Toño Aguilar.
Comitán, Chis.- Para lograr su objetivo, no es necesario ir armados, ni mucho menos usar la violencia para despojar a sus víctimas de cualquier cantidad de dinero que sea posible.
Se trata de las bandas dedicadas al robo ó estafa a usuarios de sucursales bancarias, que también son conocidos como paqueteros, que con unas cuantas palaras logran engañar a sus víctimas, principalmente indígenas, para robarles.
Esta ves la mala suerte fue para doña Amareli Robles Chávez, quien viajo desde la ciudad de San Cristóbal de las Casas para cobrar la cantidad de tres mil pesos en una sucursal bancaría ubicada en el centro de esta cuidad.
Ya cuando se retiraba, dos sujetos se le acercaron y uno de ellos, un anciano, con el rostro asustado le pidió ayuda, y le dijo que lo acompañara porque otros sujetos lo seguían.
Doña Amareli engañada por el rostro fingido del anciano, lo acompaña por una cuadra, en donde el anciano, ya con su acompañante, le pidió que le cambiara un cheque de 25 mil pesos, porque según tenía miedo de que algo le pasara.
-“No tengo mucho dinero, no me ajusta esa cantidad, apenas llevo tres mil, de los que cobre ahorita”- dijo Amareli, -“no se preocupe, démelo y lo ajustamos con las alhajas que trae, no quiero regresar, por favor”, le respondió el anciano.
La mujer al ver el cheque acepto el trato del anciano y le entrego el dinero y las alhajas, sin darse cuenta de que el cheque, era completamente falso.
Amareli se dirigía ya al banco, pero se dio cuenta de la estafa de la que había sido víctima, pero ya era demasiado tarde, el anciano y su acompañante se echaron a correr tan pronto y lograron su objetivo.
Al igual que doña Amareli, decenas de personas, que bajo su ignorancia, han sido víctimas de estas bandas de estafadores, que regularmente provienen de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez.
Comitán, Chis.- Para lograr su objetivo, no es necesario ir armados, ni mucho menos usar la violencia para despojar a sus víctimas de cualquier cantidad de dinero que sea posible.
Se trata de las bandas dedicadas al robo ó estafa a usuarios de sucursales bancarias, que también son conocidos como paqueteros, que con unas cuantas palaras logran engañar a sus víctimas, principalmente indígenas, para robarles.
Esta ves la mala suerte fue para doña Amareli Robles Chávez, quien viajo desde la ciudad de San Cristóbal de las Casas para cobrar la cantidad de tres mil pesos en una sucursal bancaría ubicada en el centro de esta cuidad.
Ya cuando se retiraba, dos sujetos se le acercaron y uno de ellos, un anciano, con el rostro asustado le pidió ayuda, y le dijo que lo acompañara porque otros sujetos lo seguían.
Doña Amareli engañada por el rostro fingido del anciano, lo acompaña por una cuadra, en donde el anciano, ya con su acompañante, le pidió que le cambiara un cheque de 25 mil pesos, porque según tenía miedo de que algo le pasara.
-“No tengo mucho dinero, no me ajusta esa cantidad, apenas llevo tres mil, de los que cobre ahorita”- dijo Amareli, -“no se preocupe, démelo y lo ajustamos con las alhajas que trae, no quiero regresar, por favor”, le respondió el anciano.
La mujer al ver el cheque acepto el trato del anciano y le entrego el dinero y las alhajas, sin darse cuenta de que el cheque, era completamente falso.
Amareli se dirigía ya al banco, pero se dio cuenta de la estafa de la que había sido víctima, pero ya era demasiado tarde, el anciano y su acompañante se echaron a correr tan pronto y lograron su objetivo.
Al igual que doña Amareli, decenas de personas, que bajo su ignorancia, han sido víctimas de estas bandas de estafadores, que regularmente provienen de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez.
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