jueves, noviembre 23, 2006

TIERRA SAGRADA DE LOS MARTIRES.
ACTEAL, CHENALHO, CHIAPAS.
A 22 de noviembre de 2006.

A LOS ORGANISMOS DE DERECHOS HUMANOS.
A LA SOCIEDAD CIVIL Y
A LA OPINION PÚBLICA.

Hermanos y hermanos, damos gracias a todas y todos y, a cada unos de ustedes que nos acompañan una ves mas en el aniversario mensual de nuestros mártires caídos en aquel 22 de diciembre que dentro de un mes cumplirán los 9 años, nueve años de la barbarie nueve años de la brutalidad y nueve años de la impunidad.
Ahora estamos aquí reunidos para orar y pedirle a Dios para que no haya otro Acteal, estamos aquí para denunciar lo que paso en aquel entonces y para manifestar un alto al exterminio de los pueblos indígenas y no indígenas de México y del mundo.
Caminando buscamos la paz justa y digna, rezando demandamos solución, con nuestra voz denunciamos las injusticias estructurales, las violaciones a derechos humanos que extermina y reprime a los pueblos de México, con nuestra danza queremos abrir corazones y despertar conciencia para una lucha no violenta, para un proceso de unidad y no de confrontaciones, sin descartar la verdad de los hechos, por ello denunciamos lo que esta sucediendo en estado de Oaxaca.
Que nuestro México de hoy sufre de una crisis política pacifica, en especial para el pueblo de Oaxaca. Que por esa razón desde esta tierra sagrada de Acteal salimos en caravana, rezando y ayunando para solidarizarnos con los hermanos de Oaxaca y pedir la paz y la justicia para aquella entidad, para que la violencia y la mentira sea vencida y reine la verdad que nos hace libres.
No es posible hablar de paz mientras que las armas están en frente usando la fuerza pública para imponer una ingobernabilidad, un desorden social que atenta las garantías individuales como esta ocurriendo en Oaxaca.
Hermanas y hermanos, en estos momentos de crisis social, es necesario e indispensable sumar esfuerzos y corazones de una lucha unida y organizada para la paz; pero una paz duradera con justicia y dignidad, fruto de los esfuerzos de una lucha combativa.
Es necesaria la reconciliación social, pero una reconciliación basada en el reconocimiento de la verdad y la justicia. No una falsa reconciliación como nos han querido imponer en nuestra tierra Chiapaneca, de borrón y cuenta nueva como las que pretendían hacerlo el gobierno de Pablo Salazar y el señor Vicente Fox ante la falta de capacidad de ver que deja iguales las raíces del mal que volverá a brotar y a causar nuevas muertes.
Es necesaria la transformación social y estructural de fondo, que oriente al desarrollo de los pueblos. La lucha debe ser incluyente, no excluyente y no-violenta, que recoja a todo tipo de ideas y demandas de los pueblos, el movimiento debe ser una casa donde entren todos. Que respete incluso a los que no están de acuerdo con nosotros. Hoy es tiempo de unirnos, de sumarnos por la paz, la justicia, la libertad y por la democracia activa y participativa.
A todos los que no están en esta lucha del pueblo les decimos que tienen derecho a que se respete su pensamiento diferente pero sí les pedimos que no se dejen manipular y comprar por el poder, como en Chiapas a regresado el temor, que solo por causa de unos cuantos que se vendieron para matar a sus propios hermanos, se hicieron paramilitares del gobierno para atacar y no se dan cuenta que podrían compurgar sentencia en un prisión como los que hoy están cumpliendo sus sentencias en el penal de el Amate de Cintalapa los materiales de la masacre de Acteal.
Hacemos un llamado a todo índole de México a reforzar el compromiso de la construcción de el Reino de Dios, que se traduce en el trabajo para la defensa de los Derechos Humanos, por la igualdad, por la democracia basada en la justicia social, por la unidad, por la paz y la dignidad de los pueblos pobres, con valor y decisión. Jesús nos ha dejado estos principios de fe a seguir.
El gobierno mexicano tiene el absoluto “deber de proteger el derecho de los pueblos a la paz y fomentar su realización” a través de diálogos serios y objetivos, de consensos y del cumplimiento de los acuerdos fruto de ellos, para así darle cumplimiento a la declaración de las Naciones Unidas, en su Resolución 39/11, que México tiene dentro de su ratificación.
Nosotros apoyamos el diálogo pero decimos que el corazón tiene que ir parejo con las palabras. Cuando no es así, se llega a acuerdos, pero los acuerdos no se cumplen como lo han demostrado Zedillo y Fox como lo hicieron con los acuerdos de San Andrés, eso muestra que el Estado no busca una solución pacífica a los conflictos, sino que la evade, borra y descarta dentro del contexto de la política nacional.
Que para el gobierno de México le recordamos que el establecimiento del orden no se logra imponiendo la fuerza pública y las armas. La violencia genera violencia, la imposición genera rebelión. Para resolver la violencia se debe usar la razón y la palabra, por ello es necesario un diálogo basado en los principios de la verdad, de la justicia, de los derechos humanos y las libertades fundamentales de cada individuo.
Por todo ello, denunciamos rotundamente el acoso sexual a la mujer Oaxaqueña, la agresión a las mujeres por parte de la Policía Federal Preventiva cuando estaban marchando en protesta de este hecho y de nuevo fueron reprimidas y violentadas sus derechos a libre expresión, la PFP, les lanzaron Gas mostaza con chile, y el reciente enfrentamiento de los Policías con el APPO, con un saldo de la perdida de una vida Humana y varios heridos.


Paz, Justicia, Democracia y Libertad.

Atentamente
La voz de la sociedad civil las abejas.

C. Agustín Vázquez Ruiz C. Victorio Pérez Vázquez

C. José Capote Ruiz C. Diego Jiménez López

C. Miguel Gómez Luna C. Mariano Pérez Pérez

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