Comentando la noticia
Alfonso Carbonell
alcar56@hotmail.com
Con calma y nos amanecemos. Da tristeza, por decir lo menos, como y no obstante que como dicen y dicen bien los aliados mediáticos de José Antonio Aguilar Bodegas (breve paréntesis: quien por cierto, hasta hoy y mientras no se demuestre lo contrario, aparece como el perdedor de la contienda gubernamental chiapaneca), que deberán esperarse las resoluciones de los Tribunales electorales -estatal primero y federal después- para saber sí finalmente Juan Sabines Guerrero es ratificado Gobernador electo; o bien, producto de sus alegatos y pruebas presentadas sobre de presuntas irregularidades ocurridas el día de la elección en 392 casillas la decisión se revierte; luego entonces, si ese es el argumento empleado para no concederle el mérito de los votos que el IEE le válido a Sabines, digo, entonces por que chingados sacan tanta espuma por la boca.
Y digo lo anterior, porque flaco favor le hacen al candidato perdedor Aguilar Bodegas, el estarle amarrando navajas con el Gobernador electo Sabines Guerrero, porque y aún siendo de la muy personal iniciativa de los comentadores la andanada de ataques que le prodigan a Sabines, no guarda congruencia ni representa –opinión personal- la idea ni el actuar del todavía aspirante gubernamental José Antonio, quien por contrario, sí con energía y reciedumbre, pero no ni nunca incitando al desacato o la violencia, se ha pronunciado, con la paciencia de Job, por la plena confianza en las instituciones.
Él, no se puede negarlo, es un hombre hecho en las instituciones. Así pues, no se explica, por decir lo menos, el ataque desmedido que, ciertamente reducido a uno que otro medio local en el que un día sí y el otro también le “obsequian” al joven Sabines páginas enteras, traten, afanosamente, de desacreditar al candidato ganador plenamente avalado por las instituciones electorales del estado.
Que se puede no estar de acuerdo, se puede. Pero la vía, e insisto nuevamente, tal y como lo está haciendo Josean, son las instituciones. No los medios. Así sin duda, y mientras como se diría en el argot beisbolero, “no caiga el último out” del proceso electoral ahora en su acápite de lo contencioso (querellante), lo mejor es calmar los ánimos, sobre todo los de novillero que algunos en algunos medios, despliegan como si en ello les fuera la vida misma.
Y quizás sí. Hoy lo que se requiere (y tomemos de referencia lo que sucede en la capital del país a raíz del controvertido proceso electoral federal en lo correspondiente a Presidente de la república) es serenidad y paciencia, así como cual Kalimán y su inseparable Solín. Pero aún más lo que no se requiere, es a una pléyade de escribas de uno ni otro lado del resultado electoral (vencedores y vencidos), más aún, que quienes son los principales actores; Juan Sabines y José Antonio Aguilar, el primero, una y otra vez, su arenga se centra en hacer un llamado a la unidad, a la concordia, la tolerancia y a la inclusión; en tanto, el segundo, invoca para su causa el respeto a las instituciones. Así es que: No se equivoquen. Y
a de salida Para no cansarlos con estos temas que, la verdad, hasta les han de causar urticaria (si viera que comezón me agarró), aquí para distender los músculos faciales, comparto con ustedes amabilísimos lecto-adictos, un chistorete que me envía un cibernauta: Automedicación (no indicada) Cuando me gradué de médico compre un auto. Para estrenarlo me fui a recorrer el norte del estado. Llegué a un pueblito y fui a la gasolinera a cargar gasolina. La estación estaba vacía. Toqué el claxon y apareció un muchachito que me informó: Señor no lo va a atender nadie, se murió la hija del patrón y están todos en el velorio. Pensé, hay güey y ahora ¿que hago??? Decidí irme al velorio. Me acerqué al cajón y vi algo raro. Llamé al padre de la muerta y le dije: - Oiga, yo soy médico y esta mujer no está muerta, está en estado catatónico.- y pregunté: - ¿Tiene novio la chica?? - Si, me dijo el padre. Entonces le contesté: "Bueno, que lleven el cuerpo a una habitación y el novio que le haga el amor". - ¿En serio doctor??? - Si, llévenla a la habitación y que el novio le de duro y parejo. El novio se llevó a la semi muerta, le hizo el amor durante una noche y la joven resucitó. La chica volvió en sí muy animada. Todos festejaron, me llenaron el tanque de gasolina al auto y seguí mi viaje. Después de varios días, decidí regresar al pueblo a ver como estaba la chica, a saludar a la simpática gente y cargar gasolina. Fui a la estación de servicio y toqué el claxon y apareció el mismo muchachito: - Doctor, menos mal que volvió, hace una semana se murió Don Zoilo, ya se lo “echó” medio pueblo y todavía no lo pueden resucitar. Moraleja: La misma medicina no sirve igual a todos... no se automedique.
miércoles, agosto 30, 2006
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