Domingo de Ramos
Fredy Martín Pérez.
Comitán, Chis.- Hace 40 años, Josefa Aguilar Espinosa, una tzeltal de Aguacatenango, municipio de Venustiano Carranza llegó por primera vez a Comitán de la mano de su madre para vender las palmas para el Domingo de Ramos, que abre la Semana Santa.
Desde entonces, todos los años para ofrece entre el viernes, sábado y domingo las cruces de palma que usan los fieles católicos para recordar la entrada de Jesús a Jerusalén, montado en un borriquillo, hecho que marca el inicio de su pasión.
De 45 años de edad, Aguilar Espinosa es diestra para entrelazar las hojas de palma que corta a dos o tres kilómetros de Aguacatenango, un poblado tzeltal, famoso por sus textiles.
Como Josefa, decenas de mujeres de su comunidad salen dos días antes del Domingo de Ramos, hacia San Cristóbal, Villa de las Rosas, Teopisca, Venustiano Carranza, Tuxtla Gutiérrez, Chiapa de Corzo, Pujiltic, Comitán y otros lugares, para ofrecer sus productos artesanales.
“Somos bastantes las que salimos a vender. Aquí hay como cien gentes de Aguacatenango”, explica la artesana que aprendió de su madre el arte de tejer la palma.
Con el dinero que obtenga por la venta de las palmas, entre 200 a 250 pesos, los destinará para comprar pescado seco que comerá con su esposo e hijas durante la Semana Santa.
“No se vende mucho, pero voy a sacar para mi pescado”, reconoce Josefa que este año se ubicó en la entrada principal al Centro Cultural “Rosario Castellanos”, para vender sus palmas a cinco pesos cada una.
Durante dos noches Josefa, sus hijos y sus conocidos pernoctarán en los fríos corredores del Centro Cultural. El domingo por la tarde habrá regresado a Aguactenango, con el pescado seco que preparara para la Semana Santa.
sábado, marzo 31, 2007
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