martes, noviembre 14, 2006

Ministerio Público y Policía Sectorial asaltan a guatemaltecos

Fredy Martín Pérez.

Comitán, Chis; 14 de noviembre.- Dos comerciantes de origen guatemalteco fueron asaltados por agentes de la Fiscalía de Justicia del Estado y de la Policía Sectorial en un retén que mantenían en pasado jueves en un lugar conocido como “Las Tablas”, en la entrada a Frontera Comalapa.
Se trata de A gusto Morales Morales y Urizar Claudio, originarios de “Cuatro caminos”, en Santa Ana, Huixta, departamento de Huehuetenango, pero que el jueves 14 regresaban a su comunidad, después de haber visitado unos familiares en la cabecera municipal de Frontera Comalapa.
Los comerciantes que ingresaron a México, con “pase local”, (permiso que da el Instituto Nacional de Migración por 72 horas), traban de regresar a Guatemala, cuando se percataron del retén.
Ahí, explicó Morales Morales, de 37 años de edad, lo obligaron a que enseñara los permisos de la camioneta marca Toyota, placas 149BNQ, pero además, los policías y el personal de la Fiscalía, entre ellos, un hombre como de 1.77 metros, cabello corto y con una placa en el pecho, que al parecer era el agente del ministerio público Jorge Alberto Ulloa García, le pidieron que mostrara cuánto dinero llevaba en sus bolsillos.
Ante esto, el guatemalteco procedió a mostrar solamente papeles, pero fue cuando un agente procedió a catearlo y fue cuando sacó de una de las bolsas más de dos mil 900 quetzales.
Antes, Morales Morales ya había entregado a los policías y fiscales que tenían el retén con las patrullas PS 415 y una marcha Chevrolet, tipo Yucón, la cantidad de 150 quetzales.
Mientras cateaban, al menos cinco hombres vestidos de civil, al parecer “madrinas” de la Policía Sectorial y de la Fiscalía, revisaban el auto Toyota y pedían a Urizar Claudio que entregara 160 quetzales, que llevaba.
Después de una hora que los dos guatemaltecos permanecieron en el retén, les dijeron que podían irse, pero de los dos mil 900 quetzales que le habían quitado a Morales Morales, le quitaron mil 700.
“¡Váyanse ya!”, les dijeron a los dos guatemaltecos, que impotentes vieron cómo los fiscales, policías y madrinas, revisaron con esmero la camioneta.
Al siguiente día, Morales Morales se percató que del vehículo le habían sustraído un teléfono marca Motorota V635, con número 53513770 y 60 discos compactos de música y tres rollos de papel de baño.
“Si me hubiera pedido dinero, yo les hubiera dado hasta 500 quetzales, pero la forma en que me lo quitaron, no se vale”, dijo el angustiado comerciante que pidió al procurador Mariano Herrán Salvatti, que le regresen el dinero y sus pertenencias.
El dinero que llevaba lo utilizaría para comprar jabón, galletas y otros productos que comercializa en su país. “Ahora sí me dejaron amolado”, explica.
Morales Morales dijo que responsabiliza al ministerio público Jorge Alberto Ulloa García, agentes policíacos y “madrinas”, por los hechos que puedan sucederle, después de haber denunciado los hechos ante los medios de comunicación.

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