proceso legal ordenó la liberación de 29 personas que habían sido sentenciadas culpables tras ser señaladas por los sobrevivientes como participes de la masacre.
El representante en México de la oficina diplomática, Alberto Brunori calificó la matanza perpetrada por paramilitares en los Altos de Chiapas como “el hecho más cruento de la historia reciente de México” y dijo que ningun Estado “puede olvidar una masacre de ese tipo, son 45 muertos, es un número relevante por no decir grave, evidentemente el olvido no se admite simplemente, ni aquí ni en ningún lado”.
Agregó espera laa respuesta de las autoridades mexicanas a su llamado a esclarecer el caso que aún no esta cerrado, “espero evidentemente una respuesta… No he visto que se llegue a una sentencia firme, para la oficina no puede ser un caso cerrado, si se han cometido errores u omisiones en la investigación alguien tiene que pagar. Después de tantos años no he visto todavía a algún responsables de estos errores u omisiones”, reiteró.
En el escenario donde fueron abatidos con armas de fuego 15 niños, 21 mujeres y 9 hombres, ahora convertido en tumba y altar, el diplomático dijo que su presencia es “para reiterar la solidaridad de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos con las víctimas de la masacre, las y los sobrevivientes, sus familiares y seres queridos”.
La ceremonia de aproximadamente 5 horas inició con una peregrinación y culminó frente a las fotografias y los nombre de las víctimas, con la participación de 500 personas, entre indígenas, activistas de distintos movimientos sociales de México y representantes de agrupaciones solidarias de otros países.
En su intervención el obispo de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas Felipe Arizmendi Esquivel, considero una “burla y una vergüenza” que por “minucias legales” se haya exonerado a los responsables de “un crimen tan horrendo”.
“Nos sigue doliendo lo que pasó el 22 de diciembre de 1997, y nos indigna que a pesar de su culpabilidad en lo hechos pasados aquí, algunos hayan sido liberados, amparándose en deficiencias jurídicas del procedimiento penal”.
A nombre de la comunidad, Sebastián Perez Vazques de la agrupación Las Abejas a la que pertenecían las victimas, recordó que sus compañeros fueron masacrados cuando oraban por la paz, por negarse a tomar las armas en contra de los integrantes del Ejército Zapatista.
A 12 años de de pedir justicia, “al dolor de la muerte y a la rabia de la impunidad se añade la burla de los jueces que se dicen supremos representantes de la justicia y dejan libres a unos asesinos como si fueran inocentes”, dijo el líder indígena.
Reiteró la vocación pacífica de la organización que mantiene su esperanza por encontrar la justicia con el apoyo de quienes los han acompañado en estos 12 años.
Posteriormente los asistentes develaron un monumento para decretar a la comunidad “Sitio de Conciencia para la Humanidad” perteneciente a la Red internacional de sitios de conciencia, integrada por movimientos sociales de distintos países.
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