Manuel de los Santos.
Las Margaritas, Chis; 25 de septiembre.- Con el rostro amoratado y con una herida en la parte trasera de la cabeza, el sacerdote Arnulfo García Córdova, se presentó a laborar en la casa parroquial, después de que dos hombres lo atacaron a golpes en las cercanías de Llano Redondo.
Al enterarse de los hechos, el pueblo creyente de Las Margaritas se volcó en muestras de apoyo al prelado y para manifestar su solidaridad hacia él, decenas de hombres y mujeres llegaron a darle muestras de apoyo en la casa parroquial.
Otros de los fieles católicos ingresaron a la parroquia para sumarse a una jornada de oración.
Antes del medio día, el abogado José María Domínguez Campos, interpuso una querella ante la Fiscalía, por los delitos de lesiones y los que resulten en contra del párroco Córdova García, con un lustro de residencia en la localidad.
Según el jurista, el sacerdote acudió a cenar el lunes hacia las 21:30 horas, en el restaurante “La pequeña Lulú”, donde fue abordado por dos hombres, que lo invitaron a que fuera a Llano Redondo, ubicado al sur poniente de la cabecera municipal para “bautizar a una niña que se encontraba muy enferma”.
Sin embargo, los hombres tenían otro plan y a medio camino empezaron a golpear al sacerdote de forma brutal, hasta dejarlo sangrante, con el rostro amoratado, una herida en la parte posterior de la cabeza y otra en la parte frontal.
Como pudo, el párroco camino hacia la iglesia para pedir ayudar y posteriormente ser atendido por un médico, explicó Domínguez Campos.
Para cuando se reportó la desaparición del sacerdote, algunos files católicos se les ocurrió tocar las campañas de la iglesia de Santa Margarita, para tratar de buscarlo, pero horas después la tensión bajó cuando se supo que había regresado.
Aun así, los fieles católicos estaban molestos por la agresión en contra de su pastor.
El abogado Domínguez Campos dijo que decidieron interponer demanda ante la Fiscalía, para deslindar responsabilidades y se investigue la agresión.
Mientras, la dueña del restaurante “La pequeña Lulú”, contó que el párroco llegó a su negocio a tomar una taza de café, pero se retiró a las 20:00 horas.
“Vino a cenar y se retiró”, explicó la propietaria que de entrada pidió al reportero no publicar la foto de su negocio. “¿Cuánto quiere (de dinero)?”, expuso sin miramientos e irritada.
-¿Estaba acompañado el sacerdote?
-No le puedo decir. El tomó una taza de café y se fue.
Agregó que García Córdova no pagó por el consumo, porque “tiene amistada con la muchacha que atiende el restaurante en la noche”.De lo que le haya pasado al párroco después, la dueña de “La pequeña Lulú”, desconoce, según comentó
Las Margaritas, Chis; 25 de septiembre.- Con el rostro amoratado y con una herida en la parte trasera de la cabeza, el sacerdote Arnulfo García Córdova, se presentó a laborar en la casa parroquial, después de que dos hombres lo atacaron a golpes en las cercanías de Llano Redondo.
Al enterarse de los hechos, el pueblo creyente de Las Margaritas se volcó en muestras de apoyo al prelado y para manifestar su solidaridad hacia él, decenas de hombres y mujeres llegaron a darle muestras de apoyo en la casa parroquial.
Otros de los fieles católicos ingresaron a la parroquia para sumarse a una jornada de oración.
Antes del medio día, el abogado José María Domínguez Campos, interpuso una querella ante la Fiscalía, por los delitos de lesiones y los que resulten en contra del párroco Córdova García, con un lustro de residencia en la localidad.
Según el jurista, el sacerdote acudió a cenar el lunes hacia las 21:30 horas, en el restaurante “La pequeña Lulú”, donde fue abordado por dos hombres, que lo invitaron a que fuera a Llano Redondo, ubicado al sur poniente de la cabecera municipal para “bautizar a una niña que se encontraba muy enferma”.
Sin embargo, los hombres tenían otro plan y a medio camino empezaron a golpear al sacerdote de forma brutal, hasta dejarlo sangrante, con el rostro amoratado, una herida en la parte posterior de la cabeza y otra en la parte frontal.
Como pudo, el párroco camino hacia la iglesia para pedir ayudar y posteriormente ser atendido por un médico, explicó Domínguez Campos.
Para cuando se reportó la desaparición del sacerdote, algunos files católicos se les ocurrió tocar las campañas de la iglesia de Santa Margarita, para tratar de buscarlo, pero horas después la tensión bajó cuando se supo que había regresado.
Aun así, los fieles católicos estaban molestos por la agresión en contra de su pastor.
El abogado Domínguez Campos dijo que decidieron interponer demanda ante la Fiscalía, para deslindar responsabilidades y se investigue la agresión.
Mientras, la dueña del restaurante “La pequeña Lulú”, contó que el párroco llegó a su negocio a tomar una taza de café, pero se retiró a las 20:00 horas.
“Vino a cenar y se retiró”, explicó la propietaria que de entrada pidió al reportero no publicar la foto de su negocio. “¿Cuánto quiere (de dinero)?”, expuso sin miramientos e irritada.
-¿Estaba acompañado el sacerdote?
-No le puedo decir. El tomó una taza de café y se fue.
Agregó que García Córdova no pagó por el consumo, porque “tiene amistada con la muchacha que atiende el restaurante en la noche”.De lo que le haya pasado al párroco después, la dueña de “La pequeña Lulú”, desconoce, según comentó
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