Nehemías JiménezComitán, Chis; 15 de noviembre.- Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) de la diócesis de San Cristóbal, se movilizaron para pedir cese a la actividad minera en la Sierra y Frontera y “alto” a la militarización de las comunidades.
Los feligreses católicos que participaron en la peregrinación que salió del entronque a Tzimol y culminó frente a la parroquia a Santo Domingo, pidieron por la paz en Chiapas.
Durante la romería, los católicos pidieron a la feligresía de a “unirse en oración”, para pedir por la paz en Chiapas.
Durante más de tres horas, los hombres, mujeres y niños de Frontera Comalapa, La Trinitaria, La Independencia, Las Margaritas, Maravilla Tenejapa y otros municipios, caminaron con flores y pancartas, para pedir que cese las calumnias y falsas acusaciones en contra de sacerdotes y agentes de pastoral de la diócesis de San Cristóbal.
Concretamente se refirieron a las calumnias a los párrocos de Venustiano Carranza, Jesúes Landín y Juan Manuel Hurtado, del equipo diocesano en Ocosingo y Altamirano.
Por lo mismo, pidieron estar unidos “en esta hora”, con los obispos Felipe Arizmendi Esquivel y Enrique Díaz Díaz.
Uno de los participantes leyó un documento dirigido a los agentes de animación y agentes pastorales, donde piden no perder la esperanza, renovar y fortalecer el “compromiso de nuestras opciones evangélicas acompañando al pueblo de Dios”.
También pidieron mantenerse unidos en los postulados que emanaron en el III Sínodo Diocesano, para “descubrir la acción de Dios en la realidad chiapaneca y nacional”.
Pero también trabajar en los procesos de reconciliación, para buscar soluciones pacíficas en las comunidades a través del diálogo.
Regaron “discernir críticamente la información que los medios de comunicación transmiten (…) y ser muy claros en nuestra opción por la justicia y la verdad como cimientos para la paz y la reconciliación”.
Pero los fieles criticaron el despliegue militar que se ha dado en comunidades de Frontera Comalapa y La Trinitaria, en las últimas dos semanas.
Pidieron cese a la actividad minera en poblados de las regiones Fronteriza y Sierra, porque han generado la contaminación de manantiales y afluentes como el río Grijalva.
Al final de la peregrinación, los católicos participaron en una celebración eucarística en el templo de Santo Domingo.




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