Es amenazado por una plaga que acaba con el bosqueLagos de Montebello, Chis.- Con la toma del Parque Nacional Lagos de Montebello, por habitantes de tres comunidades, la investigación en el área se ha suspendido, pero sobre todo, el monitoreo del bosque que es amenazado por el escarabajo descortezador que en Centroamérica ha arrasado con miles de hectáreas de árboles.
Desde hace dos semanas, habitantes de las comunidades Antelá, Nueva Rosita y Nuevo Hidalgo, tomaron el Parque Nacional, porque consideran que ellos pueden “administrarlo”, pero la medida podría ser perjudicial porque desde ese tiempo se suspendió el monitoreo del bosque donde se ha detectado presencia del escarabajo descortezador.
Los investigadores de la UNAM, Universidad de Chapingo y Colegio de la Frontera Sur, han suspendido momentáneamente las labores de investigación en el área de seis mil 22 hectáreas, de bosques de pino, encino y mesófilo de montaña.
El director de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conap), en la región Frontera Sur, Francisco Javier Jiménez González, negó que la institución a su cargo mantenga en el “abandono” el área, como pretextaron los campesinos para preceder a tomarla.
En entrevista telefónica, el biólogo asegura que se sorprendieron cuando los campesinos optaron por tomar el Parque, porque desde el 2003 trabajan con ellos con proyectos productivos, como reforestación, instalación de brechas corta fuego, señalización, manejo de residuos, reforestación y producción de plantas.
“No esperábamos que sucediera esto”, dice Jiménez González que mantiene una oferta de diálogo con los campesinos a través de operadores políticos del gobierno del estado, con el fin de atender sus demandas y que la Conap retome el control del Parque.
Detalla que si los campesinos optaron tomar el área con un fin económico, y como ellos mismos dicen, que van a procurar por su mantenimiento, entonces el Parque sufriría un serio deterioro.
Más de dos millones
Sobre todo, porque los recursos que se capta por concepto de los 350 turistas que llegan al Parque anualmente representa un millón 200 mil pesos, pero para el manejo y conservación se requieren de dos millones 500 mil pesos.
De modo que la Conap debe echar mano a otras dependencias para aterrizar proyectos productivos en los que beneficia a habitantes que se ubican en los alrededores del Parque y buscar recursos para pago de guardabosques, control de la plaga del escarabajo descortezador, equipo, recolección de basura y otros.
Por lo tanto, si los campesinos piensan manejar el bosque con 600 mil pesos por año, porque optaron por disminuir en un 50 por ciento, el cobro para acceder al Parque, entonces el Parque entrará en una etapa de severo deterioro.
En la actualidad ningún grupo de campesinos o indígenas ha conseguido administrar un Parque Nacional en México, explica Jiménez González.
“Los ingresos por concepto de visitas no son suficientes para la operación y manejo del Parque”, explica el director regional de la Conap, porque hay muchos gastos como son manejos de equipos especiales para sofocar siniestros, labores de investigación y control de plagas.
El funcionario federal aseguró que está dispuesto a dialogar con los representantes de las comunidades, establecer cada una de sus propuestas, e incluso, está dispuesto a buscar recursos con dependencias federales para implementar más proyectos productivos y de turismo sustentable en el Parque.
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