Escándalo en casa de edil

Un altercado se registró antes de la media noche, en la residencia del edil Eduardo Ramírez Aguilar, cuando una patrulla de la VII Región Militar interrogó y trató de detener al vigilante del domicilio de nombre Alfredo “N”.

Todo inició cuando la patrulla del Ejército pasó frente a la casa de Ramírez Aguilar y después de haberse detenido justo en el semáforo, los oficiales se percataron de la presencia de hombre que vestía de paisano, con una chamarra de color negro y una cachucha de beisbolista.

Fue entonces que el militar al mando ordenó a sus subalternos a descender para conocer si el hombre tenía permiso para portar arma de fuego y justo a ahí detonó el escándalo.

Al parecer, los militares intentaron detener a Alfredo “N”, pero no lo consiguieron, porque en ese momento llegaron mandos de la Policía Municipal y el propio edil para identificar al vigilante.

Por fortuna, las cosas no tomaron otro matiz y al final, el vigilante no fue arrestado, por la oportuna presencia de Ramírez Aguilar, que se percató de lo que ocurría.

Pero mientras tanto, algunos militares tomaros posiciones de seguridad alrededor del domicilio.

Después del escándalo, el vigilante continúo con su labor en la residencia como si nada hubiese pasado.

Se espera que este jueves el edil Ramírez Aguilar de su versión de los hechos, aunque anoche adelantó detalles ante algunos reporteros.

Por lo pronto, se espera que personal jurídico del ayuntamiento interponga una queja por lo ocurrido, en contra de “malos elementos” militares que ponen en mal a una institución como es el Ejército.

Aunado a esto, se supo que la patrulla del Ejército que pasó frente a la casa del edil, pertenece a un agrupamiento que recién llegó de otra región del país, para el combate a la delincuencia organizada.

En días pasados, varios organismos civiles y organizaciones sociales se han quejado de la excesiva presencia militar, de los allanamientos y patrullajes de los militares en los municipios de Freontera Comalapa, La Trinitaria y Comitán, pero sobre todo, de daños psíquicos a niños.