Fredy López Arévalo
El mundo está muy pinche loco.
Ahora resulta que quienes deben proteger el patrimonio histórico de Chiapas se encargan de zurrarse encima.
Esto, de ser cierto que el delegado del INAH en Chiapas, Emiliano Gallaga Murrieta, fue quien autorizó al hotelero Hugo Pérez pintar de rojo intenso la fachada del hotel-posada Hacienda Los Morales, en pleno centro histórico de San Cristóbal de Las Casas.
Es un insulto no solo a la conservación del patrimonio arquitectónico sino también una muestra del mal gusto y la estulticia, ignorancia, tontería de su propietario
Da pena ajena la conducción de los funcionario del INAH en esta antigua ciudad de los españoles, incapaces de contener la acelerada destrucción de la arquitectura civil, que para quien no lo sepa aún, se inspiró en el famosísimo Tratado de Vignola, elaborado en el año de 1562 por el italiano Giacomo Barozzi, el arquitecto consentido del papa Julio III, después de la muerte de Miguel Ángel, el famoso pintor de la Capilla Sixtina, en el tempo de San Pedro, en el Vaticano.
El Tratado de Vignola es considerado uno de los grandes tratados de arquitectura del siglo XVI, y es de suponer que alguien de la orden de los jesuitas en Roma trajo consigo una traducción al español a San Cristóbal de Las Casas.
Así fue como llegó a las manos del maestro de obras Carlos Z. Flores, quien abrevó del Tratado como si fuese una Biblia. Y lo que en Europa fue obra monumental en el siglo XVI, aquí, en San Cristóbal de Las Casas, casi tres siglos después, en la segunda mitad del 1800, Carlos Z. Flores lo reprodujo, de manera facsímile, en la arquitectura civil, pero en replicar miniaturas.
Por eso los edificios construido por el arquitecto Carlos Z. Flores son de estilo neoclásico, en los que sobresalen el conjunto de arcos y columnas toscanas. ¡Ese y no otro es el gran valor de la arquitectura civil de San Cristóbal de Las Casas! ¡Eso y no otra cosa es lo que hace de San Cristóbal de Las Casas un lugar sui géneris, único, en toda la América Latina!
Al arquitecto Juan Benito Artigas, de la UNAM, le debemos uno de los estudios más minuciosos de la arquitectura monumental y civil de San Cristóbal de Las Casas.
Su libro es ya una obra clásica, documento indispensable de consulta, ante el crecimiento incontrolado que ha sufrido la ciudad, porque en él Artigas presenta el desarrollo de la urbe desde su fundación en 1528, hasta tiempos muy recientes, época en la que hubieran sido recuperables la zona exterior del valle sin construir y las laderas de las montañas.
Ahora es demasiado tarde, aunque San Cristóbal de Las Casas siga manteniendo su doble característica de citadina y rural, que la hace tan atractiva a los ojos de propios y extraños, aunque debamos de lamentar que algunos de los edificios más relevantes se hayan fragmentado de tal modo, para su aprovechamiento comercial, ya que ahora somos una ciudad de fachadas.
El aspecto fundamental de la investigación de Juan Benito Artigas son los edificios religiosos, desde los primeros del siglo XVI hasta algunos creados en este siglo XX, y la traza de la ciudad en el siglo XVI, que puede servir para orientar al restaurador, al estudioso y al viajero en el conocimiento de los monumentos y de los sitios arquitectónicos que aún se conservan.
ALCALDE TRASNOCHADO
Pero lo que en la arquitectura es virtud, en actitud humana y política es estancamiento. Hablo del alcalde Mariano Alberto Díaz Ochoa, el trasnochado priísta que mal gobierna San Cristóbal de Las Casas. Está más loco que uno de esos gallos que quiquiriquean a deshoras. Primero acude a un su programa de radio hecho a su medida para amagar a la ciudadanía con dejarla sin agua, por impago, mora, que generó insolvencia en las finanzas del SAPAM; insuficiencias e ineficiencias en la recaudación del suministro de agua, que devino en impago del suministro de energía eléctrica con que se bombea el vital líquido a los domicilios de la aldea global que es San Cristóbal de Las Casas. Luego con toda desfachatez se hace publicitar como el adalid de la concertación. Que gracias a su intervención la Comisión Federal de Electricidad (CFE) otorgó una prorroga. Es para matarse de risa, sobre todo porque son los mismos comunicadores que antes notificaron la amenaza del alcalde, algunos disfrazándolo de importante noticia. Para quienes glorifican al edil y agradecen su oportuna intervención ante la superintendencia de la CFE pretenden mantener en ascuas a la población porque “la buena voluntad” de la CFE solo es “una prórroga hasta el miércoles próximo, para poder pagar la deuda correspondiente”.
¡Hágame usted el santísimo favor!
Ni que fuera pá tanto el millón 380 mil pesos que se adeudan a la CFE.
Pero nada dice ésto los comunicadores allegados al alcalde y si en cambio callan el altísimo salario que se autorecetó el director del SAPAM, Mario Asunción Aguilar Moreno, de 75 mil 284 pesos mensuales, además de la renta escandalosa que le asignó el Ayuntamiento por el edificio de su propiedad sede de la Dirección de Servicios Públicos Municipales, entre Merpisos y Materiales de Los Altos
Pero lo que no debiera causar risa, y sí motivar la intervención del Órgano Superior de Fiscalización es el acuerdo tomado por el cuerpo edilicio en una sesión privada de Cabildo para autorizarse la compra de un seguro de vida para el Síndico, regidores, alcalde y tesorero municipal y su familia con recursos del erario público.
¡Eso si suena a escándalo!
Lo mismo que la tan tarida y llevada clausura de los centros nocturnos y los constantes aplazamientos de los ultimatums que les pone el mismo presidente municipal.
Que si tienen hasta el 15 de enero, que luego hasta el 15 de febrero y ahora resulta que el plazo se vence el 15 de marzo.
¡Pura mañozada!
En el fondo lo que está propiciando el alcalde es un amparo masivos de lenones, como el que ya está promoviendo el dueño del “Mía Mamá, Manuel Constanzo Robles.
Lo grave del caso es que Mariano Alberto Díaz Ochoa pretende cargarle el muerto al gobernador Juan Sabines Guerrero.
Que si fue el gobernador el que ordenó sacarlos de ahí por la inauguración del Hospital de las Culturas, que se concluirá dentro de 15 meses.
De paso, Mariano Alberto Díaz Ochoa pretende arrancarles una billetiza a cada uno de ellos.
No hay que olvidar que según la nueva ley de servicios públicos municipales establece que cualquier cambio de domicilio en los giros rojos deberán gestionar una nueva licencia.
Así, lo que en el fondo pretende con el petate del muerto, es llenarle de paga las bolsas de Carlos Montesinos, su compiche, el director de Servicios Públicos Municipales.
Otra cosa es la organización de la Feria de la Primavera y de la Paz. El Cabildo coleto aún no se define quiénes integrarán el comité de feria y ya se están efectuando las contrataciones de artistas, que es donde los encargados se llevan la tajada grande de las comisiones.
Muy pendiente deberá estar el Órgano de Fiscalización Superior, sobre todo, porque se sabe que para ganarse la lealtad del cuerpo edilicio, el alcalde Mariano Alberto Díaz Ochoa ha autorizado prestamos y aguinaldos anticipados a uno que otro regidor, para que puedan comprarse un su carrito.
Hasta ahí la dejamos por hoy.
El mundo está muy pinche loco.
Ahora resulta que quienes deben proteger el patrimonio histórico de Chiapas se encargan de zurrarse encima.
Esto, de ser cierto que el delegado del INAH en Chiapas, Emiliano Gallaga Murrieta, fue quien autorizó al hotelero Hugo Pérez pintar de rojo intenso la fachada del hotel-posada Hacienda Los Morales, en pleno centro histórico de San Cristóbal de Las Casas.
Es un insulto no solo a la conservación del patrimonio arquitectónico sino también una muestra del mal gusto y la estulticia, ignorancia, tontería de su propietario
Da pena ajena la conducción de los funcionario del INAH en esta antigua ciudad de los españoles, incapaces de contener la acelerada destrucción de la arquitectura civil, que para quien no lo sepa aún, se inspiró en el famosísimo Tratado de Vignola, elaborado en el año de 1562 por el italiano Giacomo Barozzi, el arquitecto consentido del papa Julio III, después de la muerte de Miguel Ángel, el famoso pintor de la Capilla Sixtina, en el tempo de San Pedro, en el Vaticano.
El Tratado de Vignola es considerado uno de los grandes tratados de arquitectura del siglo XVI, y es de suponer que alguien de la orden de los jesuitas en Roma trajo consigo una traducción al español a San Cristóbal de Las Casas.
Así fue como llegó a las manos del maestro de obras Carlos Z. Flores, quien abrevó del Tratado como si fuese una Biblia. Y lo que en Europa fue obra monumental en el siglo XVI, aquí, en San Cristóbal de Las Casas, casi tres siglos después, en la segunda mitad del 1800, Carlos Z. Flores lo reprodujo, de manera facsímile, en la arquitectura civil, pero en replicar miniaturas.
Por eso los edificios construido por el arquitecto Carlos Z. Flores son de estilo neoclásico, en los que sobresalen el conjunto de arcos y columnas toscanas. ¡Ese y no otro es el gran valor de la arquitectura civil de San Cristóbal de Las Casas! ¡Eso y no otra cosa es lo que hace de San Cristóbal de Las Casas un lugar sui géneris, único, en toda la América Latina!
Al arquitecto Juan Benito Artigas, de la UNAM, le debemos uno de los estudios más minuciosos de la arquitectura monumental y civil de San Cristóbal de Las Casas.
Su libro es ya una obra clásica, documento indispensable de consulta, ante el crecimiento incontrolado que ha sufrido la ciudad, porque en él Artigas presenta el desarrollo de la urbe desde su fundación en 1528, hasta tiempos muy recientes, época en la que hubieran sido recuperables la zona exterior del valle sin construir y las laderas de las montañas.
Ahora es demasiado tarde, aunque San Cristóbal de Las Casas siga manteniendo su doble característica de citadina y rural, que la hace tan atractiva a los ojos de propios y extraños, aunque debamos de lamentar que algunos de los edificios más relevantes se hayan fragmentado de tal modo, para su aprovechamiento comercial, ya que ahora somos una ciudad de fachadas.
El aspecto fundamental de la investigación de Juan Benito Artigas son los edificios religiosos, desde los primeros del siglo XVI hasta algunos creados en este siglo XX, y la traza de la ciudad en el siglo XVI, que puede servir para orientar al restaurador, al estudioso y al viajero en el conocimiento de los monumentos y de los sitios arquitectónicos que aún se conservan.
ALCALDE TRASNOCHADO
Pero lo que en la arquitectura es virtud, en actitud humana y política es estancamiento. Hablo del alcalde Mariano Alberto Díaz Ochoa, el trasnochado priísta que mal gobierna San Cristóbal de Las Casas. Está más loco que uno de esos gallos que quiquiriquean a deshoras. Primero acude a un su programa de radio hecho a su medida para amagar a la ciudadanía con dejarla sin agua, por impago, mora, que generó insolvencia en las finanzas del SAPAM; insuficiencias e ineficiencias en la recaudación del suministro de agua, que devino en impago del suministro de energía eléctrica con que se bombea el vital líquido a los domicilios de la aldea global que es San Cristóbal de Las Casas. Luego con toda desfachatez se hace publicitar como el adalid de la concertación. Que gracias a su intervención la Comisión Federal de Electricidad (CFE) otorgó una prorroga. Es para matarse de risa, sobre todo porque son los mismos comunicadores que antes notificaron la amenaza del alcalde, algunos disfrazándolo de importante noticia. Para quienes glorifican al edil y agradecen su oportuna intervención ante la superintendencia de la CFE pretenden mantener en ascuas a la población porque “la buena voluntad” de la CFE solo es “una prórroga hasta el miércoles próximo, para poder pagar la deuda correspondiente”.
¡Hágame usted el santísimo favor!
Ni que fuera pá tanto el millón 380 mil pesos que se adeudan a la CFE.
Pero nada dice ésto los comunicadores allegados al alcalde y si en cambio callan el altísimo salario que se autorecetó el director del SAPAM, Mario Asunción Aguilar Moreno, de 75 mil 284 pesos mensuales, además de la renta escandalosa que le asignó el Ayuntamiento por el edificio de su propiedad sede de la Dirección de Servicios Públicos Municipales, entre Merpisos y Materiales de Los Altos
Pero lo que no debiera causar risa, y sí motivar la intervención del Órgano Superior de Fiscalización es el acuerdo tomado por el cuerpo edilicio en una sesión privada de Cabildo para autorizarse la compra de un seguro de vida para el Síndico, regidores, alcalde y tesorero municipal y su familia con recursos del erario público.
¡Eso si suena a escándalo!
Lo mismo que la tan tarida y llevada clausura de los centros nocturnos y los constantes aplazamientos de los ultimatums que les pone el mismo presidente municipal.
Que si tienen hasta el 15 de enero, que luego hasta el 15 de febrero y ahora resulta que el plazo se vence el 15 de marzo.
¡Pura mañozada!
En el fondo lo que está propiciando el alcalde es un amparo masivos de lenones, como el que ya está promoviendo el dueño del “Mía Mamá, Manuel Constanzo Robles.
Lo grave del caso es que Mariano Alberto Díaz Ochoa pretende cargarle el muerto al gobernador Juan Sabines Guerrero.
Que si fue el gobernador el que ordenó sacarlos de ahí por la inauguración del Hospital de las Culturas, que se concluirá dentro de 15 meses.
De paso, Mariano Alberto Díaz Ochoa pretende arrancarles una billetiza a cada uno de ellos.
No hay que olvidar que según la nueva ley de servicios públicos municipales establece que cualquier cambio de domicilio en los giros rojos deberán gestionar una nueva licencia.
Así, lo que en el fondo pretende con el petate del muerto, es llenarle de paga las bolsas de Carlos Montesinos, su compiche, el director de Servicios Públicos Municipales.
Otra cosa es la organización de la Feria de la Primavera y de la Paz. El Cabildo coleto aún no se define quiénes integrarán el comité de feria y ya se están efectuando las contrataciones de artistas, que es donde los encargados se llevan la tajada grande de las comisiones.
Muy pendiente deberá estar el Órgano de Fiscalización Superior, sobre todo, porque se sabe que para ganarse la lealtad del cuerpo edilicio, el alcalde Mariano Alberto Díaz Ochoa ha autorizado prestamos y aguinaldos anticipados a uno que otro regidor, para que puedan comprarse un su carrito.
Hasta ahí la dejamos por hoy.
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