F. Darinel
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
Antonio Machado
“JUSTICIA SORDA Y CIEGA”
LOS CAMINOS DE HOY
Reflexión
Hace cerca de 2000 años Ulpiano definía al derecho como “dar a cada quien lo que corresponda”. En algunas pláticas y discusiones he discrepado con ello, y aunque algunos me dicen “qué quien soy yo para cuestionar ese concepto”, pues alguien que cree que quien lo dijo es un ser humano y por tanto proclive a errar, puesto que considero que esa definición es más propia para justicia, a quien le viene bien: “dar a cada quien lo que corresponda”, aunque darle a cada quien lo que le corresponda en la práctica del derecho solo es una utopía.
Antecedente
Pues al parecer el barrio Los Ocotes, allá en La Trinitaria, ya se convirtió en la meca de perversos y ruines.
Apenas hace un mes este diario dio a conocer un acto totalmente vergonzoso y bajo, en la comisión del delito de violación por parte de un tipejo a quien le apodan “El Chilo”; allá en ese barrio, y quien aprovechando las altas horas de la noche, en las que terminó un baile al que asistieron dos hermanas, en donde una de ellas salió a llamar a sus papás, a través en un teléfono público que se encontraba en una obscura calle, para que fueran por ellas; situación que fue aprovechada por este animal, para llevársela por la fuerza a un terreno y ahí violarla, delito que fue querellado por parte de la agraviada y por los padres de la misma, pero que debido a obscuras razones no fue receptuada y atendida esta queja, como debiera de hacerse, por parte de las representaciones sociales de La Trinitaria, Comitán e inclusive Tuxtla. Y no fue sino hasta que se hizo del dominio público; a través de MERIDIANO, esta anómala situación, que la queja fue atendida.
Macabra coincidencia
“El monstruo de Amstetten” o “Carcelero de Amstetten” fueron los motes con los que el mundo conoció a Josef Fritzl, aquel austriaco quien vivía en el pequeño poblado de Amstetten, y por ello los motes, y quien mantuvo por cerca de 24 años cautiva en el sótano de su casa a su hija Elizabeth, a la que violó durante este tiempo y quien de esa incestuosa relación tuvo 7 hijos. Perversa relación, que según indagatorias, su esposa e hijo conocían y ocultaban en complicidad con “El Monstruo”.
Si esa noticia nos consternó al grado del asco, el miedo y el llanto, a pesar de la lejanía y un océano de por medio, da igual que sean 24 ó 1 año, como el caso de la niña de 15 años de nombre Georgina, que también fue raptada, privada de su libertad y violada durante un año en algún lugar de Puerto Vallarta, a donde fue llevada por un sujeto de nombre Jesús Aguilar Pérez, y que casualmente es vecino de “El Chillo”; vive aun lado de su casa, el otro violador de Los Ocotes.
La historia se repite
Y ahora, con el hartazgo de haberse saciado sexualmente, como el más animal de todos los animales, Jesús Aguilar Pérez en un acto de estúpida e hipócrita benevolencia, “devuelve” a la niña; que ahora es prematura madre de un infante, ahora que harto de cobardía y abuso, este sujeto por un lado niega la paternidad del niño que con abuso procreó, justo como el otro violador es presentado por sus familiares como “un hombre muy decente”, la historia es similar en este lado tanto como por el otro, ya que en éste la autoridad judicial municipal, que pide de inicio una cantidad de dinero a los ofendidos para dar entrada a la queja, similar a la desatención de la representación social en el otro caso, y esta autoridad judicial municipal lejos de aplicar la tan mencionada justicia expedita, en contubernio con la delincuencia trata de mantener impune un hecho vergonzoso y ruin.
Pero en fin confiaremos otra vez que el haberlo dado a conocer públicamente mediante la noticia y también bajo una critica libre, pueda ofrecernos los primeros visos de justicia, que niegan a los ofendidos por ser de clase muy humilde.
ALGUNAS VEREDAS
De risa
El otro día veía un programa de comedia, en donde un par de esposos estúpidos peleaban, al grado de quererse separar, todo porque al ir al cine uno de ellos quería ver una película nacional y la otra una película mexicana. La estupidez es así, va de la mano del fanatismo, el orgullo; que ojo, es diferente de la dignidad, así como también va de la mano de la violenta explosividad y de la necedad, que también no hay que confundirla con la terquedad.
El otro día comenté aquí que los letreros que están en el primer cuadro del centro histórico de Comitán, eran acaso los más atinados, de acuerdo al principio municipal dado a conocer de que: “En Comitán el peatón es primero”, porque se leía en esos letreros y en este orden: “El peatón es primero ceda el paso a un vehículo”, comentando que al caso, y en medio, entre la palabra “primero” y “ceda” debería de ir la palabra “luego”, para que el conductor tomara con mayor seriedad el principio mencionado, así como con más respeto y quedará de la siguiente manera: “El peatón es primero luego ceda el paso a un vehículo”: E imagino, porque es difícil creer en coincidencias en este momento, que una vez que vertí este comentario, inmediatamente le cambiaron el orden a algunos de estos letreros y quedaron tan absurdos como los otros; por el orden: “Ceda el paso a un vehículo el peatón es primero”, pero que le vamos a hacer, ya les dije que la estupidez va de la mano con el orgullo y la necedad, así que: “cómo tolerar que califiquen como bastante buenos esos letreros, mejor los dejo tan tontos cómo los otros”, en fin, lo agradecen “los peatones toreros”.
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
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