sábado, diciembre 20, 2008

Desde Los Altos

Freddy López Arévalo

Villaflores.- El director del periódico capitalino El Labrador, Isidro Hubenay Nucamendi Maza, falleció víctima de una volcadura, mientras que su hermano y subdirector del rotativo, Lusteín Rafael, se encuentra grave.

Para más detalles, se sugiere consultar www.villaflores.com.mx



“Necesito otro cuerpo. Necesito un cuerpo de metal para que aguante. O bien un árbol, o una piedra. Tiene que ser resistente al venenoso amor, a la insondable fatiga, al alcohol tutelar, a la congregación de los presagios, al ritmo impúdico, vicioso de la vida”.

Jaime Sabines Gutiérrez



Del 15 al 18 de diciembre me acerqué a la plaza central de Tuxtla Gutiérrez, frente al Palacio de Gobierno, atraído por esa multitud de cabecitas blancas que mes tras mes se aglomeran ahí para cobrar sus 500 pesotes que el gobernador Juan Sabines Guerrero elevó a rango Constitucional. Es impresionante observar ese conglomerado de ancianos de diversos estratos sociales que concurren al Palacio de Gobierno, muchos de ellos auxiliados de sus hijos o parientes más cercanos, y otros, los menos, de paramédicos dispuestos ex profeso para socorrer a los más desvalidos. Es como acudir a una romería, donde lo que más se escucha son parabienes al gobernador Juan Sabines Guerrero, que asumió como una bandera suya pensionar a los adultos mayores de Chiapas mediante un programa sui generis: el programa “Amanecer”, que ya favorece a más de 214 mil abuelitos de todo el estado.

Me tocó presenciar la vigésima tercera entrega de ese apoyo mensual de 500 pesos que en muchos de los casos -no todos-, representa el único ingreso que los cabecitas blancas tienen para subsistir, para cubrir sus necesidades más primarias, alimentos, medicina y transporte.

Tenía una curiosidad inmensa y me fui con mi libreta en blanco y una mi pluma de esas que no saben fallar para recabar testimonios. Resultó una experiencia fabulosa. Escuchar cómo de las bocas desdentadas salen ¡enhorabuenas! para el gobernador de todos los chiapanecos, resultó para mi muy reconfortante, como de seguro lo ha de ser para el propio mandatario, quien impulsó el programa Amanecer desde que asumió la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez. Hay que decirlo, como una replica de lo que en el Distrito Federal había impulsado Andrés Manuel López Obrador. Es una manera –han dicho ambos- de retribuirle a los adultos mayores lo mucho que han hecho por Chiapas y por México. Sí señor, aunque no han faltado las criticas: que si es un despilfarro, que si mejor se debiera invertir ese dinero en actividades productivas, o en educación, salud o infraestructura, y una retahíla de descalificaciones más, que en verdad, ni mella debieran hacer a tan altruista visión y misión: la mayoría de nuestros ancianos –tanto de Chiapas como de México todo- no gozan de ninguna prestación social ni laboral, victimas de un sistema de mierda que no supo brindarles una pensión de retiro ni la seguridad social necesaria para retirarse con decoro al final de la vida productiva. Esa es la verdad y no hay más pá donde tirar. Nuestros ancianos que hoy reciben gustosos esos 500 pesotes del presupuesto estatal, no están recibiendo dadivas, sino la retribución justa por la labor cumplida ¡Claro que en adelante el Estado mexicano debiera ser más exigente con la Iniciativa Privada, para que cubran, como debiera ser en un Estado de Derecho, con todas las prestaciones que la ley obliga, incluyendo, obvio está, el pago del seguro social, y de la pensión de retiro o de jubilación, que casi ninguna empresa cumple a cabalidad, a no ser que sean sometidas a juicios laborales larguísimos. Pero será mejor que hablen algunos de mis entrevgistados, para no abrumarlos más con mis propias consideraciones.

Don Manuel Oliva Morales, de 76 años, por ejemplo, desde los 15 años trabajó en una finca cafetalera de su natal Ángel Albino Corzo, hasta 1966, cuando comenzó a declinar su rendimiento laboral. En 1987 emigró a Tuxtla Gutiérrez, donde sus hijos le brindaron cobijo. Pa que les alargo el cuento: ni jubilación ni seguridad social, ni quién peleara sus derechos por él, que además ni sabía que los tuviera. Así pasaron los años, hasta que el año pasado se acercó al palacio de Gobierno para afiliarse al programa Amanecer. “De algo nos sirven los benditos 500 pesos que nos da el gobernador; me ayuda a comprar mi leche, a veces medicina, y para la combi para ir y venir ¿Cómo no estar agradecido?, desde luego que estoy agradecido; mis hijos me ayudan –principalmente una de mis hijas-. He corrido con suerte, mis hijos no tienen vicios, ni toman ni fuman…¡Bendito el gobernador Juan Sabines Guerrero que nos da estos 500 pesos, que aunque sea poco, es bueno, además no hay que olvidar el dicho ése que dice: a caballo regalado no se le ve el colmillo”, dice y ríe. A su lado hay otro anciano en silla de ruedas, pero él se muestra receloso: “¿Para qué tanta pregunta?”, exclama, y opta por no externar opinión.

Pero en el parque Central y aún dentro del Palacio de Gobierno lo que sobran son cabecitas blancas dispuestos a hablar. Pero don Manuel Oliva Morales quiere decir algo más: “Mire usted, antes ese dinero que nos están dando ahora… ¿Dónde se iba? No teníamos dinero, y no nos atendían; esa es la verdad, esa es la verdad: íbamos a una clínica o a un hospital y ahí pasábamos plantados todo el día; mire usted ahorita, a mi me detectaron cataratas en un ojo, pero luego me mandaron con un especialista la semana pasada, y mire usted, aquí en el Palacio Municipal me dieron mi pase, no tuve que pagar nada; entonces sí nos están atendiendo; entonces sí hay gobierno ahora”, dice.

José Ángel Romero Figueroa tiene 70 años “y seis meses”, dice. Y precisa: “Soy de la clase 38”. Él llegó en silla de ruedas. Omití preguntarle qué le pasó, verlo postrado en esa silla era más que suficiente. Un paramédico lo auxiliaba para que ascendiera hasta la puerta principal del Palacio de Gobierno, donde se entrega el apoyo. “Ya tiene unas 23 veces que me dan mi Amanecer; a todo dar, es una gran ayuda. ¡Que bendito el gobernador Juan Sabines. Tan bueno el papá como el hijo. Así fue el papá, así es el hijo”, dice sin aguantar la emoción, el llanto. “Los 500 pesos yo los uso para comprar algunas cositas, lo que más necesito, y algunas medicinas; no tiene cabida cómo se puede expresar el agradecimiento que siento, que sentimos todos aquí, y todos en todo Chiapas, porque es en todo Chiapas que se da, no vaya usted a pensar que solo aquí; no, en todo Chipas se da; esos 500 pesos mensuales es una gran cosa ¡Bendito el gobernador Sabines… y si ya escuche que algunos lo critican, pero ¿De qué se mueren los quemados?...”, pregunta, y ya no espera respuesta, él sigue en la fila.

Margarita Vásquez es otra de las ancianitas que reciben su Amanecer cada mes. Tiene 67 años, aunque su salud está muy mermada y los años le pesan más que a otros que aguardan bajo las inmensas carpas que el propio gobernador les mandó a colocar para que se guarezcan del sol, que en la capital chiapaneca si riela y riela fuerte. Doña Margarita Vásquez padece de una hernia en la pierna, que casi no la deja caminar, y una infección en los bronquios que le provocan la tos que no la deja dormir; por eso se le ve más disminuida, cansada, fatigada, y para caminar tiene que apoyarse en su hija, que mes con mes la acompaña a recibir sus 500 pesotes. “Para mi muy bien, es cosa buena, porque el gobernador está ayudando a gente que lo necesita, aunque también viene gente que no lo necesita tanto, pero que bueno que nos dan a todos. Esta es la sexta vez que me toca, apenas entré al programa, pero me sirve mucho, principalmente para mis inyecciones, porque a veces mis hijas no pueden, tienen que mantener a sus hijos, por eso yo digo ¡Bendito el gobernador que tenemos! ¡Bendito Dios!”, dice.

Para fortuna de doña Margarita Vásquez el programa “Amanecer” contempla en una etapa futura brindar servicio médico especializado, con geriatras que apoyen a las personas mayores; además de un programa de hospitalización en casos necesarios.
La primera entrega de recursos del programa “Amanecer”, instrumentado por el gobierno de Juan Sabines Guerrero, se dio el 16 de Febrero de 2007 y desde entonces, el 15 de cada mes se ha hecho entrega de los 500 pesos mensuales que Juan Sabines Guerrero prometió, como un labor cultural por el respeto e integración del adulto mayor al núcleo familiar. El programa Amanecer tiene una derrama económica contemplada en más de 67 millones de pesos, de un padrón superior a 134 mil personas mayores de 64 años afiliadas.
En cumplimiento a este compromiso de campaña, “Amanecer” surge del fondo de recursos del Gobierno del Estado, por lo que se establece que no tiene intermediarios, ni podrá ser utilizado por ningún interés político; el trato es directo y cercano, nadie más que el personal capacitado y autorizado del IDH-estatal puede afiliar y entregar el recurso.
Para evitar cualquier anomalía, el IDH puso en marcha una línea telefónica en donde podrán denunciar puedan presentar su queja o comentario del proceso de afiliación y entrega de recursos del progre “Amanecer”, con solo marcar el 01 800 8 22 10 02



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