María de Jesús Peters.Tapachula, Chis; 8 de febrero.- Integrantes del Comité de Familiares de Migrantes Fallecidos o Desaparecidos de El Salvador (COFAMIDE), realizarán una peregrinación el próximo martes en esta frontera Sur de México a fin de intentar saber el destino de sus seres queridos.
El grupo que estará integrado por al menos 26 madres, esposas e hijas de migrantes que desaparecieron en su viaje a los Estados Unidos, también pretenden reunirse con autoridades de Chiapas y Oaxaca para solicitarles la creación de un banco de datos con informes forense de los migrantes centroamericanos indocumentados fallecidos en estos estados, a fin de intentar conocer el destino de sus connacionales.
Luis Perdomo, de la Fundación CARECEN Internacional, indicó que lo que se quiere es que Honduras, Guatemala y El Salvador tengan acceso a la base de datos y por comparación saber si algún sepultado está en los registros de desaparecidos.
Señaló que en los últimos dos años, unos 800 cuscantlecos han desaparecido cuando migraban de manera indocumentada a los Estados Unidos.
Perdomo manifestó que con la peregrinación, los activistas pretenden que las autoridades mexicanas y salvadoreñas contribuyan a reducir las violaciones a los derechos humanos de los migrantes y mitigar el drama de los familiares que han sufrido la pérdida de un familiar por causa de la migración.
Los peregrinos se reunirán en el portón principal de Catedral Metropolitana, de donde partirán hacía Tecún Umán, población fronteriza con México.
Ahí realizarán visitas a los “sin papeles” que se albergan en la Casa del Migrante y llevarán una ofrenda floral al monumento del Migrante, que se ubica a la orilla del río Suchiate, que divide a México con Guatemala, y un acto ecuménico en la iglesia El Señor de las Tres Caídas.
En el río Suchiate, la comitiva salvadoreña depositará flores y candelas como un homenaje a los que han muerto migrando en el sector.
Posteriormente Saldrán hacía esta ciudad, en donde sostendrán una reunión con medios de comunicación y colocarán ofrendas florales en el monumento a la mujer migrante víctima de la violencia.
En la zona conocida como La Arrocera, los peregrinos salvadoreños dejarán cruces como símbolo a los que han sido asaltados, violados o asesinados en ese lugar identificado como el más crítico para los “sin papeles” que intentan burlar la caseta migratoria que se ubica en el municipio de Huixtla, a 45 kilómetros de esta demarcación.
Para el 11 de febrero partirán hacía el poblado de Arriaga, lugar donde los migantes abordan el ferrocarril, donde se reunirán con autoridades municipales y harán donativos de ropa de cama a la casa del migrante “Hogar de la Misericordia”.
La peregrinación concluirá en la ciudad de Ixtepec, Oaxaca, en donde se harán actos conmemorativos y convivios con migrantes que esperan la salida del ferrocarril que los acerque al “sueño americano”.
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