lunes, octubre 19, 2009

La noche que ejecutaron a dos traficantes

Comitán, Chis; 18 de octubre.- En una de las convulsionadas calles de Coatepeque, Guatemala, integrantes de un grupo armado interceptaron a dos “guías”, que llevaba un grupo de centroamericanos a México. “No se metan con es carga, porque es de nosotros”.

La advertencia consternó a Omar Arodi López Zavala, de 30 e Iván Alexander Rosales Carreto, de 29, que por más de un lustro “trasladan” desde Centroamérica a México a grupos de inmigrantes que buscan llegar a los Estados Unidos.

A las pocas horas, los dos jóvenes se olvidaron de las amenazas y con el grupo de extranjeros serpentearon las montañas de Quetzaltenango, continuaron hacia Huehuetenango, para luego esperar el momento propicio para ingresar a México.

Los datos que han recabado las autoridades mexicanas y guatemaltecas, indican que a partir de que López Zavala y Rosales Carreto recibieron las amenazas del grupo armado, los siguieron en su trayecto hacia la frontera con México.

Los “guías” no tuvieron la más mínima sospecha de que eran vigilados durante dos días desde que partieron de Coatepeque, una localidad en la costa de Guatemala.

Todo parecía tranquilo, hasta que los jóvenes, se internaron a México, por el municipio de La Trinitaria y tomaron una carretera de terracería que enlaza la zona caliente del municipio, con la zona de Lagos de Montebello.

Cayó la noche del 12 de octubre. A lo lejos, Omar podía divisar el lucerío de los poblados, cuando se percató que un vehículo los empezó a seguir.




Los torturaron




En unos minutos, el vehículo de los inmigrantes ya no pudo avanzar y varios hombres bajaron para someter a Iván y Omar, que fueron obligados a detenerse a un lado de la carretera.

Ahí, los agresores increparon a los jóvenes traficantes de personas y a cada pregunta sobrevenían los golpes.

Ya exhaustos, los jóvenes fueron asesinados y sus cuerpos abandonados a la vera del camino.

El grupo de inmigrantes que viajaba con Iván y Omar se dispersó por varios rumbos.

Hay versiones de que algunas mujeres que viajaban con Iván y Omar fueron ultrajadas, pero ninguna autoridad pudo comprobar este hecho, además de que nunca se conocieron a las agraviadas.

Dos de los inmigrantes consiguieron llegaran a Comitán y en el primer retén de la policía contaron lo que había pasado.

A las pocas horas la Procuraduría de Justicia tomó el caso y se instrumentó un operativo de búsqueda de los cuerpos de Iván y Omar que permanecían en un tramo de la carretera Las Delicias, en estado de descomposición.

El hedor había atraído las aves de rapiña, pero ningún poblador de la región se percató de la presencia de los cadáveres.

Un ministerio público ordenó el traslado de los cuerpos al Servicio Médico Forense de Comitán.

El miércoles los cuerpos de Iván y Omar llegaron a Coatepeque, con la ayuda del Instituto Nacional de Migración (INM) y del gobierno de Chiapas, donde fueron inhumados en el cementerio de la localidad.

Las autoridades de la Procuraduría de Justicia del Estado no saben nada de los autores de la ejecución de los jóvenes traficantes.





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