María de Jesús Peters
ARRIAGA, Chis.- Con apenas 150 migrantes, el tren de la empresa Ferrocarriles del Istmo de Tehuantepec (FIT) hizo su tercera corrida desde este municipio hasta Ixtepec, Oaxaca, tras ser suspendidas las operaciones hace más de dos meses.
El ferrocarril que transporta materiales para construcción, combustible y granos, reinició operaciones el 4 de octubre, y efectuó su segunda corrida 9 de octubre.
De manera silenciosa y sin mayores aspavientos, el gusano de acero partió por tercera ocasión a la media noche del pasado viernes con unos cuantos migrantes que lograron colgarse de los carros.
“Es un alivio que vuelva a salir el tren, nos ahorra siete días de caminada a Ixtepec, así como asaltos y extorsiones de policías”, dice el salvadoreño Manuel Someta, de 38 años.
Entrevistado antes de que partiera el tren, refiere que no tenía conocimiento que éste ya había reiniciado sus corridas.
Con Manuel viaja su connacional Jeovany Funes, de 22 años: ambos relatan que no se salvaron de la delincuencia, ya que fueron asaltados cuando transitaban por una vereda en el punto conocido como la “Arrocera”, ubicada en Huixtla, Chiapas.
“Nosotros salimos por necesidad, por buscar una vida mejor para nuestra familia, pero todos nos friegan: la policía, los asaltantes, hasta los de la combi nos cobran más caro el pasaje solo por ser migrantes”, se queja.
José Manuel Rendero, de la Libertad, El Salvador, denuncia que unos policías detuvieron a un grupo de migrantes y tras despojarlos del dinero los liberaron con la amenaza de que si los denunciaban los matarían.
“Aquí las autoridades no le hacen caso a uno, para qué denuncia uno, solo se pierde tiempo y el riesgo a que lo deporten”, expresa.
De manera sorpresiva, el ferrocarril empieza a avanzar lentamente, sin anunciar su salida mediante su agudo silbato. “¡Vámonos!, ya se va el tren. ¡Adiós!, gracias por escucharnos”.
Antecedentes
Luego de que la compañía ferroviaria estadounidense Genesee & Wyoming, concesionaria del tren Chiapas-Mayab devolvió los derechos al gobierno porque la operación ya no le era rentable, el pasado 30 de julio fueron suspendidas las corridas en los estados de Chiapas y Tabasco.
A consecuencia de ello, cientos de extranjeros guatemaltecos, hondureños, salvadoreños y nicaragüenses permanecieron varados en Tenosique, Tabasco, por lo que fueron detenidos mediante operativos puestos en marcha por el Instituto Nacional de Migración (INM), apoyados por agentes estatales y municipales, para posteriormente repatriarlos a sus países de origen.
Después de que el huracán Stan destruyó puentes y las vías del tren, los indocumentados tenían que caminar más de 300 kilómetros desde Ciudad Hidalgo hasta este poblado, a lo que se sumaban 180 kilómetros más para llegar a Ixtepec, Oaxaca.
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