Comitán, Chis; 19 de febrero.- Durante los últimos 15 meses, fuerzas combinadas del Ejército y la policía han dado fuertes golpes a células del Cártel del Golfo, que se han asentado en Comitán y Frontera Comalapa.
Armas, dinero en efectivo, vehículos, cartuchos y otros bienes, es lo que el ministerio público ha incautado a “Los Zetas”, en los últimos meses, que pese al golpeteo, han reaccionado con violencia con ataques armados, levantones y ejecuciones.
A los poderosos sicarios han sido golpeados por las tropas y las corporaciones policíacas, sin piedad, en los barrios y colonias de Comitán y Frontera Comalapa, donde han buscado refugio.
A los “locos” como les llamado “Los Zetas”, les han propinado golpes fulminantes en sus casas de seguridad ubicadas principalmente en colonias del lado poniente de Comitán.
Durante los despliegues policíacos-militares, los comitecos han quedado sorprendidos cuando se han enterado que su vecino, era un “importante” miembro del Cártel del Golfo.
Esto sucedió con unos vecinos de la 8ª Oriente Norte, que cuando vieron salir de la casa que parecía familiar a un grupo de hombres a punta de fusil.
Fue el entonces fiscal regional, Bulmaro Acuña Nuricumbo, el que encabezó los operativos en la región, para tratar de desactivar las células de “Los Zetas”, que se asentaron en Comitán.
Pero esto tuvo un precio y en julio del 2008, un grupo de sicarios del Cártel del Golfo intentó levantar a Acuña Nuricumbo, en su domicilio ubicado en la 9ª Calle Sur Oriente, pero fracasó, cuando se escondió tan perfectamente que pareció “invisible” ante la vista de los hombres.
Días antes, Acuña Nuricumbo había dado un de los golpes más fuertes al Cártel del Golfo, con la detención de varios hombres y mujeres.
A estos presuntos delincuentes les incautaron 13 fusiles R-15 granadas expansivas, una granda de fragmentación, 226 cartuchos .226 milímetros, 150 para fusil R15, 150 cargadores, 63 chalecos antibalas y 19 fornituras.
Así, desde hace 15 meses, justo con la llegada de Acuña Nuricumbo, el Cártel de Golfo ha sido golpeado sin piedad.
Pero después de este lapso, Acuña Nurimbo decidió renunciar y retornar a San Cristóbal, para incorporarse como mentor en la Facultad de Derecho.
Armas, dinero en efectivo, vehículos, cartuchos y otros bienes, es lo que el ministerio público ha incautado a “Los Zetas”, en los últimos meses, que pese al golpeteo, han reaccionado con violencia con ataques armados, levantones y ejecuciones.
A los poderosos sicarios han sido golpeados por las tropas y las corporaciones policíacas, sin piedad, en los barrios y colonias de Comitán y Frontera Comalapa, donde han buscado refugio.
A los “locos” como les llamado “Los Zetas”, les han propinado golpes fulminantes en sus casas de seguridad ubicadas principalmente en colonias del lado poniente de Comitán.
Durante los despliegues policíacos-militares, los comitecos han quedado sorprendidos cuando se han enterado que su vecino, era un “importante” miembro del Cártel del Golfo.
Esto sucedió con unos vecinos de la 8ª Oriente Norte, que cuando vieron salir de la casa que parecía familiar a un grupo de hombres a punta de fusil.
Fue el entonces fiscal regional, Bulmaro Acuña Nuricumbo, el que encabezó los operativos en la región, para tratar de desactivar las células de “Los Zetas”, que se asentaron en Comitán.
Pero esto tuvo un precio y en julio del 2008, un grupo de sicarios del Cártel del Golfo intentó levantar a Acuña Nuricumbo, en su domicilio ubicado en la 9ª Calle Sur Oriente, pero fracasó, cuando se escondió tan perfectamente que pareció “invisible” ante la vista de los hombres.
Días antes, Acuña Nuricumbo había dado un de los golpes más fuertes al Cártel del Golfo, con la detención de varios hombres y mujeres.
A estos presuntos delincuentes les incautaron 13 fusiles R-15 granadas expansivas, una granda de fragmentación, 226 cartuchos .226 milímetros, 150 para fusil R15, 150 cargadores, 63 chalecos antibalas y 19 fornituras.
Así, desde hace 15 meses, justo con la llegada de Acuña Nuricumbo, el Cártel de Golfo ha sido golpeado sin piedad.
Pero después de este lapso, Acuña Nurimbo decidió renunciar y retornar a San Cristóbal, para incorporarse como mentor en la Facultad de Derecho.
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