Jorge Becerra
Mariano N. Ruiz es el nombre del barrio donde arraiga la tradición de fabricar ladrillos desde hace ya varias décadas. Su proceso de elaboración consiste desde la extracción de la tierra hasta la quema de los ladrillos pasando por su moldeo, secado y enrejado como ellos le llaman a la base utilizada en la quema.
“Chingándole por haber nacido” así se refiere Francisco Aguilar de 75 años , a la actividad que realiza desde, niño cuando su papá también ladrillero enseñó e inculco el oficio al cual se iba a dedicar el resto de su vida.
Aguilar alegre y siempre trabajador enseña el oficio a su yerno quien apenas empieza en el trabajo pero le dedica el esfuerzo necesario para un pronto mejor nivel de
Mariano N. Ruiz es el nombre del barrio donde arraiga la tradición de fabricar ladrillos desde hace ya varias décadas. Su proceso de elaboración consiste desde la extracción de la tierra hasta la quema de los ladrillos pasando por su moldeo, secado y enrejado como ellos le llaman a la base utilizada en la quema.
“Chingándole por haber nacido” así se refiere Francisco Aguilar de 75 años , a la actividad que realiza desde, niño cuando su papá también ladrillero enseñó e inculco el oficio al cual se iba a dedicar el resto de su vida.
Aguilar alegre y siempre trabajador enseña el oficio a su yerno quien apenas empieza en el trabajo pero le dedica el esfuerzo necesario para un pronto mejor nivel de
vida.
El casi todo el barrio Mariano N. Ruiz proliferan las ladrilleras, muchas de éstas que ya están en desuso ante la aparición de las bloqueras. Algunas vetustas minas donde se extrae el barro ahora se han acondicionado como restaurantes.
Raúl Velasco el dueño y también trabajador, cuenta que su padre le heredo el oficio y haberle dedicado toda su vida, es lo que más le gusta hacer, cuenta.
Está optimista de que haya nuevos tiempos mejores con apoyo del gobierno y que las elecciones sean un cambio para bien.
El casi todo el barrio Mariano N. Ruiz proliferan las ladrilleras, muchas de éstas que ya están en desuso ante la aparición de las bloqueras. Algunas vetustas minas donde se extrae el barro ahora se han acondicionado como restaurantes.
Raúl Velasco el dueño y también trabajador, cuenta que su padre le heredo el oficio y haberle dedicado toda su vida, es lo que más le gusta hacer, cuenta.
Está optimista de que haya nuevos tiempos mejores con apoyo del gobierno y que las elecciones sean un cambio para bien.
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